MARCO TEORICO paula · Factores de riesgo: la edad avanzada, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la malnutrición, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la diabetes, el sistema inmunológico debilitado, la exposición al humo de leña en interiores y el contacto cercano con personas infectadas. La epidemiología de la neumonía , A continuación, se presenta un resumen de algunos aspectos clave de la epidemiología de la neumonía: . · Incidencia: La neumonía es una de las principales causas de enfermedad y muerte en todo el mundo. La incidencia de la neumonía varía según la región geográfica, la edad y otros factores. Los niños menores de 5 años y los adultos mayores son los grupos de mayor riesgo de desarrollar neumonía.
· Etiología: La neumonía puede ser causada por agentes infecciosos, como bacterias, virus, hongos y parásitos. Los patógenos bacterianos más comunes incluyen Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Staphylococcus aureus. Los virus respiratorios, como el virus de la influenza y el virus sincitial Impacto global: es una de las principales causas de mortalidad infantil en todo el mundo. Se estima que cada año se producen alrededor de 2,5 millones de muertes en niños menores de 5 años. Además, la neumonía es una causa importante de hospitalización y morbilidad en adultos, especialmente en personas mayores y aquellas con condiciones médicas crónicas Prevención y vacunación: La vacunación es una estrategia eficaz para prevenir ciertas formas de neumonía. Las vacunas neumocócicas y contra el Haemophilus influenzae tipo b (Hib) son vacunas que han demostrado reducir la incidencia de neumonía bacteriana en niños. Promover prácticas de higiene, el lavado de manos y el distanciamiento social, puede ayudar a prevenir la propagación de los agentes infecciosos responsables de la neumonía. Tratamiento y manejo : El tratamiento depende de la etiología y la gravedad de la enfermedad. Las neumonías bacterianas se tratarse con antibióticos, mientras que las neumonías virales se manejan con medidas de apoyo y, en algunos casos, antivirales específicos. Es importante recibir atención médica oportuna y adecuada para reducir las complicaciones y mejorar los resultados de salud
CLASIFICACIÓN DE LA NEUMONÍA La neumonía se puede clasificar de diferentes maneras, dependiendo de varios factores. Según el origen de la infección: Neumonía adquirida en la comunidad (NAC): Es la forma más común de neumonía, es adquirida fuera del entorno hospitalario. La neumonía típica, ejemplificada por la neumonía neumocócica, se presenta con inicio brusco, fiebre alta, dolor pleurítico, tos y expectoración purulenta. Muestra leucocitosis, neutrofilia y consolidación pulmonar en exploración y radiografía. La neumonía atípica, como la causada por M. pneumoniae, tiene un inicio más gradual con fiebre leve, tos poco productiva e infiltrados no segmentarios. Aunque la clasificación carece de utilidad actual, se mantiene el término "gérmenes atípicos" para describir aquellos intracelulares, en contraposición a las bacterias de neumonía piógena. Neumonía nosocomial: Se refiere a la neumonía que se desarrolla en pacientes hospitalizados por más de 48 horas. Según el agente causante: Neumonía bacteriana: Causada por bacterias , como Streptococcus pneumoniae, etc. Neumonía viral: Provocada por virus, como el virus de influenza, virus sincitial respiratorio (VSR), etc. Neumonía fúngica: Ocasionada por hongos, como Candida spp, Aspergillus spp, etc. Neumonía por otros agentes: Incluye neumonía causada por agentes atípicos, como Mycoplasma pneumoniae, Chlamydia pneumoniae, etc.
Según la localización: Neumonía lobar: Afecta a un lóbulo completo del pulmón. Neumonía lobular: Se limita a un segmento o lóbulo pulmonar. Neumonía bronconeumónica: Afecta a bronquios y alvéolos adyacentes. Neumonía necrotizante. Absceso pulmonar. neumonía intersticial. Según la gravedad: Neumonía leve: Se caracteriza por síntomas leves y no requiere hospitalización. Neumonía moderada: Los síntomas son más pronunciados y puede requerir hospitalización. Neumonía grave: presenta síntomas graves y puede requerir cuidados intensivos.
Según el tipo de huésped: La inmunodeficiencia humoral: Hace más proclive al paciente a neumonías por S. pneumoniae, S. aureus o H. influenzae. La neutropenia: Predispone a neumonía por S. aureus, bacilos gram negativos entéricos , hongos, etc. La inmunodeficiencia celular específica: Como en la infección VIH avanzada, tratamientos inmunosupresores o pacientes trasplantados, predispone a neumoníabacteriana. Según pronóstico por escala de severidad: Fine o PSI (pneumonia severity index): Asigna una puntuación en función de 20 parámetros, ayuda en valorar el ingreso hospitalario. Grupo I al Grupo V. CURB 65: Clasifica la gravedad de la neumonía según 5 criterios con mayor puntuación relacionada con mayor riesgo de mortalidad (0.7% a 40%).
DIAGNÓSTICO El diagnóstico de la neumonía se basa en una combinación de la historia clínica, el examen físico y los hallazgos radiológicos. Historia clínica: El médico recopilará información sobre los síntomas del paciente, como tos, fiebre, dificultad para respirar, dolor en el pecho y producción de esputo. También se investigarán factores de riesgo, como exposición a personas con infecciones respiratorias, tabaquismo, enfermedades crónicas o inmunosupresión. Examen físico : Durante el examen físico, el médico buscará signos específicos de neumonía, como ruidos respiratorios anormales, disminución de la expansión pulmonar, crepitaciones al tacto, taquipnea (aumento de la frecuencia respiratoria) y fiebre. También se evaluará el estado general del paciente y la presencia de otros signos de infección. Pruebas de laboratorio: Se pueden solicitar análisis de sangre, incluyendo un hemograma completo, para evaluar la respuesta inflamatoria del cuerpo. Los niveles elevados de leucocitos y la presencia de desviación a la izquierda (aumento de los neutrófilos inmaduros) pueden indicar una infección bacteriana. Estudios microbiológicos: Se solicita en pacientes que precisen de ingreso hospitalario, tinción de Gram y cultivo de esputo son los más utilizados, como opcional se puede solicitar hemocultivo añadiendo en neumonías graves estudio en esputo de Legionella spp con IFI, tinción de Giemsa, Zhiel-Neelsen y tinciones para hongos.
Otros estudios microbiológicos: También se solicitará antigenuria de neumococo y Legionella. En neumonías con criterios de gravedad o resolución lenta se recomienda el uso de técnicas invasivas para diagnostico microbiológico certero, como Fibrobroncoscopia para la realización de cultivo de esputo, lavado bronco alveolar (BAL) o cepillo telescopado protegido. En caso de cepillado bronquial, el aislamiento de > 103 UFC/ml se considera representativo, y en el BAL crecimientos> 104 UFC/ml se consideran representativos, ya que se parte de secreciones alveolares diluidas en 10 – 100 ml de suero fisiológico. Pruebas moleculares: Están indicadas en neumonías graves en las que no se ha llegado a un diagnóstico etiológico con las muestras habituales. Se puede realizar la detección de DNA por la técnica de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en muestras de aspirado nasofaríngeo para la detección de M. pneumoniae, C. pneumoniae y virus de la gripe (como ejemplo la epidemia por influenza AH1N1 en 2009 o COVID-19 en el 2019),
Pruebas serológicas: Está indicado para el diagnóstico de determinados microorganismos como M. pneumoniae, Chlamydophila pneumoniae, Coxiella burnetii o Legionella. El inconveniente para realizar esta prueba es que se requiere de una segunda muestra de sangre 2-4 semanas después de la primera para observar un título elevado de anticuerpos IgM en la fase aguda y/o seroconversión del título de anticuerpos IgG en la fase de convalecencia. Radiografía de tórax: La radiografía de tórax es una herramienta fundamental en el diagnóstico de la neumonía. Las imágenes radiográficas pueden revelar la presencia de consolidación pulmonar, infiltrados, derrame pleural y otros hallazgos característicos de la neumonía. Otros estudios de imagen: En casos más complejos o atípicos, se pueden solicitar otros estudios de imagen, como la tomografía computarizada (TC) de tórax. La TC proporciona imágenes más detalladas y puede ayudar a diferenciar entre diferentes tipos de neumonía, evaluar la extensión de la enfermedad y descartar complicaciones. Es importante destacar que el diagnóstico de la neumonía requiere de una evaluación integral que tenga en cuenta la historia clínica, los hallazgos físicos y los resultados de los estudios complementarios. Si sospechas de tener neumonía, te recomendaría consultar a un profesional de la salud para una evaluación adecuada.
Según la necesidad de ingreso hospitalario: NAC que puede tratarse ambulatoriamente. NAC que requiere ingreso hospitalario. NAC que requiere ingreso en una unidad de cuidados intensivos. Esto va a depender de la gravedad y del pronóstico, en lo que ayudan escalas como la de Fine o CURB-65. Clasificación para elegir el lugar de cuidados: Considerar si existe alguna condición que promete el cuidado en el domicilio, como la insuficiencia respiratoria aguda o crónica, inestabilidad hemodinámica, descompensación grave de otra enfermedad, problemas psiquiátricos o sociales importantes, incapacidad para ingesta oral. Evaluar el pronóstico con una de las escalas, como la de Fine. Juicio clínico del médico responsable sobre las condiciones y salud global del paciente.
Clasificación NIH en función del tiempo de aparición: Precoces, las que se desarrollan hasta el 4º día de ingreso. Tardías, las que se desarrollan a partir del 5º. Los factores de riesgo para neumonías por gérmenes resistentes incluyen tratamiento previo con antibióticos en los últimos 90 días, inmunosupresión, alta frecuencia de patógenos multirresistentes en el entorno, neumonías en pacientes en residencias y la aparición después del quinto día. Además, existen factores específicos para ciertos gérmenes, como aspiración para anaerobios, coma para S. aureus y esteroides para L. pneumophila y Aspergillus, lo que impacta en las recomendaciones terapéuticas debido a la diversidad etiológica en ambos grupos. La NIH incluye la neumonía asociada a ventilación mecánica, cuantitativamente mucho más importante y mucho mejor estudiada, y la NIH en unidades convencionales. La incidencia de éstas es mucho menor que en pacientes ventilados, pero su espectro etiológico es similar, al menos por lo que respecta a la alta frecuencia de P. aeruginosa, y se clasifican de la misma forma. Su mortalidad, aunque menor que la de pacientes en ventilación mecánica, es sustancial: 21% en un trabajo sobre 2.466 pacientes con NIH postoperatoria.
CLASIFICACIÓN IMAGENOLÓGICA DE LA NEUMONÍA La clasificación de la neumonía por imagenología se basa en las características radiológicas observadas en las imágenes del tórax utilizadas para diagnosticar y clasificar la neumonía. Neumonía lobar: Se caracteriza por una consolidación pulmonar que afecta a uno o más lóbulos completos del pulmón. La consolidación aparece como una opacidad blanca y densa en la radiografía. Neumonía lobular: La consolidación se limita a uno o más segmentos o lóbulos pulmonares. Puede manifestarse como opacidades parcheadas o en o forma de parches en la imagen. Neumonía bronconeumónica: Caracterizada por la presencia de áreas de consolidación peribronquial y perialveolar. Puede haber afectación difusa de los bronquios y alvéolos adyacentes. Neumonía intersticial: En esta forma de neumonía, se observan opacidades lineales o reticulares en la imagen, indicando una inflamación y engrosamiento del tejido pulmonar intersticial. Neumonía atípica: Causa por Mycoplasma pneumoniae o Chlamydia pneumoniae, puede presentar un patrón radológico distintivo, como infiltrados intersticiales difusos o un patrón en “vidrio esmerilado” en la TC de tórax.
DIAGNÓSTICO
Para La justificación de estudiar la neumonía radica en su relevancia como una enfermedad respiratoria común y potencialmente grave. A continuación, se presentan algunas razones que respaldan la importancia de investigar y abordar la neumonía. JUSTIFICACION Carga global de la enfermedad: La neumonía es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la neumonía es responsable de aproximadamente 2,5 millones de muertes cada año, siendo la principal causa de muerte en niños menores de cinco años. Grupos de alto riesgo: Si bien la neumonía puede afectar a personas de todas las edades, existen grupos de población particularmente vulnerables. Los niños pequeños, los adultos mayores y las personas con enfermedades crónicas o sistemas inmunológicos debilitados son más propensos a desarrollar neumonía y a sufrir complicaciones graves. Investigar y desarrollar estrategias de prevención y manejo específicas para estos grupos de alto riesgo puede mejorar su pronóstico y reducir la carga de la enfermedad.
PLANTEAMIENTO DE LA HIPOTESIS HA: La neumonía es una enfermedad respiratoria de gran importancia debido a su alta incidencia y su impacto en la morbilidad y mortalidad a nivel mundial. HO : La neumonía no es una enfermedad respiratoria de gran importancia debido a su alta incidencia y su impacto en la morbilidad y mortalidad a nivel mundial.