Introducción a la Función Renal Normal Los riñones son órganos vitales responsables de mantener el equilibrio homeostático del organismo, incluyendo la regulación del volumen de líquidos, el balance electrolítico, la excreción de productos de desecho metabólicos y la producción de hormonas como la eritropoyetina y la vitamina D activa. Fisiológicamente, el riñón filtra alrededor de 180 litros de plasma al día a través de los glomérulos, donde se produce el ultrafiltrado primario. Posteriormente, en los túbulos renales, ocurre la reabsorción selectiva de agua, sodio, glucosa y otros solutos, así como la secreción de sustancias como potasio y hidrogeniones para mantener el pH sanguíneo. Esta función se basa en principios como la filtración glomerular (impulsada por gradientes de presión), la difusión pasiva y el transporte activo
En condiciones patológicas, como la insuficiencia renal aguda (IRA) o crónica (ERC), estas funciones se alteran, lo que lleva a la acumulación de toxinas urémicas, desequilibrios electrolíticos, acidosis y sobrecarga de volumen, necesitando técnicas de reemplazo renal (TRR) para simular estas funciones
Fisiopatología de la Insuficiencia Renal La insuficiencia renal implica una disminución en la tasa de filtración glomerular (TFG), lo que resulta en la retención de solutos como urea, creatinina y potasio, así como en alteraciones en el balance ácido-base y la regulación de fluidos. En la IRA, factores como isquemia, toxinas o inflamación causan daño tubular, reduciendo la capacidad de reabsorción y secreción. En la ERC, procesos crónicos como la hipertensión o diabetes llevan a fibrosis glomerular progresiva. Estas alteraciones fisiológicas generan síntomas como uremia, hiperkalemia, acidosis metabólica y edema pulmonar, justificando el uso de TRR para restaurar la homeostasis. La TRR no corrige anomalías endocrinas, como la deficiencia de eritropoyetina, pero mitiga las consecuencias metabólicas agudas.
Principios Generales de las Técnicas de Reemplazo Renal Las TRR se basan en cuatro principios fisiológicos principales: difusión, convección, ultrafiltración y adsorción, que permiten la remoción de solutos y fluidos a través de membranas semipermeables. Estos principios se combinan en diferentes modalidades, con eficiencia medida por la depuración (K = volumen de sangre liberado de soluto por unidad de tiempo), intensidad ( Kt ) y eficacia ( Kt /V, donde V es el volumen de distribución). Sin embargo, la TRR también tiene aspectos patofisiológicos , como inestabilidad hemodinámica o pérdida de nutrientes, que coexisten con los beneficios
- Difusión: Movimiento pasivo de solutos desde una zona de alta concentración (sangre) a baja (dializado) a través de la membrana, gobernado por la ley de Fick. Es eficiente para solutos pequeños (<1000 Da) como urea, creatinina y potasio, dependiendo del gradiente de concentración, el área de la membrana y el tiempo de exposición. - Convección: Transporte de solutos disueltos junto con el agua (arrastre por solvente) impulsado por un gradiente de presión hidrostática. Permite remover moléculas de mayor tamaño (hasta 15,000 Da), como citoquinas en sepsis, y es cuantificado por el coeficiente de tamizado (SC), donde SC=1 indica paso libre. - Ultrafiltración: Remoción de agua plasmática por gradiente de presión transmembrana, sin alterar significativamente las concentraciones de solutos si no se combina con otros mecanismos. Se usa para controlar el balance de fluidos, con tasas recomendadas <2 mL /kg/h en terapias continuas. - Adsorción: Unión de solutos (especialmente proteínas y péptidos) a la superficie de la membrana o adsorbentes como carbón activado, relevante para toxinas de peso molecular medio-alto en intoxicaciones o inflamación