Friedrich Wilhelm Nietzsche Vamos a hacer una exposición, lo más aclaratoria posible, de la filosofía de Nietzsche, teniendo en cuenta la dificultad interpretativa del pensamiento de este filósofo, un tanto peculiar. Su adelantada y profunda manera de ver el mundo, sus expresiones y su lenguaje violento, hacen difícil la interpretación de su pensamiento.
Friedrich Wilhelm Nietzsche Al estudiar a Nietzsche es inevitable decir que: Es imposible ser el mismo después de leer y conocer a Nietzsche. Su lenguaje es sugestivo y está cargado de imágenes y símbolos.
Friedrich Wilhelm Nietzsche La vida de Nietzsche ocupa casi exactamente la segunda mitad del siglo XIX (1844-1900), un siglo muy agitado. Durante la segunda mitad del siglo XIX, ya se empieza a percibir la decadencia del proyecto de la Ilustración.
Friedrich Wilhelm Nietzsche Los sueños de una humanidad fraternal y en constante progreso se están desvaneciendo; los conflictos no cesan aunque cambia su forma: ahora predomina la lucha de clases entre la burguesía y el proletariado industrial y las disputas nacionales. El hombre occidental vive un sinsentido.
Friedrich Wilhelm Nietzsche Nietzsche pensó que dos mil años de cristianismo, ha sido un camino errado en el que el hombre se ha extraviado. Ante esto, es necesario renunciar a todo lo que hasta ahora se ha considerado “bueno”, “santo” y “verdadero”. Nietzsche representa así la crítica más extrema contra la moral, la religión y la filosofía.
Friedrich Wilhelm Nietzsche Como sabemos, para poder entender a un filósofo es indispensable conocer su contexto, es decir, conocer aquellas circunstancias que lo rodearon durante su vida y lo llevaron a pensar lo que pensó y, sobre todo, «cómo» lo pensó.
Friedrich Wilhelm Nietzsche Friedrich Wilhelm Nietzsche nació en Alemania el 15 de octubre de 1844. Su abuelo y su padre fueron pastores protestantes, por lo que se educó en un ambiente religioso. Paradójicamente, Nietzsche sería un gran ateo.
Friedrich Wilhelm Nietzsche La vida del filósofo fue volviéndose cada vez más retirada y amarga a medida que avanzaba en edad y se intensificaban los síntomas de su enfermedad, la sífilis.
Friedrich Wilhelm Nietzsche Nietzsche pretendió en matrimonio a la poetisa Lou Andreas Salomé, por quien fue rechazado, tras lo cual se recluyó definitivamente en su trabajo. La enfermedad que padecía desde joven, su genialidad tormentosa y, en general, su pesimista existencia terminaron por ocasionarle la locura.
Friedrich Wilhelm Nietzsche Tras su fallecimiento, su hermana manipuló sus escritos, aproximándolos al ideal del movimiento nazi, que no dudó en tomarlos e interpretarlos a su conveniencia. Nietzsche murió el 25 de agosto de 1900 a los 55 años de edad.
Friedrich Wilhelm Nietzsche Veamos algunos de los conceptos clave en la filosofía de Nietzsche: La voluntad de poder, el eterno retorno, la transmutación de los valores, el superhombre y la muerte de Dios.
LA VOLUNTAD DE PODER Es preciso aclarar la necesidad de tener cuidado al acercarse a los conceptos de Nietzsche, ya que sus ideas pueden ser fácilmente malinterpretadas o malamente radicalizadas.
LA VOLUNTAD DE PODER Lo primero que hay que aclarar es que la voluntad de poder no significa en ningún momento «la voluntad de dominar a los demás», esta es más bien la malinterpretación y la idea que dejó el nazismo.
LA VOLUNTAD DE PODER La voluntad de poder es la voluntad de que nadie me domine, es autoafirmar la propia vida, es la voluntad de ser yo el dueño de mi destino. Es la voluntad de superarse constantemente a sí mismo, de ser más, es la voluntad de afirmar la diferencia que me hace «ser yo» y me hace diferente del resto.
LA VOLUNTAD DE PODER La voluntad de poder es el “Principio básico de la realidad a partir de la cual se desarrollan todos los seres. Es la fuerza primordial que busca mantenerse en el ser, y ser aún más.”
EL ETERNO RETORNO Para Nietzsche, el cielo prometido por los cristianos es una creación conceptual absurda. El eterno retorno propone una concepción de la vida y de la existencia totalmente materialista: esta vida, este presente es verdaderamente lo único que existe.
EL ETERNO RETORNO Nietzsche dice que no existe más que el presente, el aquí y ahora, el mundo que vivimos hoy. El pasado ya fue, ya no existe, y el futuro todavía no existe, por lo que el hombre debe ser fiel al presente que vive, la única realidad que podemos vivir realmente .
EL ETERNO RETORNO La idea del eterno retorno es la siguiente: Lo que quieres, quiérelo de tal manera que quieras también su eterno retorno. Haz cada cosa, por insignificante que parezca, de tal forma que, si tuvieras que volverla a vivir un número infinito de veces, lo harías con gusto y no deseando que nada fuera diferente.
EL ETERNO RETORNO La pregunta que nos dirige Nietzsche es: Si tuvieras que volver a vivir tu misma vida un número infinito de veces, ¿Sería esto para ti una condena o una dicha? Es decir, ¿Te encontrarías como alguien dichoso que pudiese decir « ¡Qué dichoso es volver a vivir esta existencia una y otra vez! » o esto significaría para ti una condena y dirías « ¡Qué tormento es volver a vivir esta miserable vida una y otra vez un número infinito de veces! » ?
EL ETERNO RETORNO La reacción que cada persona tenga a esta pregunta podemos considerarla como EL CRITERIO que nos indica si realmente estamos aprovechando, viviendo, disfrutando nuestra vida o si, por el contrario, la estamos desperdiciando, viviendo sin sentido y sin verdadera pasión.
EL ETERNO RETORNO El eterno retorno nos advierte que hay sólo una realidad (la presente) y que no existe ningún paso hacia “otro” mundo en un sentido religioso (el cielo cristiano). Es decir, no hay que desperdiciar la vida consolándonos con la falsa esperanza de un cielo donde todo será diferente y mejor: ¡ La verdadera eternidad es aquí!
EL ETERNO RETORNO El hecho es que si llenamos esta existencia de valor, esta vida debe ser tan « intensa » , « apasionante » y « significativa » que debemos sentirnos dichosos con la idea de un eterno retorno de la misma.
LA TRANSMUTACIÓN DE LOS VALORES Nietzsche critica lo que él llama el espíritu cristiano . Los pensadores cristianos fueron defensores de una moral ascética, fundada en una concepción de la vida como castigo y del ser humano como alma prisionera de un cuerpo que debe purificarse, desentendiéndose de ese cuerpo, así como de los deseos e intereses mundanos.
LA TRANSMUTACIÓN DE LOS VALORES Para Nietzsche, esta moral es contraria a la vida, al repudiar la sensualidad al considerarla pecado. En realidad, l a moral judía represiva, justifica doctrinalmente el poder del sacerdote sobre el pueblo.
LA TRANSMUTACIÓN DE LOS VALORES Si el pueblo disminuye su temor a Dios, si desobedece sus disposiciones, será castigado. Pero en realidad, la desobediencia a Dios no es otra cosa que la desobediencia a los sacerdotes , que son quienes verdaderamente tienen el poder absoluto sobre las personas.
LA TRANSMUTACIÓN DE LOS VALORES A esta moral de la religión judía, Nietzsche llama moral de los esclavos o moral de la debilidad, de los resentidos, de los sumisos, de los débiles, de los humildes, moral del rebaño , de los miedosos que no se atreven a manifestarse; de los conformistas, que no se atreven a luchar.
LA TRANSMUTACIÓN DE LOS VALORES La moral de los esclavos es una moral que está basada en la mala conciencia o en el sentimiento de culpa. Esta moral va directamente en contra de la voluntad de poder .
LA TRANSMUTACIÓN DE LOS VALORES Toda esta moral basada en la humildad, la mansedumbre, la prudencia que esconde cobardía, la castidad, la obediencia como sometimiento a una regla exterior y la paciencia ante los sufrimientos del destino, es algo que debe ser transformado, es decir, transmutado .
EL SUPERHOMBRE El superhombre es la encarnación de todos los valores nietzscheanos: sería aquella persona que vive según su voluntad de poder, asumiendo también el eterno retorno y la transmutación de los valores.
EL SUPERHOMBRE Recordemos que una de las ideas que más defendió Nietzsche fue que los valores tradicionales representados por el cristianismo someten a las personas más débiles a una "moralidad esclava", que no provocan en ellos más que un estado de resignación y conformismo hacia todo lo que sucede a su alrededor.
EL SUPERHOMBRE Para él, esos valores tienen que desaparecer para que aparezcan otros nuevos que representen su prototipo de hombre ideal, al que él mismo llamó superhombre.
EL SUPERHOMBRE Es importante aclarar que el superhombre no es el mejor de todos los hombres ni el más grande de entre todos los hombres; el superhombre es algo más radical y distinto: el superhombre es la superación del hombre . Pero esto requiere de un proceso, es decir, este paso, esta transición del hombre al superhombre pasa por tres estadios: El camello El león El niño
EL SUPERHOMBRE El camello : Es aquella persona humilde y sumisa, que vive pendiente de obedecer a su amo sin quejarse; el amo manda y él obedece. Es como un camello que sufre una pesada carga: la moral y la religión le convierten en un esclavo que vive pendiente de las normas (¡Tú debes!). Para ganarte el cielo, debes y tienes que sufrir las cargas que se te impongan.
EL SUPERHOMBRE El león : El hombre - camello, cansado por el peso de la carga se rebela contra su amo y lo derriba. Entonces se convierte en el hombre-león, crítico y dueño de sí mismo, que dice el “yo quiero” e impone su voluntad y se emancipa de la religión. Trata de romper con los valores tradicionales de la religión, pero todavía vive anclado a la moral, pues piensa demasiado las cosas. Todavía no es suficientemente libre para ser sí mismo.
EL SUPERHOMBRE El niño : A medida que se va quitando las cargas, se va haciendo el creador de sus propios valores; se convierte en el hombre-niño que busca la afirmación de sí mismo. Es el ejemplo perfecto del superhombre: el niño imagina, crea, inventa, juega con la vida. Es el verdadero creador de valores.
EL SUPERHOMBRE El niño se libra de la “seriedad” y del “rigor” racionalista del león, y convierte la inconsciencia y la inocencia en su mejor virtud: vive fiel a la tierra, y asume el eterno retorno como una más de las reglas de la vida. El niño ama la vida, simplemente la vive y la disfruta.
EL SUPERHOMBRE El superhombre ama el riesgo: el riesgo es su forma de vida ; siempre busca nuevas experiencias, descubrir, experimentar; ama la intensidad de la vida: la alegría, el entusiasmo, la diversión, el amor sexual; es dueño de sí mismo y de su vida: es un espíritu libre.
EL SUPERHOMBRE El superhombre es seguro, independiente e individualista y no se deja llevar por la multitud, al contrario de las personas débiles, que sólo se dejan llevar por las tradiciones y las reglas establecidas.
LA MUERTE DE DIOS La idea de Dios es lo que impide al ser humano superarse. Por eso, si queremos que el ser humano trascienda verdaderamente, es decir, que trascienda aquí y no en un imaginario más allá , tenemos que matar a Dios. No basta con no creer en Dios, hay que matarlo.
LA MUERTE DE DIOS La idea de la existencia de Dios, constituye, según Nietzsche, la destrucción de la vida. El hombre, ha hecho de Dios todo y ha puesto en manos de Dios su vida, su destino. Dios ha constituido lo más elevado y el hombre se ha quedado con lo más pequeño y miserable: Dios es todo y el hombre es nada.
LA MUERTE DE DIOS Dios debe morir para que viva el “superhombre”, ese hombre que decide ser el creador de su propia vida .
LA MUERTE DE DIOS Lógicamente, la proposición “Dios ha muerto” es un sinsentido. Dios existe o no existe, pero en cualquier caso, no puede morir. Lo que ha muerto no es Dios mismo, sino la fe del hombre en él. La idea de algo trascendente y absoluto no le permite al hombre VIVIR ESTA VIDA. No basta con no creer en Dios, HAY QUE MATAR A DIOS (matar esta idea) PARA QUE VIVA EL HOMBRE.
LA MUERTE DE DIOS EL HOMBRE INVENTA A LOS DIOSES Y LUEGO SE LE OLVIDA QUE LOS INVENTÓ. Se trata de que si Dios ha muerto, la Iglesia pierda el poder de controlar la vida, de decirnos qué hacer, qué creer, qué pensar. Hay que relativizar a la Iglesia.
LA MUERTE DE DIOS Pero sucede que muchas personas no pueden imaginar vivir sin Dios ¿Cómo vivir sin aquello que me sostiene y le da esperanza y sentido a mi vida? Mucha gente no está dispuesta a aceptar que es mejor vivir en una triste verdad que en una feliz mentira.
LA MUERTE DE DIOS Cuando vives la vida sin Dios, la vives siendo consciente de que no existe ningún paraíso eterno, y te das cuenta de que lo único eterno es la muerte. Siempre vas a estar muerto, y lo que hagas con esta vida, mucho, poco o nada, será lo único que hagas para siempre.
LA MUERTE DE DIOS Cuando dejas de pensar en un más allá, ¡TE DAS CUENTA DE QUE TIENES QUE APROVECHAR Y VIVIR AL MÁXIMO TU VIDA! Ya que ésta terminará, y dejarás de ser, y ya no podrás experimentar nunca nada más; va a llegar un día donde vas a ser nada, por eso aprovecha AHORA, que eres.