Historia del Arte (BCS2)
ARTE DEL RENACIMIENTO
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IES Lacimurga C. I.
Javier Pérez (IES Lacimurga)
En el grupo de la izquierda, Pitágoras, personificación de la aritmética y la música, lee rodeado
por un grupo que le mira concentrado en sus explicaciones. Delante de él, un alumno sostiene
una pizarra que muestra la Tetraktys, triangulo formada por diez puntos distribuidos en 4 filas
con 1, 2, 3 y 4 puntos respectivamente que representa la creación universal, fuente y raíz de la
eterna naturaleza (I + II+ III + IIII = X). Para los pitagóricos todo es número, el Universo
puede ser expresado y comprendido a través de las matemáticas .
Otros personajes que podemos identificar son:
Averroes, que lleva turbante. Filósofo y médico andalusí, maestro de filosofía y leyes
islámicas, matemáticas y medicina.
Epicuro, que también lee un libro sostenido por un niño.
Heráclito. Con la cara del pintor Miguel Ángel. Esta figura no incluida en el boceto original fue
añadida por Rafael como señal de respeto al artista. La figura vestida con los atuendos
habituales de Miguel Ángel, se encuentra apoyada sobre un gran bloque de mármol en el
primer plano de la obra.
Diógenes el cínico. Aparece tumbado sobre los escalones, en un gesto muy representativo de
su sobriedad. Perteneciente a la escuela cínica se regía por los principios de autonomía y
desprecio de los usos de la sociedad.
Sócrates. Situado a la derecha de Platón. Expresa sus ideas a
Alejandro Magno, rey de Macedonia y discípulo de Aristóteles, a
quien se distingue porque va armado.
El profeta Zoroastro, representado con una esfera celeste.
Ptolomeo, de espaldas al espectador, aguanta un globo terráqueo, símbolo de su
teoría de que la Tierra es el centro del universo.
Rafael, el propio pintor se autorretrató con birrete negro y mirando hacia el
espectador.
El autor.
Rafael de Sanzio, a pesar de su corta existencia (sólo vivió 37 años) fue merecedor del apodo de “El Divino”.
Su talante afable y comunicativo, en contraste con el de Miguel Ángel, y su talento innegable, le permitieron
conseguir algunos de los encargos más importantes de la época.
En 1504 se trasladó a Florencia, donde entró en contacto con la obra de Miguel Ángel y Leonardo. Del primero
aprendió a representar sus estudios anatómicos; del segundo, adoptó la técnica del “sfumato”, el claroscuro y
la distribución de figuras en el espacio.
Aunque murió joven, dejó un gran legado artístico. Solía contar con la ayuda de discípulos y firmaba sólo las
de primer orden.
La transfiguración (RAFAEL).
La disputa de los sacramentos (RAFAEL).