•Surgió en el contexto de la sociedad feudal. Conocida como la “edad
oscura” por el poco impulso que se dio a la ciencia, la época medieval
tuvo su sustento en la producción servil. En este contexto, la clase
señorial echaba mano de la ideología religiosa para transmitir
conformidad y resignación a los siervos, haciéndoles entender que su
situación se debía a la “voluntad de dios”.
•El cristianismo no es una filosofía ni una teoría racional para explicar la
realidad, sino que más bien es un sistema de vida que tiene como
modelo a Cristo y como fin la salvación. Al expandirse esta religión
durante los primeros siglos de su existencia, entra en contacto con la
filosofía griega hasta el grado de dar origen a esa síntesis de filosofía y
cristianismo denominada filosofía medieval. La filosofía medieval se
divide en 2 periodos:
•Patrística: Es el conjunto de especulaciones que durante los primeros
siglos de la era cristiana realizaron los padres de la Iglesia ante la
necesidad de usar conceptos filosóficos griegos para:
•A. Comprender la verdad revelada
•B. Formular racionalmente sus dogmas
•C. Defender su doctrina del constante ataque intelectual de que era
objeto por parte de quienes consideraban irracionales creencias.
•Movimiento filosófico y teológico que intentó utilizar la razón
humana, en particular la filosofía y la ciencia de Aristóteles, para
comprender el contenido sobrenatural de la revelación cristiana.
Fue el principal movimiento en las escuelas y universidades
medievales de Europa, desde mediados del siglo XI hasta
mediados del siglo XV, su ideal último fue integrar en un sistema
ordenado tanto el saber natural de Grecia y Roma como el saber
religioso del cristianismo.
•Los pensadores escolásticos sostuvieron una amplia variedad de
ideas tanto en filosofía como en teología. Lo que da unidad a
todo el movimiento escolástico son las metas comunes, las
actitudes y los métodos aceptados de un modo general por
todos los miembros. La principal preocupación de los escolásticos
no fue conocer nuevos hechos sino integrar el conocimiento ya
adquirido de forma separada por el razonamiento griego y la
revelación cristiana. Este interés es una de las diferencias más
características entre la escolástica y el pensamiento moderno
desde el renacimiento.
•El objetivo esencial de los escolástico determinó algunas actitudes
comunes, de las que la más importante fue su convicción de la armonía
fundamental entre razón y revelación. Los escolásticos afirmaban que el
mismo Dios era la fuente de ambos tipos de conocimiento y la verdad
era uno de sus principales atributos. No podía contradecirse a sí mismo
en estos 2 caminos de expresión. Cualquier oposición aparente entre
revelación y razón podía deberse o a un uso incorrecto de la razón o a
una errónea interpretación de las palabras de la revelación. Como los
escolásticos creían que la revelación era la enseñanza directa de Dios,
ésta tenía para ellos un mayor grado de verdad y certeza que la razón
natural.
•En los conflictos entre fe religiosa y razonamiento filosófico, la fe era
siempre el árbitro supremo, la decisión de los teólogos prevalecía sobre
la de los filósofos. Después de principios del siglo XIII, el pensamiento
escolástico puso un mayor énfasis en la independencia de la filosofía en
su campo propio. A pesar de todo, durante el periodo escolástico la
filosofía estuvo al servicio de la teología, no sólo porque la verdad de la
filosofía estaba subordinada a la de la teología, sino también porque los
teólogos utilizaban la filosofía para comprender y explicar la revelación.
•Como resultado de su creencia en la armonía entre fe y razón, los escolásticos
intentaron determinar el ámbito preciso y las competencias de cada una de estas
facultades. Muchos de los primeros escolásticos, como el eclesiástico y filósofo
italiano San Anselmo, no lo consiguieron y estuvieron convencidos de que la razón
podía probar algunas doctrinas procedentes de la revelación divina. Más tarde en
el momento de esplendor de la escolástica, el teólogo y filósofo italiano Santo
Tomás de Aquino estableció un equilibrio entre razón y revelación. “Entiende para
creer” afirmará enfrentándose a la agustiniana frase “Cree para entender”. Sin
embargo, lo escolásticos posteriores a Santo Tomás, empezando por el teólogo y
filósofo escoses Duns Escoto, limitaron cada vez más el campo de las verdades
capaces de ser probadas a través de la razón e insistieron en que muchas
doctrinas anteriores que se pensaba habían sido probadas por la filosofía tenían
que ser aceptadas sobre la base única de la fe. Una de las razones de esa
limitación fue que los escolásticos aplicaron los requisitos para la demostración
científica, recogidos al principio en el Organon de Aristóteles, de una manera
mucho más rigurosa que lo había hecho cualquiera de los filósofos anteriores. Esos
requisitos eran tan estrictos que el propio Aristóteles rara vez fue capaz de
aplicarlos en detalle más allá del campo de las matemáticas. Este tendencia
desembocó en la pérdida de confianza en la razón natural humana y en la
filosofía, como quedó caracterizada la primera época del renacimiento, y así lo
asumieron los primeros reformadores religiosos protestantes, como Martin Lutero.
•Otra actitud común entre los escolásticos fue su sometimiento a las
llamadas autoridades, tanto en filosofía como en teología. Esas
autoridades eran los grandes maestros del pensamiento de Grecia y
Roma y los primeros Padres de la Iglesia. Los escolásticos medievales se
impusieron a sí mismos pensar y escribir mediante el estudio único e
intensivo de los autores clásicos, a cuya cultura y saber atribuían certezas
inmutables. Tras alcanzar su plena madurez de pensamiento y producir
los primeros trabajos originales de filosofía, siguieron citando a las
autoridades para dar peso a sus propias opiniones, aunque a esas
últimas llegaban en muchos casos de manera independiente.
•Críticas posteriores concluyeron de esta práctica que los escolásticos
eran meros compiladores o repetidores de sus maestros. En realidad , los
escolásticos maduros como santo Tomás de Aquino o Duns Escoto,
fueron muy flexibles e independientes en su utilización de los textos de los
clásicos; a menudo con el fin de armonizar los textos con sus propias
conclusiones, ofrecieron interpretaciones que eran difíciles de conciliar
con las intenciones y motivos inspiradores en los clásicos. El recurso a la
cita de los clásicos fue, en muchos casos, poco más que un ornamentos
estililístico para empezar o finalizar la exposición de las propias opiniones
e intentaba demostrar que las ideas del exégeta eran continuidad del
pasado y no simples novedades. Novedad y originalidad de
pensamiento no eran perseguidos de forma deliberada por ninguno de
los escolásticos, sino más bien minimizadas lo más posible.
•Los escolásticos consideraron a Aristóteles la máxima autoridad
filosófica, llamándole de modo habitual “el filósofo”. El primer
prelado y teólogo cristiano San Agustín fue su principal autoridad
en teología, tan sólo subordinado a la Biblia y a los concilios
oficiales de la Iglesia. Los escolásticos se adhirieron con mayor
intensidad, y sin ninguna crítica, a las doctrinas emitidas por la
jerarquía eclesial, al admitir opiniones de Aristóteles en materia de
ciencias empíricas, como la física, la astronomía y la biología. Su
aceptación sin crítica debilitó a la escolástica y fue una de las
principales razones de su desdeñoso rechazo por parte de los
investigadores y sabios del renacimiento, e incluso de mucho
tiempo después.
•Periodos de la filosofía escolástico
•Generalmente se divide en 3 periodos:
•Primera Escolástica (siglos XI al XII). Se establecen las bases y el
acuerdo total entre fe y razón. Influencia de Platón y san Agustín,
principalmente.
•Alta Escolástica (siglos XIII al XIV). Se elaboran los grandes sistemas
filosóficos-teológicos. Se considera parcial el acuerdo entre fe y
razón. Influencia de Aristóteles.
•Escolástica Tardía. Disolución de la escolástica. Se vislumbra una
separación entre la fe y la razón.
•Durante el periodo medieval se produce una intensa disputa en torno a un
problema heredado desde la antigüedad: “El problema de los Universales”.
Cuando hablamos de los universales hablamos de ideas o conceptos generales
que engloban a los elementos particulares. Así, por ejemplo, la idea general o
universal libro hace referencia a todos los libros sean estos de matemática, lógica,
literatura, etc; por que todos ellos sin distinción son libros. Ahora bien, el problema
estriba en lo siguiente: ¿Estos universales existen fuera de las cosas materiales
concretas o están presentes ya en las cosas mismas? ¿nuestro conocimiento se
mueve de la sensación al concepto, o del concepto a las cosas? ¿es más real la
idea general de un río que las furiosas aguas del Amazonas en estos momentos?
•Realismo: afirma la existencia real de los universales como entidades ideales o
modelos que preexisten o son anteriores a las cosas particulares. Primero existe el
hombre en general como idea, después como producto de esta idea existen los
hombres singulares. Representantes: Juan Escoto de Erígena (810-877), San
Anselmo de Canterbury (1093-1109).
•Nominalismo: insiste en la realidad exclusiva de las cosas particulares y reducen los
universales o ideas o meras palabras (en latín, nomina) con que designamos a las
cosas individuales. Es decir, tomamos los datos de los sentidos y los coleccionamos
por su semejanza en una presunta idea de los objetos. Por lo tanto, no existen el
hombre ni la casa en general; estos no son más que los nombres con que se
designa a un conjunto de hombres o casas individuales. Representantes: Berenger
Tours (1000-1088), Juan Roscelino (1050-1088), Guillermo de Ockham (1280-1349)
Fue la figura más destacada en la primera escolástica , arzobispo de Canterbury. A él
se debe el método de investigación característico de este periodo, método según el
cual los pasos a seguir en toda investigación son:
A. Partir de la fe, pues ella nos proporcionará los hechos que debe interpretar la razón.
B. Confiar en la revelación como único criterio de verdad.
C. Aceptar como ciertos sólo resultados de la investigación que son acordes a los
revelado por Dios.
Para Anselmo, el camino a seguir va de la fe a la ciencia y nuca a la inversa, y ésta
impulsa a los creyentes para que entiendan racionalmente las verdades ya aceptadas
por la fe. Para demostrar la existencia de Dios construyó varias pruebas, la más
conocida es la llamada por Kant “argumento ontológico”.
Cuando el ateo, niega a Dios y sostiene que no existe, entiende el significado de la
palabra Dios y tiene en su mente la idea de Dios. La idea de Dios es de un ser supremo,
es decir, lo más grande que se puede pensar (concepción de dios como el mayor
objeto del pensamiento).
Ahora bien, si afirmamos que algo no existe, y hubiera otra cosa exactamente igual a
eso pero que sí existe, por el solo hecho de existir lo segundo sería mayor que lo
primero.
Si ese ser supremo sólo existiera en la mente (y que no existe en el mundo material) ,
entonces aún se podría concebir otra idea, la idea de un ser supremo (lo más grande
que se puede pensar), que además existiera en la realidad, y que, por consiguiente,
fuera mayor que el correspondiente a la idea original. Esto es una contradicción, pues
la idea original de Dios correspondería a un ser supremo que no es realmente supremo.
Para evitar la contradicción (pues una contradicción es siempre falsa), el insensato
debe admitir que la idea de Dios corresponde a un ser supremo (lo máxima que se
pueda pensar), que además existe en la realidad ya que de lo contrario habría otro
mayor.
•Es el más grande filósofo de la Edad Media. Vivió en el siglo
XIII, la edad de oro escolástica, cuando la cultura sale de
las escuelas catedralicias y se fundan las primeras
universidades.
•La filosofía de Santo Tomás coincide con la de Aristóteles.
Ha sido tan enorme el tomismo, que hasta nuestros días
sigue siendo la filosofía sustentada por la Iglesia Católica.
•Fe y Razón. Para Santo Tomás la fe y la razón proceden de
Dios, y ambas son fuentes de conocimiento distintas e
independientes, pues la fe se basa en la luz sobrenatural de
la gracia y tiene como objeto los datos revelados, y la
razón sólo se apoya en la luz natural de su propia
inteligencia y su objeto es la realidad sensible. La fe no
suprime la razón, la supone.
•La filosofía ya no es más un instrumento de
la teología. Santo Tomás de Aquino la
considera una ciencia autónoma con un
objeto propio y diferente. La teología se
funda tanto en la revelación como en la
razón. Es un síntesis de los 2 medios de
conocimiento y tiene como finalidad
penetrar intelectualmente en las verdades
de la fe; por su parte, la filosofía sólo está
fundada en la razón y no acepta la
autoridad de opiniones ajenas y su
finalidad es la comprensión de todo: el por
qué del mundo y sus causas.
•Santo Tomás rechazó la prueba ontológica de San Anselmo, pues para él la existencia de Dios
no se deriva de su esencia, sino que se siguió una línea. Su procedimiento va de los efectos
las causas y de lo contingente a lo necesario.
•1ª. Vía del Cambio. Existe el movimiento en el mundo (esto lo sabemos por los sentidos) y todo
lo que se mueve es movido por algo y esto, a su vez, requiere de ser movido por otro motor,
pero debe existir un primer motor, que mueva a todo lo demás sin ser él mismo movido por
nada y este primer motor es Dios.
•2ª. Vía de la Causación. La causa eficiente es esta realidad exterior que explica el paso de la
potencia a acto, sacando a la materia de su inercia. Encontramos en las cosas sensibles un
orden de causa eficientes. No es posible que algo sea causa de sí mismo. Todo lo que existe
tiene una causa. Además es imposible proceder ad infinitum en las causas eficientes y, por
ello, es necesario que exista una primera causa (una causa que no es causada , que no es
efecto de nada) para que exista una segunda y así sucesivamente, por lo que es primera
causa es Dios.
•3ª. Vía de la Contingencia. La contingencia consiste en el hecho de que todo lo que existe
tiene que tener su razón de existencia (su razón suficiente). Todo lo existente en el universo
tiene la posibilidad de ser y no ser. Lo contingente depende de los necesario. En la serie de
seres contingentes que tienen su causa en algo necesario, no se puede proceder
infinitamente. Es decir, debe haber un ser necesario por sí mismo y lo llamamos Dios.
•4ª. Vía de los Grados de Perfección. Se encuentra en las cosas, que algo es más o menos
bueno, verdadero o noble. Existen diferentes grados de perfección, los cuales se acercan más
o menos a la perfección total. Esto implica la noción de perfección, que a su vez implica lo
que podemos llamar un Ser Perfecto. Esta perfección es fuente de todo lo demás, y es Dios.
•5ª. Vía de la Finalidad. En la naturaleza hay un orden y una finalidad: todo tiende a un fin,
incluso los seres que carecen de conocimiento. Lo que no conoce ha de tender hacia un fin
dirigido por alguien que conozca. En la serie de seres inteligentes directores que a su vez
tienden a un fin no se puede proceder ad infinitum. Por ello, existe un ser inteligente que dirige
todas las cosas naturales a su fin y que se convierte en fin absoluto de todo: este es Dios.
• La SOCIEDAD-ESTADO es una institución natural fundamentada en la naturaleza humana. Ello se debe
a la existencia de la razón y del lenguaje que nos hacen ver que el fin del hombre en esta vida es
algo colectivo.
• El GOBIERNO también es una institución natural. Si no existiera se produciría el peligro de disgregación
egoísta por parte del hombre. Tanto la Sociedad como el Gobierno no son el resultado del pecado y
la maldad humanas (Agustín). Incluso en estado de inocencia, tanto el gobierno como la sociedad
serían necesarios a partir de las desigualdades naturales del hombre.
• El ESTADO es una sociedad autónoma que posee los medios necesario para la consecución del fin a
que está destinado: el bien común. Tal bien común exige: paz dentro del estado; dirección unificada;
provisión necesidades de vida; paz con el exterior.
• La IGLESIA tiene un fin sobrenatural y, por tanto, más elevado que el del Estado. Tomás de Aquino
defiende el poder indirecto de la Iglesia sobre el Estado: éste debe subordinarse a la iglesia en
asuntos de carácter sobrenatural. Ello no implicaría, según Tomás de Aquino, pérdida de autonomía
de la función del Estado. Y no significaría pérdida de autonomía por lo siguiente:
El fin de la vida social es la vida buena según virtud. Ahora bien, la auténtica vida virtuosa no es la
fundamentada en el medio (al modo aristotélico), sino la que tiene carácter teologal. En la práctica
esto significa que no está en manos de ningún organismo humano el conseguir el auténtico hombre
virtuoso. De ahí que no deben ser las leyes humanas el fundamento último de la vida social sino la ley
eterna. Y la ley eterna la representa mejor la iglesia que el estado. Por consiguiente, en última
instancia, los reyes deben de someterse a los sacerdotes. La función del estado debe de consistir en
realizar sus tareas propias, pero poniendo siempre la atención en que la auténtica felicidad está en la
otra vida. Ahora bien, según Tomás de Aquino, esto no implica que el hombre tenga dos fines: uno
natural y otro sobrenatural. Existe un único fin (el sobrenatural). Y tanto el Estado como la Iglesia
deben de contribuir a la consecución de tal fin. El problema de las relaciones entre la iglesia-estado,
en Tomás de Aquino, son muy similares a las relaciones entre razón-fe.
•
•El PODER DEL MONARCA procede de Dios. De todos modos
algunos afirman que existen textos en donde parece que Tomás
de Aquino daba a entender que tal poder derivaba
directamente del pueblo y de éste pasaba al monarca. Otros
afirman que existen también textos que niegan categóricamente
esto último. Dejando de lado esta absurda polémica, parece
que, sobre esta cuestión, se podría establecer lo siguiente:
•1º) El gobernante no tenía poder legislativo.
2º) La mejor constitución sería mixta: elementos aristocráticos así
como ciertos magistrados elegidos por el pueblo (democracia)
deberían formar parte del gobierno.
•En cuanto a las FORMAS DE GOBIERNO dice:
1º) hay tres tipos de gobiernos buenos: democracia que observa
la ley; aristocracia=monarquía.
•2º) Tres tipos de gobiernos malos: democracia demagógica;
oligarquía; y tiranía.
•3º) La Monarquía es el mejor de los buenos gobiernos. Es la más
natural ya que representa de modo análogo el gobierno de la
razón sobre las otras partes del alma. Tal monarquía debería estar
controlada por los magistrados de elección popular.
•Es considerado unánimemente el más importante de los lógicos escolásticos. En un
comienzo fue discípulo de Duns Escoto, con quien luego discrepó. También combatió
al Papa por el tema de la transustanciación y por la insistencia de éste último en que
un grupo llamado los Espirituales pudiera renunciar a su voto de pobreza y poner
propiedades a su nombre. Fue excomulgado en 1328 y se refugió en la corte del
emperador Luis de Baviera. Por entonces la disputa entre el Papa y el emperador se
había convertido en una batalla entre Francia y Alemania. El Sacro Imperio Romano
prácticamente había dejado de existir, Mientras estaba bajo la protección del
emperador, Guillermo de Ockham escribió varios tratados políticos importantes,
defendiendo que se le quitara poder secular a la Iglesia y promoviendo la
democracia. Esta clase de ideas llevaron a la larga al Renacimiento y a la Reforma.
•No es menos importante que Ockham trató de restaurar el rigor en el estudio de la
lógica. Decía que Aristóteles había sido mal entendido por muchos, haciendo que la
lógica y la teoría del conocimiento cayeran en las garras de la metafísica y la teología.
La lógica, sostenía Ockham, es el análisis de los términos científicos, en tanto que la
ciencia misma versa sobre las cosas. La lógica se ocupa de los universales y utiliza para
ello términos y conceptos, no estados de la materia
•En filosofía Guillermo es famoso por su invención de “la navaja de Ockham” que
supuestamente serviría para poner fin a toda pedantería escolástica. Dicen que dijo:
“las entidades no deben multiplicarse sin necesidad” aunque en realidad lo que dijo
fue: “es vano hacer con más lo que se puede hacer con menos”. Con lo cual quería
decir que la forma más simple de un enunciado es superior a una sucesión interminable
de hipótesis.
•Plantea que la existencia real es la de los individuos, de las cosas. Mientras que los
universales son abstracciones de las características comunes de las cosas y que sólo
existen como conceptos en la mente y no en la realidad. La posición filosófica de
Ockham ha sido calificada como nominalista, aunque este término se refiere
propiamente a quienes sostienen que los “universales” son simplemente voces,
nombres o convenciones y que por lo mismo carecen de cualquier forma de
existencia.
•Ockham es un filósofo que comprende que lo político no es
un añadido de la religión, ni viceversa, y que por lo tanto la
vida política es toda una práctica de las virtudes cívicas y
no un práctica de virtudes religiosas individuales.
•Comprende la función en esencia de la política como una
acción reflexiva y práctica, que recae fundamentalmente
en el gobernante y no en el Papa.
•Así el Político no puede ser, desde Occidente, un líder
religioso, sino un hombre capaz de dirigir hacia las virtudes
cívicas a los ciudadanos, debe tener la capacidad de
llegar a convertir la obediencia en adhesión, la imposición
en legitimación.
•El hombre es sujeto que goza de un cúmulo de derechos,
naturales y positivos, radicados en la voluntad de Dios y en
la historia humana que son como baluartes de su libertad.
•El Papa ni por derecho humano, ni por derecho divino, ha
recibido una potestad tal que le permita extenderse en su
dominio hacia las cosas temporales.
•Concibe al imperio como una monarquía universal laica, con
plena autonomía. El emperador puede ser tal, aún sin la
consagración.
•Uno de los puntos centrales de su pensamiento político tiene que
ver fundamentalmente con el individuo, al reconocer a éste
derechos y deberes independientes de la comunidad. El
individuo es el agente principal de la política, pues al reunirse esa
voluntad de cada individuo y decidir sobre cual es la mejor forma
de gobierno que necesitan los individuos para vivir felices, es
como se puede conformar una comunidad política, alejada de
la interpretación teológica de la política.
•El voluntarismo en Ockham deja claro que cada individuo decide
qué hacer y por ello la verdad en filosofía, en teología y en la
política, se hace posible si se parte de una decisión individual.
Mientras el sujeto pueda decidir en su libre arbitrio, puede
constituir las instituciones que desee, sólo en esta medida es
posible las democracias.
•El debilitamiento de la autoridad Pontificia no significaba un
ataque directo a la Iglesia como institución, sino una reflexión
sobre la tarea de la misma, y mucho más sobre la justificación de
las nuevas autoridades civiles.
•Podría denominársele como un pensador estrictamente
moderno.
MUÑOZ, O. “Guillermo de Ockham: un
pensador político moderno en el mundo
medieval”. Disponible en:
http://www.forodeeducacion.com/nume
ros5_6/011.pdf