Historia de esta canción:
Para unos, la acción de esta historia se sitúa en El Sardinero -si bien la
Alameda Primera está al otro extremo de la ciudad y, para arriba, lleva a
Cuatro Caminos- y otros de Cajo, un barrio a la salida de Santander -más
próximo al camino de la moza de la saya blanca y el pañueluco de seda-.
Los más conservadores, además, se preguntan ¿qué hacía una joven, de se
supone buena reputación, en la calle, a las dos de la mañana, y hace unos
cuantos lustros? ¿Tan lejos iba a beber?
Pues bien. Primero, hay que decir que la Fuente de Cacho se sitúa en la
Avenida de Antonio Maura, muy cerca del Gran Casino, La Cañía, etc.
Algunos autores dicen que su nombre viene de Manuel Cacho, propietario
de numerosos terrenos en El Sardinero. Además de la Fuente de Cacho
existió la Alameda de Cacho, por la que también podría haber subido la
'morena y salada', dejando a un lado la teoría de la Alameda Primera entre
las calles Vargas y San Fernando. De hecho, ya en 1888, la zona de la
fuente se llamaba La Alameda -todos los paseos con árboles, entonces,
eran conocidos como alamedas y no tenían porqué estar forrados de
álamos-.
Manuel Cacho Acebo, dicen, se construyó muy cerca de la fuente una torre
para vivir, al parecer con el único objetivo de oponerse a la elevación de
los edificios de pisos de las inmediaciones, desde los que se podría
observar el interior de su vivienda.
Supuestamente situada la protagonista de la historia, hay ahora que buscar
al autor de la canción, hoy himno oficioso del Real Racing de Santander.
Un estudioso catalán, José Arias Velasco -fiscal- asegura que la 'Fuente de
Cacho' fue compuesta por Emilio Carral, un relojero anarquista, líder del
Movimiento Obrero y creador de los Coros Montañeses. Emilio había escrito
una novela 'Tenkia', de ambiente ruso, y una obra de teatro 'El ocaso de
los odios', en tres actos y de alto contenido social, que llegó a
representarse en varios países sudamericanos, incluido Brasil. Dicen que
cuando el Rey venía a Santander, la Policía encerraba al relojero para que
no atentara contra el monarca. También fueron famosas sus discrepancias
políticas con Isidoro Acevedo, uno de los fundadores del Partido Comunista
de España, y que recaló en la capital cántabra entre 1886 y 1905.
Don Emilio, según José Arias, sembró la familia de nombres extraños como:
Libertario, Marat, Lirio, Homero, Argentino, Tenkia, Angeolillo, Ondina,
Ceres, Aída, Selma, Olga...
Para Arias Velasco, Emilio Carral es el autor de la letra de 'La Fuente de
Cacho' en la que, por cierto, matiza que la estrofa 'luciendo la saya blanca
y el pañueluco de seda', en la partitura original era 'con la saya
arremangada y el pañueluco de seda'.
El abogado cántabro, Nobel Carral, nieto de Emilio e hijo de otro Nobel
Carral, ex delantero centro del Racing que marcó en una tarde histórica