Estudio de la jaiba

dohenr 636 views 1 slides Aug 31, 2017
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Lámina estudio


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Observación: la jaiba y su modo mecánico
Comúnmente conocida como jaiba, se puede encon-
trar enterrada bajo rocas, piezas de madera y en la
arena a lo largo de la orilla del mar. Entre machos y
hembras, existen diferencias morfológicas evidentes,
por ejemplo los machos son de mayor tamaño, tam-
bién las pinzas de sus quelípedos; otra de las caracte-
rísticas para diferenciar el sexo, es la forma del abdo-
men, en las hembras es mas largo y ancho, mientras
que en los machos es delgada asumiendo una forma
aguzada.
La imágen diagrama las partes a considerar de la jaiba.
Detalle abdomen y su apertura máxima forzada
El cuerpo de la jaiba es plano y cubierto por un capa-
razón. Se compone de un cefalotórax y el abdomen se
curva por debajo del cefalotórax.
El abdomen es reducido, aplanado, articulado de
forma móvil y está curvado permanentemente en una
ranura debajo del cefalotórax.
Se pueden distinguir por el dimorfismo sexual en la
forma del abdomen. Es largo y delgado (estrecho) en
los machos, pero ancho y redondeado en las hembras
maduras. Los cambios del abdomen de las hembras se
ven a medida que madura; en las hembras inmaduras
el abdomen tiene forma triangular, mientras que en la
maduras es redondo.
Las partes de la boca y los dos prime-
ros maxilópodos son extremadamente
pequeños y están cubiertos por un
tercer maxilopepe que actúa como
cubierta.
De los cinco pares de piernas que caminan, el primer
par son las tenazas (quelípodos) y son las patas más
grandes. Los pares segundo a quinto no son quelatos y
suficientemente desarrollados y fijos.
En algunas especies varía mucho la forma de sus
patas: algunas han evolucionado sus patas traseras
a modo de paleta para poder desplazarse en el agua
mediante el nado.
La morfología del abdomen, también a través de evo-
luciones, ha hecho que las patas se hayan desplazado
desde una posición longitudinal, a otra casi radial. Es
por ello por lo que los cangrejos tienen que despla-
zarse lateralmente, aunque no tienen problemas para
girar completamente su cuerpo; en su posición de-
fensiva levanta el cuerpo con las pinzas amenazantes
mientras rota alrededor de su cuerpo, encarándose en
todo momento con su enemigo.
Al manipular las patas y explorar sus puntos máximos de contracción y
extensión podemos observar claramente cómo la misma estructura de
la concha dispone los límites a partir de su forma.
Las patas delanteras cuentan con un movimiento radial en la coxa
(‘hombro’), y el carpo (‘codo’) que unifica, permite un movimiento de
bisagra. Cuentan también con una imponente tenaza, que cuenta con
un quelípedo fijo equivalente al pulgar del humano, y un quelípedo
móvil que le permite el gesto.
Las patas traseras cuentan con más partes pero su contracción se re-
sume de la misma manera, a excepción de la integración del dáctilo,
equivalente abstracto a la mano humana.
La articulación de las patas está limitada a una contracción hacia la
parte interna unicamente. Se ven fijas por una película tipo goma que
le limita: en la contracción, su tamaño en el espacio establecido se
acumula y no deja que el movimiento continúe en esa dirección.
Se destaca también la impermeabilidad de las articulaciones.
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