EL QUITASOL
Goya pinta una escena costumbrista de la época y de influencia francesa, que transmite
una total elegancia y alegría en el espectador. Aparece una joven aristócrata por sus
vestimentas, y que está acompañada de un joven que le quita el sol con una sombrilla de color
verde . En el regazo de la mujer se haya un pequeño perro de color negro, dormido, con el
detalle de un lazo de color rojo alrededor del cuello. Al fondo, presenciamos un difuso paisaje
y a la izquierda una especie de muro de piedra.
Esta obra se trata de una pintura de óleo sobre lienzo en la que se ha utilizado la pintura
para representar superficies de distintas texturas sensaciones como suavidad, rugosidad de
tejidos como el vestido de la joven. En los personajes predomina el color para delimitar las
formas se produce la sensación de formas con volumen por ello formas tienden a ser rectas y
ángulos suaves. La obra es figurativa, además es naturalista, de forma realista que presenta la
realidad sin evitar rasgos particulares y defectos. Las figuras de los personajes están realizadas
con la misma escala. Son partes que están proporcionadas y corresponden a determinado
canon, que presenta el tema de manera realista. Los detalles tienen la misma intensidad todos,
pese a que los del segundo plano, lo que son los arbustos y el cielo, si se encuentra algo más
difuminado. En cuanto la luz el espacio parece tener luz natural. Las sombras que se producen
van en relación al tipo de luz y la dirección que llevan ante estos protagonistas de la pintura. Es
una luz brillante, del sol, sin ella la obra carecería de sentido. En cuanto a los colores utilizados.
Predominan los colores primarios, colores intensos como el amarillo, el azul de la vestimenta y
el verde del quitasol que sostiene el joven, hace uso de colores tanto cálidos como fríos, una
mezcla de la cual al final, predominan los cálidos. Estos colores presentan una degradación con
colores como el negro, intentando dar el toque del claroscuro, para crear sombras, esto ocurre
en distintas partes de la escena. El pintor ha conseguido crear una sensación de profundidad
con el juego de planos que ha desempeñado, podemos apreciar tres o cuatro planos
diferentes, que aportan al espectador la visión de un fondo más alejado, aportando por ello el
ir difuminando o quitando de manera progresiva los detalles pe un plano a otro.
El quitasol formaba parte de una serie de cartones para los tapices del comedor de
Carlos IV. Posteriormente fue trasladado al óleo y termina en el Museo del Prado. Esta obra
pertenece a la 2ª etapa de la vida artística del pintor, la cual pertenecía a la realización de los
cartones para tapices, específicamente dentro de la segunda serie de sus cuatro de cantones
que realizó, cronológicamente se sitúa sobre 1776-1780. Puede que explique porque un
elemento como la sombrilla era un objeto de moda en la pintura de género del siglo XVIII. Fue
tan común que llegó a convertirse en una forma de identificar la gentileza.