ANTICOLINÉRGICOS
Los bloqueadores colinérgicos (anticolinérgicos, parasimpaticolíticos o
colinolíticos) son fármacos que actuando sobre células efectoras, inhiben las
respuestas de estas a los impulsos de las fibras colinérgicas postganglionares y a
la acetilcolina (ACh), bloqueando los receptores colinérgicos a este nivel.
Dado que la ACh actúa sobre los receptores muscarínicos y nicotínicos, los
fármacos anticolinérgicos pueden clasificarse, de acuerdo con el tipo de receptor
que bloquean, en dos grandes grupos:
Agentes antimuscarínicos (anticolinérgicos, postganglionares o verdaderos
parasimpatioliticos): antagonizan las acciones muscarínicas de ACh.
Agente antinicotínicos: a su vez se subclasifican en 2 grupos:
o Bloqueadores ganglionares (anticolinérgicos ganglionares o
gangliopléjicos): antagonizan las acciones nicotínicas de la ACh a nivel
ganglionar. P. ej. nicotina, trimetafán, mecamilamina.
o Bloqueadores neuromusculares o agentes anticolinérgicos
neuromusculares.
ANTAGONISTAS DEL RECEPTOR MUSCARÍNICO
Los antagonistas de receptor muscarínico comprenden: 1) los alcaloides naturales,
atropina y escopolamina; 2) los derivados semisintéticos y sintéticos, que difieren
en sus características farmacocinéticas o su duración de acción y muestran
selectividad para los subtipos de receptores muscarínicos. La homatropina y la
tropicamida, tienen una acción de duración más breve que la atropina y la
metescopolamina, el ipratropio y el tiotropio, que son amonio cuaternarios, no
cruzan la barrera hematoencefálica ni las membranas. Los derivados sintéticos
que poseen algún grado de selectividad por el receptor son pirenzepina, la cual
muestra selectividad por los receptores M1.
Los antagonistas muscarínicos evitan los efectos de la ACh al bloquear su unión a
los receptores muscarínicos presentes en las células efectoras en las uniones
neuroefectoras parasimpáticas (y colinérgicas simpáticas), en los ganglios
periféricos y en el sistema nervioso central. Sólo los antagonistas derivados de
amonio cuaternario muestran un mayor grado de actividad de bloqueo nicotínico.
Las funciones de diferentes órganos tienen una sensibilidad variable al bloqueo de
receptor muscarínico. Las dosis de atropina y la mayor parte de los antagonistas
muscarínicos deprimen la secreción gástrica, la secreción salival, la acomodación
ocular, la micción y la motilidad del tubo digestivo. Estas sensibilidades no son una
consecuencia de las diferencias en la afinidad de la atropina por los receptores
muscarínicos en estas zonas, pues la atropina carece de selectividad para los
diferentes subtipos de receptor muscarínico. Los factores determinantes son el
grado en que las funciones de diversos órganos son reguladas por el tono
parasimpático, la “inactivación” de los receptores y de los mecanismos de
señalización, la participación de neuronas y reflejos intramurales.
La mayoría de los antagonistas muscarínicos no son selectivos y sus acciones son
un poco diferentes a las de la atropina, que es el prototipo del grupo. Ningún
antagonista selectivo de subtipo de receptor, incluido la pirenzepina, es del todo
selectivo. De hecho, la eficacia clínica de algunos compuestos puede surgir a