DE LEÓN CALDERÓN IRIS ALEJANDRA 3° A
Como latinos tenemos muchas identidades. Podemos decir que somos latinoamericanos,
mexicanos, chiapanecos, etc., pero aquella que nos forja desde pequeños con valores, tradiciones y
costumbres, la que nos identifica como personas únicas en el planeta esa es nuestra verdadera identidad.
Aunado a esto, debemos tener en claro que somos una mezcla de Occidente con América, somos
producto de un mestizaje. A pesar de esto no debemos sentirnos superiores, al contrario, tenemos el
compromiso de hacer que surjan nuevas ideas para la reivindicación, para que nos devuelvan eso que
nos arrebataron y sacar a la luz nuestras culturas.
Existen un sin fin propuestas para descolonizar los saberes y reinventar la emancipación social
de manera cultural como es la música, la poesía, la literatura, la pintura, la fotografía, la danza, entre otros
además de movimientos sociales, los cuales se hicieron para luchar por nuestras igualdades, para que
nos respeten, para que nos liberen, tal es el caso del EZLN en Chiapas. No debemos quedarnos de
brazos cruzados viendo cómo los demás luchan por lo que nos corresponde, cómo nos siguen
pisoteando. Hay que despertar y unirnos a ellos para que sean más los que luchan, para terminar con la
violencia, con la dominación capitalista y descolonizar los saberes (Boaventura de Souza, 2010).
Latinoamericanos orgullosos y preocupados por su esencia hacen un llamado a la sociedad por medio
de expresiones artísticas: canciones de protesta; poemas dedicados a las naciones y pueblos oprimidos;
historias, cuentos, relatos reales y devastadores; colores impregnados en un pedazo de lienzo o papel
demostrando el dolor latino; imágenes de angustia y sufrimiento plasmadas en una fotografía; bailes
expresivos exponiendo el llanto en un movimiento corporal. Esa, esa es la manera de hacer guerra, de
protestar sin violencia, de indicar que estamos unidos en esta lucha de recuperación de identidad que los
occidentales nos han quitado, de dar conocer que nos sentimos orgullosos de ser chiapanecos,
mexicanos, argentinos, chilenos, cubanos, pero sobre todo: latinoamericanos.
No debemos adoptar otras culturas sino aceptar la nuestra, enriquecerla, ampliarla, amarla, darle sentido
a nuestra existencia con ella. Somos descendientes de Nezahualcóyotl no de Hernán Cortéz porque así
lo marcan nuestros antecedentes, nuestra historia verídica.
Tenemos la tarea muy grande de defender y promover nuestra cultura y tradiciones ante el resto del
mundo para que se den a conocer más y no se pierda nuestra naturaleza, nuestras raíces.
Esto es sólo una pequeña reflexión para abrir los ojos, mirar en retrospectiva y preguntarse: como
latinoamericano, ¿qué pretendo hacer para recuperar mis saberes y mi esencia?