La greguería es el resultado de una intuición que adivina la singularidad
absoluta de los objetos y la expresa en un aforismo por medio de una
comparación, de una imagen o de una metáfora, destacando ante todo el
matiz humorístico del objeto.
Gonzalo TORRENTE BALLESTER
Los globos de los
niños van por la calle
muertos de miedo.
El bebé se saluda a
sí mismo dando la
mano a su pie.
La gallina está
cansada de
denunciar en la
comisaría que le
roban los huevos.
No hay que tirarse
desde demasiado
alto para no
arrepentirse por el
camino.
El ventilador debía
dar aire caliente en
invierno.
Los ceros son los
huevos de los que
salieron las demás
cifras.
En las grandes solemnidades llenas de
personajes uniformados parece que hay algunos
repetidos
Los tornillos son
clavos peinados con la
raya al medio
Abrir un paraguas
es como disparar
contra la lluvia
La coliflor es un
cerebro vegetal que
nos comemos
El Coliseo en ruinas
es como una taza
rota del desayuno
de los siglos
No importa que nuestro vaso sea pequeño, pues lo
importante es que la botella esté llena.
Cuando por los
altavoces anuncian
que se ha perdido un
niño, siempre pienso
que ese niño soy yo
El águila lleva unos
pantalones que le
van cortos.
El caballo con la cabeza
baja mientras pace
parece estar leyendo el
paisaje como un corto de
vista.
Hay tipos a los que es
tan difícil sacarles una
idea de la cabeza
como el tapón que se
ha hundido en la
botella
El beso es hambre de inmortalidad
Los recuerdos encogen
como las camisetas.
¿Y si las hormigas
fuesen ya los
marcianos establecidos
en la Tierra?
El que está en Venecia es el engañado que cree
estar en Venecia. El que sueña con Venecia es
el que está en Venecia.
El sueño es un
depósito de objetos
extraviados.
La historia es un
pretexto para seguir
equivocando a la
humanidad.
La postura de la
cigüeña sobre una
pata se debe a lo
largas que son las
esperas hasta que
salen los niños.
El espantapájaros semeja
un espía fusilado
El viento es torpe: el viento no
sabe cerrar una puerta
La M siempre se sentirá superior
a la N
Un náufrago es el arruinado absoluto
Podría haber
sido peor
DOUCE
Hombre tan libre no podía sino estar encerrado en sí mismo. Y
por eso hay que decir una cosa obvia: que todo lo que escribe es
autobiografía. Pero algunos libros lo son expresamente, como
Pombo o la gran Automoribundia. La autobiografía y la
monografía ya no son géneros distintos, en Ramón, o lo son de
otra manera: en la medida en que él sólo puede verse a sí mismo
literariamente. En la medida en que está desdoblado, como
Baudelaire y Hamlet, como todo hombre moderno, y se ve vivir.
En la medida en que, más que explicarse, se glosa. Mas hemos
empezado este capítulo con D'Ors y lo terminaremos con él: 'El
énfasis es lo natural en las naturalezas enfaticas'. Lo literario es
natural en las naturalezas literarias. Así hemos llegado a una de
las conclusiones de este libro: la literatura, en Ramón, es
naturaleza. Ramón había elegido ser literatura.
UMBRAL Y RAMÓN