Es común equivocarse al escribir un párrafo con una idea principal y de ahí en adelante
escribir una serie de párrafos que no hacen más que repetir la misma idea. Es
necesario hacer un derrotero con las diversas ideas o tópicos que queremos desarrollar
para empezar después a desarrollar cada idea.
Los conectores, expresiones que conectan, son esenciales para darle coherencia al
texto escrito. Son muchos los conectores que existen en dependencia de la relación
que se quiere expresar. Algunos son: de adición (y, también, además, más, aún,
agregando a lo anterior, por otra parte); de contraste (pero, inversamente, a pesar de,
sin embargo, por el contrario, aunque, no obstante); causa – efecto (porque, en
consecuencia, de ahí que, puesto que, por lo tanto, de modo que, por eso): de tiempo
(después, antes, entre tanto, en adelante, posteriormente, simultáneamente); de
ampliación (por ejemplo, en otras palabras, es decir, así, o lo que es lo mismo); de
comparación (del mismo modo, igualmente, de la misma manera, así mismo); de
énfasis (sobre todo, lo que es más, repetimos, es decir, lo que es peor, ciertamente); de
orden (primeramente, seguidamente, en primer lugar, por último, en segundo lugar); de
cambio (por otra parte, por el contrario, en otro sentido, en contraste con); de
finalización (finalmente, en suma, en conclusión, para terminar, para concluir), entre
muchos otros.
Muchos estudiantes utilizan una serie de trucos (letra grande, espaciado doble,
márgenes mayores) para expandir el texto y hacer creer como largo aquello que no lo
es; otros resumen tanto que crean un texto corto tan incoherente que cuesta
comprender lo que se quiere decir.
En el ensayo se dice lo que se tiene que decir bien dicho, y si para eso bastan tres
páginas, esa es la extensión del ensayo. Si en las tres páginas no se dicho lo que se
debe decir, al ensayo le falta desarrollo.
Si queremos adentrarnos más en la comprensión del ensayo conviene preguntarnos
¿Qué es el ensayo?
El ensayo es un escrito en prosa, generalmente breve, en el que se expone, analiza y
comenta sin rigor sistemático pero con profundidad una interpretación personal sobre
cualquier tema sin pretender agotar la materia.
Dice Rafael Lapesa que el ensayo “es un escrito cuya misión es plantear cuestiones y
señalar caminos, más que asentar soluciones firmes”.
Ortega y Gasset habla de una disertación científica mientras que Eduardo Gómez de