Filosofia de platon

FranciscoSanchez32 366 views 6 slides Nov 25, 2014
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About This Presentation

RIDE THE WILD WINGS


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CONTEXTUALIZACIÓN
4.1
Platón nació en Atenas en el 427 a.C. y fue un discípulo de otro gran filósofo, Sócrates. En esta
época Platón se enfrento a diferentes cambios políticos, como el ocaso de Grecia o la guerra del
Peloponeso. Guerra en la cual los Atenienses representaban un imperialismo mientras que el go-
bierno de la aristocracia en Esparta defendía las ciudades, las Polis. Tras ganar la guerra, Espar-
ta impone en Grecia un gobierno oligárquico con los treinta tiranos. La democracia se ve afectada
gravemente en esta época. Además nacen los demagogos, que buscan convencer con la palabra.
Entre estos demagogos se encuentran los sofistas, los cuales no creen que exista la justicia, sino
que hay opiniones. Estos sofistas representarán un individualismo e intentarán conseguir poder
político por medio del monólogo convenciendo a los ciudadanos.
Platón encuentra difícil un gobierno justo y propone que o bien los filósofos gobiernen o que los
gobernantes filosofen. Se podría decir que Platón estaba a favor de una aristocracia, pero una
aristocracia del conocimiento en la que los que gobiernan son filósofos. Platón dice que es impo-
sible hacer el bien, sin conocer antes la idea de bien.
La obra de Platón se divide en cinco partes, la primera forma parte de su juventud y las restantes
son obras de su madurez. La primera parte, libros I y parte del II, intenta averiguar que es la justi-
cia y cómo ser justos. La segunda parte profundiza la noción de justicia, aquí expone la educación
platónica al decir cómo deben ser cada uno de los integrantes de la polis, poniendo a los comer-
ciantes y artesanos con la virtud de la moderación, los guerreros que deben defender la polis y
guardar su seguridad con la virtud del valor y para evitar la corrupción propone la abolición del
derecho de la propiedad y de la familia para los gobernantes. En la tercera parte, se encuentra La
República, procedente de Politeia, en la que se trata las formas de organización de la polis. La
República se puede interpretar de distintas formas: bien como un texto político, como un texto que
interpreta los problemas de la ética individual, o bien interpretando su exposición de su ontología.
En esta parte también trata los problemas de corrupción y dice que hay que educar a los gober-
nantes y a todos los ciudadanos de la polis. La cuarta parte de su obra habla sobre las diferentes
formas de gobierno (timocracia, oligarquía, democracia y tiranía). Y la quinta parte se puede in-
terpretar como un epílogo en el que se divide en otras dos partes: la proscripción de la poesía y
los castigos y premios.
4.2
El mito de la Caverna resume el platonismo en general. Existe la liberación de libertad y de pasio-
nes. También está expuesto en él el conocimiento de bien, que se compara con la idea de sol.
Para el prisionero liberado el sol les muestra la verdadera realidad, el bien le lleva al verdadero
conocimiento. Mientras los prisioneros siguen viendo sombras proyectadas por la hoguera y las
figuras, estas sombras son el mundo sensible, mientras que fuera de la caverna se encuentra el
mundo inteligible. Es así como el filósofo debe intentar llevar este conocimiento verdadero a los
prisioneros.
Platón era alumno de Sócrates, es por eso que se ve influenciado en sus primeras obras aunque
luego adquiere madurez. Platón defiende la búsqueda de la verdad a través del diálogo, esto se
verá contrapuesto por los sofistas los cuales intentan hacer verdadero cualquier término indepen-
dientemente de que lo sea por medio del engaño.

Platón se ve influenciado principalmente por los Presocráticos Parménides y Heráclito, los cuales
interpretaban este mundo sensible como algo que está en movimiento, algo que cambia.
Cuando intenta resolver el problema de la naturaleza dice que el bien es el arjé y que está en el
mundo suprasensible. Mientras que para el problema del hombre y de los sofistas los cuales bus-
can por monólogos convertir cualquier tesis en cierta, Platón propone la paideia la cual es la solu-
ción para adquirir virtud. Dice que solo a través del conocimiento está el autodominio. Nace la
figura del filósofo-rey.
Platón fue muy influyente a partir de sus obras, tanto que se dice que los filósofos posteriores a él
solo son notas a pie de página de sus obras. Uno de sus discípulos fue Aristóteles, el cual veía la
realidad de otra forma, no conformándose con las ideas. Para Aristóteles, lo importante era la
esencia de las cosas. Con el cristianismo nacen filósofos neoplatónicos como San Agustín, el cual
explicará la ontología de Platón con Dios como la idea de Bien.
Nietzsche, un filósofo más actual nos hace una crítica al platonismo y al cristianismo con su vita-
lismo. Para Nietzsche esto solo existe un mundo aparente y estas corrientes filosóficas son un
insulto para el conocimiento de lo sensible. Nietzsche dice que:"El cristianismo quiso educar a
una bestia y la enfermó".
Otro filósofo moderno, Karl Popper dijo que Platón, era el padre espiritual de todos los autorita-
rismos.

NOCIONES
EL PRISIONERO Y LAS SOMBRAS
Entre las imágenes del mito podemos destacar la caverna. El mundo exterior y esta nos simboli-
zan los dos mundos de la teoría de las ideas, El mundo sensible y el inteligible. Para platón, el
hecho de que en el mundo sensible haya cosas que se puedan comprender se debe que son co-
pias del mundo de las ideas, puesto que estas ideas son la auténtica realidad.
Platón piensa que la materia no se puede conocer, por eso la caverna que representa es oscura.
El texto dice que la caverna está abierta a la luz, y fuera de esta caverna está el mundo de las
ideas. Así mismo dentro de la caverna se encuentra una hoguera que representará el sol de
nuestro mundo, el cual nos hace ver las sombras, que no son más que un mero reflejo de la reali-
dad. Las sombras representan el único conocimiento que tienen las personas que no han recibido
una paideia. Son doxas, opiniones.
Por otro lado, los prisioneros representan los ciudadanos antes de haber recibido la educación.
Esto se explica a partir de la concepción platónica del hombre y del alma que se encuentra dividi-
da en racional, irascible y la apetitiva, siendo las dos últimas las pasiones. Estas pasiones son
ataduras que hay que liberar con la educación. Platón representa el alma mediante prisioneros
que solo conocen lo que tienen delante. Representando que el alma es esclava de pasiones y de
la oscuridad del conocimiento.
EL ASCENSO AL MUNDO DE ARRIBA Y EL SOL.
El mito describe un proceso de liberación y un camino que hay que seguir. Al final del camino
aparece un mundo distinto del que el prisionero estaba acostumbrado. El primer paso hacia la

liberación se percibe con el dolor de tener que renunciar a los deseos sensibles. Cuando el pri-
sionero mira hacia los objetos y hacia el fuego se confunde. Pero este se resiste a abandonar la
caverna porque aunque percibe el engaño quiere seguir siendo engañado porque no es capaz de
acostumbrarse a la realidad. Nos encontramos la espisteme, donde se empieza a tener un cono-
cimiento verdadero. El sol simboliza la idea de Bien, el cual es la causa que sustenta las ideas.
En el mundo sensible el sol da la vida y nos ilumina las sombras, mientras que en el mundo su-
prasensible el sol nos da conocimiento y nos muestra la verdad.
La idea de bien proporciona al alma el querer llegar al conocimiento y esta no descansará hasta
alcanzarlo.
EL DESCENSO A LA CAVERNA Y LAS TINIEBLA S.
Descender a la caverna simboliza la función que Platón asigna al filósofo en la polis y la respon-
sabilidad que tiene corresponder a la polis por todo lo que recibe de ella. Su función es gobernar y
dirigir la polis hacia el bien. Es su responsabilidad. Las tinieblas que le rodean cuando regresa a
la caverna simbolizan la dificultad de esta tarea, ya que cuesta resolver los problemas de la polis.
Mientras que por otro lado los ciudadanos muestran gran resistencia cuando se intenta dirigirlos
al bien.
Si la educación en la filosofía fuera una huida del mundo, aquel que completa la realidad no debe-
ría sentir ningún tipo de compasión por los prisioneros. El alma del filósofo es ahora autosuficiente
y cuando recuerda la caverna la repudia y prefiere seguir en un mundo real y no en un mundo
aparente. Deja el mito un saber pesimista, los prisioneros están cómodos en las sombras y no
quieren escapar de sus cadenas. Se ríen e incluso amenazan con matar al filósofo por hablar de
otro mundo verdadero. Estos prefieren las tinieblas a la luz.
TEORÍA DE LAS IDEAS
Respecto a la Ontología, las cosas cambian, es decir, se desprenden de sus propiedades, toman
otras nuevas y desaparecen. Una cosa no muere cuando se destruye, el concepto no está en es-
ta cosa sino separado de ella. Este concepto se llamará Idea.
Se busca la definición universal de bueno, bello, justo. Las cosas bellas lo son por la presencia en
ellas de lo bello. Platón pasará al razonamiento ontológico y si hay algo que justifica que las co-
sas sean buenas o bellas habrá que afirmar que eso existe por sí mismo. Edificará su teoría de
las ideas.
Toma como punto de partida lo que ordinariamente llama el concepto socrático y que el llamará
Idea (idea de valor, justicia...) que tienen una realidad separada que pertenece al mundo inteligi-
ble. Si existe el valor, belleza y bien como algo objetivo y absoluto. Hay un bien para cada uno de
nosotros.
Las ideas no son conceptos, son realidades que existen con independencia de las cosas. Son la
misma realidad, cada idea es única, eterna, inmutable e inalterable y solo captable por la inteli-
gencia.
El interior de la caverna representa el mundo sensible y las sombras son apariencias del mundo y
su falta de realidad está caracterizada por la oscuridad que lo inunda.

El mundo de las cosas se caracteriza porque pueden ser otra cosa, tienen temporabilidad, cam-
bian y son imperfectas. Mientras que el mundo inteligible, las cosas tienen que ser lo que son, son
eternas, no cambian y son perfectas.
La idea de bien es la idea más importante en la jerarquía de las ideas ya que simboliza el sol, que
nos da la vida y nos muestra la verdad, las ideas. Por debajo de la idea de bien están las ideas
supremas (ser, quietud, movimiento...), los valores morales, las ideas matemáticas y por último
las ideas generales de todas las cosas particulares.
Las ideas son causa de las cosas no porque las produzcan sino porque constituyen su verdadera
esencia. La causa efectiva del mundo sensible es el Demiurgo, una especie de Dios o inteligencia
ordenadora.
El espisteme está dirigido a la realidad verdadera o auténtica, al ser, lo que es real. Sin ideas no
existe ninguna realidad en sentido estricto ni tampoco existe el conocimiento.
Ningún objeto de este mundo cumple las exigencias platónicas de perfección e inmutabilidad por
lo que sobre estos objetos no puede haber ciencia. Solo es posible una opinión, un doxa. Las
ideas las capta la razón, que es la parte racional del alma.
Existen diferentes grados de conocimiento.
El grado más bajo es la eikasía, que es el conocimiento de sombras e imágenes de cosas sensi-
bles. Son reflejos de las cosas, tienen su ser prestado y apenas tienen ser.
Después se encuentra la creencia (pistis), cuyo objeto son las realidades sensibles. A pesar de
ser superior a la eikasia no deja de ser imperfecto.
Después esta la dianoia, que procede por hipótesis para extraer por deducción ciertas conclusio-
nes y saberes como la aritmética.
El grado superior será la noésis, que tiene como objeto las ideas. Cuya comprensión nos da un
conocimiento superior y máximo sobre los objetos de este mundo que son buenos y reales en
cuanto participan de esas ideas. La noésis es el conocimiento perfecto que da lugar a la ciencia
de las ideas, a la dialéctica.
La dialéctica, que es el método por el que se busca la verdad, puede ser ascendente (ascender
desde un concepto hasta su categoría general) en la que se eleva de idea en idea hasta eliminar
toda hipótesis, llegando a la idea de las ideas. O puede ser descendente, en la que analizando los
elementos particulares dentro de una determinada categoría desarrollamos las diferentes conse-
cuencias de aquel principio carente de hipótesis. Platón compara al dialéctico con un carnicero
capaz de disecar un cuerpo según sus articulaciones naturales.
El símil del sol, el cual se compara con la idea de bien, ya que al igual que el sol hace posible la
visión en el ser humano, el bien hace posible el conocimiento de las ideas. La idea de bien es el
fundamento de la ciencia. De la misma manera que el sol da el ser, la vida, el bien concede el ser
y la esencia a las ideas.
LA EDUCACIÓN PLATÓNICA
Platón supo establecer una ontología que le permitió clasificar y jerarquizar las realidades sensi-
bles e inteligibles y una gnoseología con la que mostrar que tipo de conocimiento puede haber y
cómo realizarlo.

Platón supo reconocer que para organizar la polis no bastaba con describir teóricamente el cómo,
sin tener ciudadanos y gobernantes adecuados es imposible una polis justa. Así concluyó Platón
que la tarea principal del gobernante es la educación de los ciudadanos, el mejor modo de tener
una polis justa es tener ciudadanos buenos y para esto es necesaria la paideia.
La solución principal que dio Platón fue educar a los ciudadanos. Para esto hay que responder
dos preguntas centrales: qué tipo de hombre queremos formar y qué tipo de polis es la que permi-
te la verdadera educación de sus ciudadanos. Para una auténtica comprensión de la educación
es necesario saber qué es el hombre en sí, qué lo perfecciona, qué es la polis y cómo lograr que
los jóvenes sean buenos.
La ontología dualista platónica implica una concepción dualista del hombre: el hombres es un
compuesto de alma y cuerpo. El hombre es solo su alma, la unión con el cuerpo es meramente
accidental, es más un estado o situación del alma que una auténtica realidad. A su vez el alma
tiene tres partes: la parte racional, del mundo inteligible; la parte irascible, fuente de pasiones no-
bles; y la apetitiva que es la fuente de pasiones innobles.
Para Platón la naturaleza propia del ser humano no es otra que el alma racional, el alma es in-
mortal, preexistente y se transmigra después de la muerte del cuerpo. El hombre es propiamente
su alma y el alma ha sido creada por el Demiurgo tomando como modelo las Ideas eternas. La
unión del cuerpo con el alma no es una propiedad ni un estado, sino que puede existir indepen-
dientemente del cuerpo. Así, definimos conocer como recordar las ideas que el alma había capta-
do antes.
El alma renace en diversos cuerpos o formas vivientes y expuso esta idea en diversos mitos.
Después de la muerte el alma está peregrinando durante unos mil años, en los que se encarna
sucesivamente en varios cuerpos eligiendo su destino.
Somos nosotros los que elegimos tal destino, lo importante es que la Razón domine lo irracional,
las pasiones los sentimientos y deseos, y así pueda en sucesivas reencarnaciones llegar a la con-
templación de la verdad. Platón establece una jerarquía de valores en las sucesivas transmigra-
ciones poniendo de primero al Filosofo y como último al tirano.
El cuerpo humano viene a ser cómo una cárcel para el alma, es un estorbo que le impide la con-
templación de las ideas. Las pasiones derivan de la corporalidad, de ahí que supongan ataduras
de las que nos tenemos que liberar mediante la educación.
Platón representa nuestra alma mediante unos prisioneros. La educación puede liberar al alma
humana del peso de las pasiones, adquiriendo virtudes morales y de la opinión mediante la cien-
cia.
Platón traslada su teoría de las ideas a la realidad del hombre, unión del alma y cuerpo, la materia
y lo espiritual. Uno capaz de llegar a la verdad y el otro malo impide llegar al alma a la verdad.
El amor nos mueve hacia las ideas, pero no basta, si no se es virtuoso es imposible dirigirse hacia
el Bien. Se necesita de la comunidad política para poder practicar la justicia, para ser virtuoso.
El concepto clave de bondad es el areté, la virtud. Cada virtud perfecciona un alma. La perfección
moral es la sabiduría. La perfección del alma irascible es la fortaleza o valentía. Y la de la apetiti-
va es la moderación.

La justicia es el acuerdo de las tres partes del alma, exactamente, como los tres términos de una
armonía, surge cuando cada parte hace lo que es propio. La virtud presenta varios sentidos: sabi-
duría como virtud, purificación y armonía (Prudencia en gobernantes, fortaleza en guardianes y
templanza en artesanos).
La polis no es un conjunto de individuos es un organismo espiritual, el tema unitario de la repúbli-
ca es la justicia del ciudadano y la polis. En la polis se dan tres tipos de hombres en los que debe
predominar un tipo de alma, los gobernantes el alma intelectiva; los guerreros el alma irascible; y
el resto del pueblo el alma apetitiva.
Cada ciudadano ha de ocupar su puesto en la sociedad y cumplir su función propia, ser virtuoso.
Igual que el alma es jerárquica, también debe serlo la sociedad. Platón concibe la sociedad como
un todo en el que el hombre debe cumplir su función propia en beneficio del conjunto.
La paideia debe proporcionarla el estado. Todos los ciudadanos reciben educación. A lo largo del
proceso educativo se destina a cada uno a realizar aquellas funciones para las que están más
capacitados. Sólo el filósofo recibe el proceso completo de la educación que transformará el alma
haciéndola apta para ascender desde el conocimiento de lo sensible al de lo inteligible.
Se llega a la meta de la educación teórica del filosofo que consiste en el conocimiento del bien y
la comprensión de todo lo que implica dicha idea. El bien es el principio ontológico de toda reali-
dad.
La paideia trata de convertir a cada ciudadano en un hombre justo. Es imposible y no deseable
que todos los sirvan igualmente al gobierno, estudio, guerra o comercio. Cada uno debe desem-
peñar la función que para él sea más adecuada. El filosofo gobernante debe conseguir que todos
reciban la educación adecuada a sus capacidades.
Platón defiende la aristocracia intelectual, es decir, el gobierno de los filósofos, o bien que los go-
bernantes filosofen. Está absolutamente en contra de los sofistas, que no buscan la verdad, si no
que manipulan la realidad.
Expone diversas formas de gobierno como la timocracia, la oligarquía, democracia y la tiranía.
La dialéctica es el método que utilizará platón para la educación. Preguntar y saber responder
sobre un tema. La finalidad de la educación es doble, conducir al hombre hacia la verdad y formar
hombres capaces de gobernar. El único objetivo de esto es formar la clase dirigente, el gobierno
de los sabios.
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