Fabula el Jilguero Tímido
Había una vez un Jilguero que no quería cantar. Todas las demás aves se preguntaban por qué no
quería cantar, y él siempre les respondía: "Jamás cantaré para ser objeto de burla."
Un día, un Perico se le acercó al Jilguero para decirle: "¿Por qué tienes miedo? Canta, que nadie se
reirá de ti." Sin embargo, el Jilguero no quiso cantar, ni tampoco le respondió nada al perico.
Luego llego una Cotorra y también se le acercó al Jilguero y le dijo: "Te escuché una vez mientras
cantabas en el bosque. ¡Tus cantos son hermosos! ¿Por qué no quieres cantar ahora?."
Aun así el Jilguero siguió sin decir nada. Hasta que finalmente se le acercó un Ruiseñor y comenzó
a cantar de una forma muy hermosa. Sin embargo, el Jilguero siguió con apatía, así que le
preguntó: "Jilguero, ¿por qué no te unes a mí en canto? Haríamos un gran dúo." Y el Jilguero le
confesó sus miedos al Ruiseñor. Y este le dijo: "No importa si cantas bien o mal, eso es asunto
tuyo. Pero si no cantas, ni si quiera para ti mismo, entonces no eres un Jilguero, ni eres nada."
Moraleja: Se tú mismo. Cumple con el propósito para el que Dios te diseñó, sin importar si esto
agrada a los demás o no.
Responde:
1.- ¿Qué respondía el jilguero que no quería cantar?
2.- ¿Qué le preguntó el Perico?
3.- ¿Qué le dijo la cotorra?
4.- ¿Qué le dijo el Ruiseñor?