A través de la recopilación bibliográfica y de
antecedentes en la zona (cartografía a diferentes
escalas, publicaciones e informes, fotografía aérea), los
estudios de campo (litologías y estructuras, columnas
estratigráficas, dirección y buzamiento de las capas y
discontinuidades, perfiles geológicos, etc.), las
prospecciones del terreno (catas, sondeos,
penetrómetros técnicas geofísicas, pruebas in situ), los
ensayos de laboratorio (granulometría, límites de
Attemberg, humedad natural, densidad seca, ensayos de
contenido en sulfatos, ensayos de corte directo,
compresión simple, triaxiales, etc.), se consigue
determinar la naturaleza y propiedades del terreno como
su resistencia, su porosidad, plasticidad, elasticidad, etc.
Un factor fundamental es el grado y tipo de fracturación
del terreno, especialmente la existencia de fallas