Metilxantinas
Sin embargo, a concentraciones terapéuticas, su capacidad para inhibir
PDE es limitada. En cambio, ejerce una acción más relevante como
antagonista de los receptores de adenosina, un mediador que induce
broncoconstricción mediante una compleja interacción con los
purinoceptores A2. Dado que su efecto broncodilatador directo es
modesto en rangos plasmáticos terapéuticos, se considera que la teofilina
actúa a través de otros mecanismos complementarios:
Inhibe la liberación de mediadores inflamatorios.
Reduce la permeabilidad vascular.
Mejora el transporte mucociliar.
Aumenta la contractilidad del diafragma.
intravenoso se reserva a pacientes con
asma aguda grave que no responden a
simpaticomiméticos β2 y corticoides
intravenosos. Es necesario la
monitorización de los niveles plasmáticos.
circunscriben a tres áreas:
Aparato digestivo (náuseas,
vó1nitos, diarrea, dispepsia,
irritación gástrica)
Sistema cardiovascular
(taquicardia, arritmias)
Sistema nervioso (excitación,
insomnio, cefalea, acúfenos,
convulsiones).
Los ancianos son particularmente
sensibles a estos efectos adversos, y
en los niños se han descrito,
además, anomalías de conducta y
retraso escolar.
Antiinflamatorios
Corticosteroides (Glucocorticoides) Una vez que ingresan a la célula, se unen a sus receptores intracelulares
y el complejo formado se transloca al núcleo. Allí actúan como factores
de transcripción, modulando la expresión de diversos genes. Entre sus
efectos más relevantes se encuentra la inducción de la síntesis de
lipocortina 1, un polipéptido que inhibe la fosfolipasa A2, enzima clave en
la producción de mediadores inflamatorios como las prostaglandinas, los
leucotrienos y el factor activador de plaquetas (PAF).
Además, los glucocorticoides estimulan la producción de MKP-1
(fosfatasa cinasa de mitógenos tipo 1), una enzima que desfosforila e
inactiva cinasas mitogénicas como ERK1/2 y p38, implicadas en la
amplificación de la respuesta inflamatoria.
También reducen la síntesis de citocinas proinflamatorias como IL-5, IL-3
y TNF-α, contribuyendo así a la supresión de la inflamación en
enfermedades como el asma, la EPOC y otras patologías
inmunomediadas.
Beclometasona,
budesónida, fluticasona,
ciclosenida y mometasona
Via inhalatoria: Sin complicaciones
sistémicas
Sus efectos locales: Candidiasis,
Disfonía
Sistémicos: osteopenia,
adelgazamiento, cataratas,
hiperglucemia, inmunodepresión e
inhibición del eje hipotálamo
hipofisario.
Prednisona, prednisolona,
metilprednisolona,
hidrocortisona y
deflazacort.
Via oral: Asma grave
Inhibidoras de la
fosfodiesterasa tipo 4 (IPDE-4)
El AMPc (adenosín monofosfato cíclico) y el GMPc (guanosín monofosfato
cíclico) son segundos mensajeros fundamentales en la señalización
celular. Se generan por acción de las enzimas adenilil ciclasa y guanilil
ciclasa, respectivamente, y participan en múltiples procesos fisiológicos.
En particular, el AMPc activa la proteína cinasa A (PKA), una enzima que
regula funciones celulares clave. Cuando el AMPc se une a las
subunidades reguladoras de la PKA, estas se disocian de las subunidades
catalíticas, que quedan libres para fosforilar proteínas. Estas proteínas
fosforiladas pueden modificar canales iónicos, activar o inhibir enzimas, o
incluso regular la expresión de genes al interactuar con el ADN. En las
células inflamatorias —como monocitos, macrófagos, linfocitos T,
eosinófilos y neutrófilos el aumento de AMPc tiene un efecto
antiinflamatorio. Este incremento inhibe la liberación de mediadores
proinflamatorios, reduce la migración y activación celular, favorece la
apoptosis de ciertas células inmunes y modula la expresión génica hacia
un perfil menos inflamatorio. Por eso, elevar los niveles de AMPc en estas
células puede ser una estrategia útil para controlar procesos
inflamatorios crónicos.
Los niveles intracelulares de AMPc y GMPc están regulados por las
fosfodiesterasas (PDE), un grupo de enzimas que los degradan a sus
formas inactivas. Existen al menos 11 clases de PDE (de la PDE-1 a la
PDE-11), cada una con funciones específicas y distribución tisular
distinta. En particular, la PDE-4 es la isoenzima predominante en células
inflamatorias y en el músculo liso bronquial y vascular, lo que la
convierte en un blanco terapéutico relevante. Los inhibidores de PDE-4
(IPDE-4) bloquean la degradación del AMPc, prolongando su efecto
antiinflamatorio.
Roflumilast
Reduce la formación de
especies reactivas de
oxígeno (ROS) en células
epiteliales, neutrófilos y
músculo liso, lo que
contribuye a disminuir el
estrés oxidativo y la
inflamación local.
Además, inhibe la
proliferación de células
del músculo liso de la
arteria pulmonar, células
endoteliales y
posiblemente algunas
células inflamatorias
implicadas en la
remodelación vascular
pulmonar, un proceso
clave en la progresión de
la hipertensión pulmonar
y la obstrucción crónica.
También actúa sobre los
fibroblastos, reduciendo
su actividad y, con ello, el
remodelado estructural
del tejido pulmonar, lo
que ayuda a preservar la
arquitectura funcional del
pulmón. Por último,
disminuye la producción
de moco y mejora el
movimiento ciliar,
favoreciendo el
aclaramiento mucociliar y
Se administra por vía oral y presenta una
buena biodisponibilidad, cercana al 79%.
Su semivida de eliminación es de
aproximadamente 15,7 horas, lo que
permite su dosificación una vez al día. Tras
su administración, el roflumilast es
rápidamente metabolizado en el hígado
por las enzimas del citocromo P-450,
principalmente CYP3A4 y CYP1A2, dando
lugar a un metabolito activo llamado N-
óxido de roflumilast (NOR).
Este metabolito es entre 2 y 3 veces menos
potente que el fármaco original en la
inhibición de la fosfodiesterasa tipo 4
(PDE-4), con una concentración inhibitoria
media (CI50) de 0,9 nM. A pesar de su
menor potencia, el NOR mantiene una alta
selectividad por esta isoenzima. En
humanos, se estima que el 90% del efecto
terapéutico del roflumilast se debe al
NOR, mientras que solo el 10%
corresponde al compuesto original.