Eudemonismo

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Slide Content

Número de equipo:
7.
Integrantes:
Ahuja Perdomo Carlos Romeo (indagación).
Alcántara Rodríguez Faustino (exposición).
Bazán de la Cruz Alexis (exposición).
Ceballos Paredes Alejandro (dinámica).
Hernández Pacheco Rasiel (dinámica).
Rojas Archundia Tomás Ladislao (indagación).
Grado y grupo:
3° semestre; grupo “B”
Catedrático:
Lic. Belkys Castillo Domínguez.
Fecha de entrega:
24 de septiembre de 2015.
Tema:
Eudemonismo.

Eudemonismo:
El eudemonismo, cuyo principal representante fue Aristóteles, es un concepto filosófico de
origen griego (de eudaimonia, palabra griega), que recoge esencialmente diversas teorías
éticas.
Tiene como característica común ser una justificación de todo aquello que sirve para alcanzar
la felicidad. Se ha considerado eudemonismo, al hedonismo, la doctrina estoica, así como
también al utilitarismo.
Todas estas doctrinas basan sus normas morales en la realización plena de la felicidad,
entendida como estado de plenitud y armonía del alma, diferente del placer y pudiéndose
presentar esta de forma personal, como en Demócrito, Sócrates, Aristóteles, Arístipo y la
escuela cirenaica, el estoicismo o el neoplatonismo, o bien de forma colectiva, como se
estableció a partir de David Hume.
Entre los eudemonistas cabe destacar a Aristóteles que fue uno de los primeros y el más
importante, y además, a los eudemonistas que afirmaban que para llegar a la felicidad hay que
actuar de manera natural.
Es decir, con una parte animal (bienes físicos y materiales), una parte racional (cultivando
nuestra mente) y una parte social, que se concretaría en practicar la virtud, que según
Aristóteles se situaba en el punto medio entre dos pasiones opuestas.
Los seguidores de esta teoría ética afirmaban que no se puede ser siempre plenamente feliz.
Siglos más tarde que Aristóteles, Tomás de Aquino afirmaría que sí se puede llegar a esa
felicidad plena y total, pero en otra vida, ya que, en este mundo únicamente existe felicidad
relativa.
Los eudemonistas pensaban que el placer era un complemento de la felicidad. La propuesta
principal del eudemonismo es: "el bien es aquello que nos hace felices y la felicidad es el
aumento de nuestras fuerzas para obrar".
Conceptos:
Aristóteles: Filósofo griego. Hijo del médico real de Macedonia, estuvo veinte años en la
Academia de Platón, primero como discípulo y luego como investigador y como tutor.
Candidato a ser el sucesor del maestro, se afirma (aunque es dudoso) que quedó despechado
por el nepotismo de la elección de Espeusipo y marchó a Assos (Asia Menor), donde escribió
su diálogo sobre la filosofía (la «carta de Assos») y fundó un centro de estudio bajo la
protección de su amigo Hermias, gobernador de Atarnea, con una de cuyas parientes, llamada
Pitias, se casó.
Muerto Hermias (capturado y crucificado por el sátrapa Mentor), partió hacia Lesbos como
huésped de Teofrasto; fiel a la amistad, compuso la Oda a la virtud, en memoria de Hermias y
por la que veinte años después sus enemigos intentaron procesarle por impiedad. Aceptó
luego de Filipo II de Macedonia el cargo de preceptor de Alejandro (de 13 años), quien
siempre conservaría un gran respeto por su maestro, le apoyaría económicamente e incluso le
mandaría desde el Indo ejemplares de la fauna y de la flora de su imperio.

Aristóteles se había trasladado mientras tanto, de nuevo, a Atenas y había fundado el Liceo,
donde enseñaba paseando (de ahí el nombre de escuela «peripatética»), seguía sus
investigaciones y análisis de datos, correspondientes a los más diversos campos (arte
dramático, constituciones políticas, deportes olímpicos, zoología), y elaboraba una veintena de
obras. Sin embargo, al morir Alejandro (a los 33 años), el clan de Demóstenes (autor de las
Filípicas y, por tanto, enemigo de Aristóteles) se envalentonó y «el Estagirita» volvió a decidir
su partida, para «ahorrar a los atenienses un segundo atentado contra la filosofía» (el primero
lo habían cometido con Sócrates). Al año siguiente, moría en Eubea de úlcera de estómago.
Eudemonismo:
Tendencia ética según la cual la felicidad es el sumo bien. La felicidad puede entenderse de
muchas maneras: puede consistir en bienestar, en placer, en actividad contemplativa, etc. En
todo caso se trata de un “bien” y con frecuencia también de una “finalidad”. Se dice por ello
que la ética eudemonista equivale a una “ética” de bienes y fines». El principal representante
de un eudemonismo individualista es Epicuro, y el de un eudemonismo general, Aristóteles.
Del griego "eudaimonia" (felicidad), el término se aplica, en general, a toda teoría ética que
considera que la felicidad es el bien que buscan por naturaleza los seres humanos. En este
sentido, todas las éticas de la antigüedad clásica comparten dicha característica,
diferenciándose a la hora de determinar en qué consiste la felicidad, de la que ofrecen distintas
concepciones: la fortuna, la abundancia de bienes materiales, el placer, la dicha interior, la
rectitud moral, la sabiduría o la serenidad de ánimo.
No obstante, el término se asocia preferentemente a la teoría ética de Aristóteles, a la que
habitualmente se denomina, sin más especificaciones, eudemonismo. Según él, la
consecución de la felicidad (la vida buena, la vida feliz) es el resultado de la acción humana, a
la que se puede acceder por la práctica de las virtudes éticas (regulando la conducta por la
regla del término medio) y las virtudes dianoéticas (de las que la forma parte la prudencia) que
conducen a la sabiduría, el estado ideal de felicidad.
El eudemonismo aristotélico:
Según Aristóteles, todo ser natural tiende a la actualización de lo que le es más propio, de lo
que es de modo esencial y, al mismo tiempo, le distingue del resto de los seres naturales. El
fin hacia el que tiende cada ser particular es, por relación a él mismo, un bien. Así, pues, si
hablamos del hombre, el bien consistirá en la actualización de aquello en lo que, de modo más
propio y esencial, consiste "ser hombre". Y puesto que lo que más esencialmente distingue al
hombre del resto de los animales es la "razón" (el noûs), para el hombre, el bien más elevado,
el "bien supremo", consistirá en la actualización de su "racionalidad" (nóesis). Actúa del modo
más "excelente" o "virtuoso" el que, tanto en el decir como en el hacer o el actuar, se comporta
racionalmente o se conduce como un ser racional. Así pues, en lo que al hombre se refiere, la
"excelencia" o la "virtud" (areté) consiste en actuar "según la razón".
En todo caso se trata de un “bien” y con frecuencia también de una “finalidad”. Se dice por ello
que la ética eudemonista equivale a una “ética de bienes y fines”.

La finalidad del hombre es conseguir la felicidad. Dado que éste se distingue justamente por
poseer la facultad de la razón, la felicidad humana consistirá en perfeccionar al máximo esta
facultad. Vivir bien equivale, pues, a vivir conforme a la razón, que es el rasgo superior de lo
humano. Sin embargo, no siempre actuamos conforme a los dictados de nuestra razón, a
menudo nos dejamos llevar por nuestro lado pasional, la parte apetitiva y no siempre
obtenemos la felicidad actuando de este modo, sino que, por el contrario, nos creamos
problemas de difícil solución. La felicidad es la actividad del hombre conforme a la virtud. A
través de las virtudes el ser humano domina su parte irracional.
Las virtudes éticas son adquiridas a través de la costumbre o el hábito y consisten,
fundamentalmente, en el dominio de la parte irracional del alma y regular las relaciones entre
los hombres. Las virtudes éticas más importantes son: la fortaleza, la templanza, la justicia.
Las virtudes dianoéticas se corresponden con la parte racional del ser humano, siendo, por
ello, propias del intelecto. Su origen no es innato, sino que deben ser aprendidas a través de la
educación o la enseñanza. Las principales virtudes dianoéticas son la inteligencia y la
prudencia.
La virtud es un hábito de carácter racional, y según Aristóteles consiste en el justo medio.
Respecto a la valentía, el justo medio está entre la cobardía y la osadía. Pero además, somos
cada uno de nosotros los que hemos de determinar dónde está nuestro justo medio. Ser
generoso, por ejemplo, no es lo mismo para una persona rica que para una persona pobre.
Características del Eudemonismo:
 Tiene como característica común ser una justificación de todo aquello que sirve para
alcanzar la felicidad. Se ha considerado eudemonismo, al hedonismo, la doctrina
estoica, así como también al utilitarismo.
 Basan sus normas morales en la realización de la felicidad plena, que se entiende por
esto estado de plenitud y armonía del alma.
 Los eudemonista pensaban que el placer era un complemento de la felicidad.
Filosofía:
Para llegar a la felicidad hay que actuar de manera natural. Es decir, con una parte animal,
una parte racional y una parte social, que se concretaría en practicar la virtud.
 Parte animal: bienes físicos y materiales.
 Parte racional: cultivando nuestra mente.
 Parte social: práctica de la virtud.
 Tomás de Aquino afirmó que sí se puede llegar a esa felicidad plena y total, pero en
otra vida, ya que en este mundo sólo existe felicidad relativa
Propuesta principal de esta filosofía:
El bien es aquello que nos hace felices y la felicidad es el aumento de nuestras fuerzas para
obrar.

El eudemonismo preconiza sus normas en calidad de reglas comunes a todos los hombres,
supra históricas, en la sociedad constituida por clases antagónicas, donde no hay una moral
única ni puede haberla.
Concepto con base en la RAE: 1. m. Doctrina que tiene la felicidad por principio y
fundamento de la vida moral.
Conclusión
La felicidad humana (eudaimonia) es el bien supremo al que el hombre puede aspirar (lo más
valioso que podemos lograr) y el fin último de todo lo que hace (todo lo que hace es para
conseguir la felicidad), pues aunque cada actividad humana tiene diferentes fines (objetivos),
unas las hacemos para conseguir dinero, otras salud, amigos, etc...; el fin de todas ellas será
lograr la felicidad. Por ejemplo, se estudia para trabajar, y se trabaja para tener dinero, pero
¿para qué se quiere el dinero si no es para ser feliz? Por tanto, toda actividad tiene un fin,
aspira a conseguir un beneficio, pero hay uno que «se quiere por sí mismo y los demás por
él… ese fin será lo bueno y lo mejor”, la felicidad, el bien supremo o fin último hacia donde se
encamina todo esfuerzo humano, y que se caracteriza por ser autárquico (se basta a sí
mismo) y perfecto (acabado, no se puede añadir nada). Para averiguar en qué consiste este
fin último (la felicidad) se deberá investigar qué es lo propio y distintivo del hombre, ya que en
la máxima realización de la función propia de algo se encuentra su felicidad. La del pájaro será
volar, la del pez nadar..., pero ¿cuál será la función que caracteriza y distingue al ser humano?
¿Qué es aquello que sólo el hombre puede hacer, y en cuyo ejercicio consistirá su felicidad?
¿Cuál es el “oficio» o la tarea propia del hombre? ¿Cómo debe ser verdaderamente un ser
humano? ¿Cuál es su forma de auto realizarse? (Un buen flautista es aquel que toca bien la
flauta: ¿cuándo se es buen hombre? ¿Cuáles son las capacidades del hombre, no como
músico, sino como hombre?). Habrá que estudiar al ser humano delimitando las capacidades
propias del hombre en cuanto hombre.

Bibliografía:
 http://www.definicionabc.com/general/eudemonismo.php;
 https://www.youtube.com/watch?v=kycxuBGsrWo;
 http://eudemonismo-aristoteles.blogspot.mx/.
 http://lema.rae.es/drae/?val=eudemonismo

Introducción:
Primeramente, nos permitimos mencionar que nos tocó presentar el tema de “Eudemonismo”
y, con base en los temas antes visto, tiene mucha relevancia. Prosiguiendo, el tema lo maneja
de manera extraordinaria Aristóteles. Con esta información concisa y detallada, esperamos
que el lector se satisfaga y rinda buenos frutos a corto plazo.
Su estructura es específica, de manera que sea entendible y lo menos contraproducente,
asimismo, con dicha estructura, se aunara a la vida cotidiana, ya que, nosotros necesitamos
satisfacernos unos con otros, de tal manera que, nos llevemos bien.
Metiéndonos en aras del saber, no está de más saber todo esto, podría beneficiarte cuando
menos te lo esperes, pero, con el fin de que no andemos cazcaleando.
En esta indagación, hablaremos de un concepto filosófico de origen griego que, se centra en la
búsqueda o finalidad del hombre que sería la felicidad de él.
El concepto que trata esta investigación es el eudemonismo como habíamos mencionado
anteriormente, este se caracteriza esencialmente por la facultad de la razón, significa que el
ser humano busca adquirir la felicidad por medio de perfeccionar esta facultad.
El vivir bien con una armonía entre lo demás, equivale, pues, a vivir conforme a la razón, sin
embargo, no siempre actuamos conforme a los reglas de nuestra razón, por lo normal nos
dejamos llevar por nuestro lado ambicioso, y no siempre obtenemos la felicidad actuando de
este modo, sino que, por el contrario, nos creamos problemas de difícil solución.
Pensamos que, si el lector hace buen uso de los datos siguientes, podrá ser catalogado como
un estudiador del mismo.
No hace falta decir que estamos viviendo una época difícil en México –todo México se da
cuenta –, pero, cabe resaltar que, si bien nos falta mucho que mejorar, no es imposible, el
mismo Aristóteles nos deleita con sus vastas investigaciones, simplemente, un erudito del
eudemonismo.
Como párrafo siguiente, tocaré un tema tan importante como lo es, el bien común. Estas dos
palabras podrían ser resumidas de manera eficiente, añadiéndole un toque audaz.
Si bien, no nos podría complementar del todo estas palabras, vaya que nos puede servir de
mucho, ahora mismo, plasmaremos una frase del gran Aristóteles: "El bien es aquello que
nos hace felices y la felicidad es el aumento de nuestras fuerzas para obrar".
Ya casi para concluir eso, daremos un resumen de lo que es el eudemonismo, para que al
momento de leer, el que recibe la enunciación, sepa de qué estamos hablando y para qué.
Eudemonismo: Tendencia ética según la cual la felicidad es el sumo bien. La felicidad puede
entenderse de muchas maneras: puede consistir en bienestar, en placer, en actividad
contemplativa, etc. En todo caso se trata de un “bien” y con frecuencia también de una
“finalidad”. Con base en lo leído, esperamos que, ello rinda frutos en usted y sepa cómo utilizar
dichas bases.
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