Enfermedades Benignas De Las Mamas Elaborado Por: Allison Karelys Gomez Docente: Dr. Herbert Cesar Romero Fecha: Junio Del 2024
INTRODUCCIÓN El tejido mamario normal está compuesto por tejido glandular, conectivo y adiposo. Este tejido está agrupado en lóbulos y cada lóbulo tiene un ducto que lleva al pezón. El tejido mamario es sensible a los cambios hormonales normales asociados al ciclo menstrual. Hay cambios mamarios, incluyendo sensibilidad y constipación, que normalmente ocurren antes del inicio del período menstrual. Existen condiciones benignas de la mama, que se refieren a cambios físicos en la mama que son no cancerosos. Los síntomas de estas condiciones benignas son similares a aquellos que se encuentran en el cáncer de mama, y que duran más tiempo o son de mayor intensidad que aquellos que ocurren fisiológicamente.
Quistes mamarios Los quistes mamarios son estructuras circulares u ovaladas con líquido en su interior. Alrededor del 25 % de todas las masas mamarias son quistes. La mayoría de los quistes mamarios son benignos y no aumentan el riesgo de cáncer de mama. Pueden ser minúsculos o lo suficientemente grandes como para palparlos a través de la piel o detectarlos mediante una prueba por imágenes. La mayoría se ubica en el medio de ambos extremos. Los quistes pueden aparecer a cualquier edad, pero son más comunes en mujeres de más de 40 años. En más de la mitad de los casos, las mujeres tienen varios quistes, que pueden aparecer todos juntos o al cabo de un tiempo. Si un quiste es lo suficientemente grande para palparlo, suele ser circular y tiene movilidad por debajo de la piel. Los quistes pueden causar dolor, sensibilidad o textura grumosa en la mama. Esos síntomas pueden empeorar o mejorar en distintos momentos del ciclo menstrual
Diagnóstico Para descifrar si es simple, complejo o si se ubica entre ambos extremos (complicado). Se utilizan las ecografías Quistes simples: tienen paredes planas, finas y de forma regular, y están llenos de líquido en su interior. Las ondas sonoras enviadas por la ecografía los atraviesan, lo que indica que no hay áreas sólidas. Los quistes simples siempre son benignos. Quistes complejos: tienen bordes irregulares o festoneados, paredes gruesas y alguna evidencia de áreas sólidas o desechos en el líquido. Estas áreas sólidas producen un eco cuando reciben las ondas sonoras de la ecografía. Los quistes complejos se pueden aspirar o se pueden drenar con una aguja fina, para analizar el líquido de su interior. Si se detectan células inusuales o sangre, es posible que se requieran más análisis para descartar cáncer de mama. Quistes complicados: se ubican entre los simples y los complejos. Aunque se parezcan mucho a los quistes simples, los clasificados como complicados suelen tener desechos en su interior y producir un eco cuando reciben algunas de las ondas de la ecografía. Sin embargo, no tienen las paredes gruesas ni los componentes claramente sólidos que tienen los quistes complejos.
Tratamiento y seguimiento Q uistes simples: no se necesita tratamiento, a menos que el quiste sea particularmente grande o cause molestias o dolor. El quiste se puede drenar con una aguja fina. Si el quiste regresa, se puede volver a evaluar mediante una mamografía o una ecografía y drenarlo nuevamente. La mayoría de las mujeres que desarrollan quistes simples regresan a su esquema de detección rutinaria de cáncer de mama. Quistes complicados o complejos: el seguimiento es usualmente el mismo, una vez que la prueba por imágenes confirma que el crecimiento es un quiste. Se puede recomendar una aspiración con aguja fina para drenar el quiste y examinar el líquido del interior. O monitoreo cada 6 a 12 meses durante 1 a 2 años para controlar el quiste. Por lo general, se realiza un examen clínico de las mamas y se indica ecografía, con mamografía o sin ella. Si en algún momento el quiste tiene características sospechosas que sugieran la presencia de cáncer de mama, se puede realizar una biopsia para confirmar que cualquier parte sólida del interior del quiste sea benigna. Se recomienda usar la ecografía para ver el recorrido de la aguja gruesa a través del quiste y extirpar muestras de tejido para analizar con el microscopio. En raras ocasiones, puede ser necesario extirpar el quiste (biopsia excisional).
Cambio Fibroquistico De La Mama Es la enfermedad de la mama más frecuente en mujeres de 30 a 49 años, alrededor del 60% de las mujeres entre los 20 y los 50 años presentan un cambio fibroquístico en la mama5. Su frecuencia aumenta con la edad, siendo aproximadamente de 10% en menores de 21 años, se incrementa a 25% en los años fértiles y hasta 50% en la perimenopausia. Parece ser más común en nulíparas en comparación con las multíparas. El estado emocional se ha relacionado con este padecimiento; se señala como susceptibles a las mujeres delgadas, con mamas pequeñas, aprensivas, nerviosas, con tendencia a la depresión en situaciones personales difíciles. El padecer trastorno fibroquístico mamario no incrementa el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
SINTOMATOLOGÍA La textura de la masa encontrada puede ser finamente granular, nodular o incluso un bulto grueso. La mastalgia y la masa palpable son los síntomas más frecuente descritos por las mujeres. Otros síntomas son secreción por el pezón: la telorrea serosa igual que la de aspecto lechoso. La sintomatología es frecuente que mejore con el embarazo y lactancia y también tras la menopausia, así como en aquellas pacientes que reciben tratamiento anticonceptivo oral. DIAGNÓSTICO Es fundamental una buena historia clínica. Al examen físico se palpa un engrosamiento en forma de placa o múltiples irregularidades en una parte de la mama, sobre todo en cuadrantes superiores y externos, normalmente bilateral. Si hay un nódulo dominante, se presenta de forma regular, con borde y superficie definidos y con poca movilidad8. Una buena historia clínica y una exploración física completa pueden ser suficientes para dar el diagnóstico de enfermedad fibroquística de la mama1. Dentro de los diagnósticos diferenciales se debe considerar fibroadenoma, carcinoma, necrosis grasa y nódulo dominante de adenosis.
PRUEBAS DE IMAGEN Para el diagnóstico también se cuenta con las pruebas de imagen, cuyo objetivo fundamental es confirmar o descartar la existencia de una lesión maligna. Estas son: Mamografia Ecografia Resonancia magnética
TRATAMIENTO De acuerdo a las necesidades de la paciente, si el trastorno es asintomático, no requiere tratamiento. Se le solicita a la paciente realizar autoexploración y si comenzaran síntomas, acudir a revisión. Si el trastorno es sintomático, es decir hay mastalgia y nodularidad. Es una parte integral del tratamiento informar y tranquilizar a la mujer en el manejo de la mastalgia, como primera línea de tratamiento. Farmacológicamente se utilizarán en primer orden los analgésicos simples como diclofenaco y piroxicam, preferentemente en gel. Si estos fármacos no llegaran a funcionar se prescribirán preparados hormonales como los progestágenos (de uso tópico o por vía oral o vaginal), antiprolactínicos (bromocriptina), antiestrógenos, fundamentalmente el tamoxifeno, antigonadotróficos (danazol). Hay estudios que consideran los anticonceptivos orales, terapia hormonal con progesterona, cambios dietarios como la inclusión de linaza, la reducción de la ingesta de metilxantinas o reducción en la ingesta de lípidos, el uso de sostén con buen soporte, reducción o eliminación del consumo de tabaco. Si después del tratamiento médico persisten lesiones dominantes de enfermedad fibroquística, hay dolor incapacitante o refractario, se debe recurrir a la biopsia o a la exéresis quirúrgica de la zona afectada.
FIBROADENOMA Los fibroadenomas son tumores , benignos (no cancerosos) de los senos comunes y compuestos por tejido glandular y de tejido estromal (conectivo). Estos tumores benignos son más frecuentes en mujeres de 20 a 39 años de edad, aunque pueden presentarse en mujeres de cualquier edad. Tienden a encogerse después de que una mujer ha pasado por la menopausia El fibroadenoma está compuesto principalmente por tejido glandular (epitelial) y tejido conectivo (fibroso). Los cambios hormonales, como los que ocurren durante la pubertad, el embarazo o el uso de anticonceptivos hormonales, pueden influir en el desarrollo y crecimiento de los fibroadenomas.
Síntomas Presencia de un nódulo o masa: Se percibe como un bulto o nódulo firme y móvil en la mama. Puede ser detectado durante el autoexamen mamario o durante un examen clínico por parte del médico. Textura y tamaño: El fibroadenoma típicamente tiene una textura suave y una forma bien definida. Puede variar en tamaño desde unos pocos milímetros hasta varios centímetros de diámetro. Ausencia de dolor: Por lo general, el fibroadenoma no causa dolor significativo. Es común que sea indoloro al tacto, aunque en algunos casos puede haber sensibilidad o molestia leve. Cambios durante el ciclo menstrual: El tamaño del fibroadenoma puede fluctuar ligeramente debido a los cambios hormonales naturales que ocurren durante el ciclo menstrual. Puede volverse más prominente justo antes del período menstrual y disminuir después. Diagnóstico Examen clínico: Se debe realiza un examen físico detallado de las mamas para palpar cualquier masa o nódulo. Evalúa la textura, tamaño, forma y movilidad del nódulo.
Pruebas de imagen: Mamografía: Es una radiografía de las mamas que puede mostrar la presencia de cualquier masa, incluido el fibroadenoma. Es particularmente útil en mujeres mayores o cuando se sospecha de cambios anormales en la mama. Ecografía mamaria: Proporciona imágenes detalladas utilizando ondas sonoras para evaluar la estructura interna de las masas mamarias. Puede ayudar a distinguir entre un fibroadenoma y otros tipos de lesiones mamarias.
Biopsia: Biopsia por aspiración con aguja fina (AAF): Se utiliza una aguja delgada para extraer células y líquido del nódulo. Esta técnica puede proporcionar muestras para análisis citológico, pero no siempre es suficiente para un diagnóstico definitivo de fibroadenoma. Biopsia por escisión: Se realiza una extirpación quirúrgica del nódulo completo para un examen patológico más detallado. Esta es la forma más confiable de diagnosticar un fibroadenoma y descartar la presencia de cáncer de mama u otras condiciones más serias. Evaluación patológica: Las muestras obtenidas mediante biopsia son examinadas por un patólogo para confirmar la presencia de tejido glandular y fibroso característico del fibroadenoma. Se evalúa la benignidad de las células y se descartan signos de malignidad u otras anomalías
D epende principalmente de la evaluación clínica, el tamaño del fibroadenoma, la edad de la paciente, y la presencia de síntomas o preocupaciones relacionadas. Aquí se describen las opciones comunes de tratamiento: Observación y seguimiento: Si el fibroadenoma es pequeño, no causa síntomas y ha sido diagnosticado de manera definitiva mediante pruebas de imagen y biopsia, es posible que el médico opte por simplemente observar a lo largo del tiempo. Se recomienda realizar autoexámenes mamarios regulares y visitas de seguimiento médico para monitorear cualquier cambio en el tamaño o la consistencia del fibroadenoma. Extirpación quirúrgica: En casos donde el fibroadenoma cause molestias, sea de tamaño significativo o presente cambios preocupantes, se puede recomendar la extirpación quirúrgica. La biopsia por escisión es la forma más común de extirpar el fibroadenoma. En esta cirugía, se elimina completamente el nódulo junto con un margen de tejido mamario normal para confirmar el diagnóstico y evitar la recurrencia. Esta opción también se considera si persisten dudas sobre la naturaleza benigna del nódulo o si hay características atípicas en las pruebas de imagen. Tratamiento
Crioterapia y procedimientos mínimamente invasivos: En algunos casos seleccionados, se puede utilizar la crioterapia (tratamiento con frío) para destruir el fibroadenoma mediante la aplicación de frío extremo. Otros procedimientos mínimamente invasivos, como la ablación por radiofrecuencia o la aspiración con aguja guiada por ultrasonido(también conocida como aspiración con aguja gruesa), pueden ser opciones en situaciones específicas. Tratamiento conservador: En mujeres jóvenes con fibroadenomas pequeños y asintomáticos, se puede optar por un enfoque conservador sin intervención quirúrgica inmediata. El manejo incluiría educación sobre autoexámenes mamarios, seguimiento regular con pruebas de imagen y evaluación clínica para detectar cualquier cambio. Tratamiento
Calcificaciones Las calcificaciones mamarias son depósitos de sales de calcio que se forman dentro del tejido mamario. Estas calcificaciones son comunes y generalmente se detectan mediante estudios de imagen como la mamografía.
Tipos De Calcificaciones Mamarias Tipo puntiforme Agrupadas o en racimo Tipo lineal Heterogéneas o irregulares Pequeños depósitos de calcio dispersos que suelen ser benignos y no representan una amenaza para la salud. Calcificaciones más largas y delgadas que también suelen ser benignas. A veces, la agrupación de calcificaciones puede indicar la presencia de una lesión mamaria como un carcinoma ductal in situ (CDIS) o cáncer de mama invasivo. Pueden sugerir la presencia de una lesión mamaria que requiere una evaluación más detallada. Calcificaciones Benignas Calcificaciones Sospechosas
Diagnóstico: Mamografía : Es la herramienta principal para detectar calcificaciones mamarias. La mamografía muestra la ubicación, tamaño, forma y distribución de las calcificaciones. Ecografía mamaria: Puede ayudar a evaluar las características de las calcificaciones y distinguir entre calcificaciones benignas y sospechosas. Biopsia : A veces, se realiza una biopsia por aspiración con aguja fina o biopsia por escisión para obtener muestras de tejido mamario y examinar las células bajo el microscopio para determinar la naturaleza de las calcificaciones. Significado Clínico: Benignidad: La mayoría de las calcificaciones mamarias son benignas y no requieren tratamiento adicional, excepto seguimiento regular para monitorear cualquier cambio. Sospecha de cáncer: Las calcificaciones agrupadas, heterogéneas o asociadas con otras características pueden requerir evaluación adicional para descartar la presencia de cáncer de mama.
Manejo El manejo de las calcificaciones mamarias depende de varios factores, incluyendo la apariencia en la mamografía, la evaluación clínica y el riesgo individual de la paciente. Las opciones de manejo pueden incluir: Observación y seguimiento: Si las calcificaciones son típicas de benignidad y no hay otras preocupaciones, puede ser suficiente seguir observándose mediante mamografías periódicas. Biopsia y evaluación adicional: Si hay calcificaciones sospechosas, se puede recomendar una biopsia para obtener un diagnóstico definitivo y determinar el plan de tratamiento adecuado.
Papiloma Intraductal Los papilomas intraductales son tumores benignos (no cancerosos) semejantes a verrugas que crecen dentro de los conductos lácteos de los senos. Están compuestos por tejido glandular en conjunto con tejido fibroso y vasos sanguíneos (tejido fibrovascular). Los papilomas solitarios (papilomas intraductales solitarios) son tumores aislados que a menudo crecen en los conductos lácteos grandes cercanos al pezón. Éstos son una causa común de secreción clara o sanguinolenta, especialmente cuando proviene de un solo seno. Pueden sentirse como una protuberancia pequeña debajo o próxima al pezón. A veces pueden ser dolorosos. Los papilomas también pueden encontrarse en los pequeños conductos de las áreas del seno distantes del pezón. En este caso, con frecuencia hay varios crecimientos (papilomas múltiples). Hay menos probabilidad de que causen secreción del pezón. En la papilomatosis, hay áreas muy pequeñas de crecimiento celular dentro de los conductos, pero no son tan distinguibles como los papilomas.
Diagnóstico Los papilomas pueden causar síntomas como secreción clara o con sangre del pezón (o un bulto en el seno), o pueden aparecer como un área anormal en una prueba de imágenes (como un mamografía o ultrasonido del seno ). En ocasiones, un ductograma (galactograma), en el que se inyecta un tinte en el conducto del pezón de donde probablemente proviene la secreción y luego se toma una radiografía, puede ser útil para encontrar papilomas. Si los síntomas o una prueba de imágenes pueden identificar un área de preocupación, un biopsia de seno se puede realizar una exploración del área para confirmar el diagnóstico. En algunos casos, se puede realizar una cirugía (escisión del conducto) para observar el área más de cerca. Tratamiento La necesidad de tratar o no los papilomas depende de factores como su tamaño, si hay más de uno y si causan síntomas. Debido a que los papilomas a veces pueden estar relacionados con otros hallazgos mamarios más graves, se puede recomendar cirugía para retirarlos y la parte del conducto en la que se encuentran.