Un encuentro de amor con Dios se puede experimentar como una relación personal y auténtica con Él, donde se reconoce su presencia constante en la vida, su amor incondicional y su deseo de nuestro bien y felicidad. Se manifiesta a través de la transformación interior, la fuerza espiritual, la ca...
Un encuentro de amor con Dios se puede experimentar como una relación personal y auténtica con Él, donde se reconoce su presencia constante en la vida, su amor incondicional y su deseo de nuestro bien y felicidad. Se manifiesta a través de la transformación interior, la fuerza espiritual, la capacidad de amar y la posibilidad de una conexión profunda con Él.
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Language: es
Added: Oct 19, 2025
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GUIA DEVOCIONAL DE ESTUDIO PARA HOY 19 DE OCTUBRE DE 2025, “AÑO
DE LA INSTRUCCIÓN Y LA BENDICIÓN”
”UN ENCUENTRO DE AMOR”
“Cuando me acuerde de ti en mi lecho, cuando medite en ti en las vigilias de
la noche. Porque has sido mi socorro, y así en la sombra de tus alas me
regocijaré.” (Salmo 63:6-7).
PASAJE COMPLEMENTARIO
Isaías 26:9
“Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu
dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la
tierra, los moradores del mundo aprenden justicia.”
Lucas 18:1-8
“También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y
no desmayar, diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni
respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual
venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso por algún
tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni
tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le
haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. Y dijo
el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus
escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo
que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará
fe en la tierra?”
Salmo 55:17
“Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, Y él oirá mi voz.”
La vida devocional es la mayor riqueza que puede cultivar un ser humano,
pues le permite relacionarse con Dios de una manera íntima y personal, lo
que va a representar el poder desarrollar una vida excelente,
experimentando salud integral, es decir, en todas las áreas de su vida.
Además, es esta comunión con el Creador y Padre celestial, lo que también
nos permitirá descubrir que hemos sido creados para grandes y maravillosas
obras, para ver cosas extraordinarias y a través de nosotros en la vida de los
demás. Sin embargo, a pesar de lo impactante y deseable de esta vida,
muchos prefieren vivir bajo sus propios parámetros, dependiendo de sí
mismos y a merced de las circunstancias. Esto implica vivir en temores, en
zozobras y en fracasos.
Para todos aquellos que anhelen comenzar a cultivar una consistente vida
devocional, el requisito básico es anhelar fervorosamente compartir nuestra
vida con la del Señor, cada pensamiento, cada sentimiento, cada decisión. Es
reconocer que no hay mayor deleite que estar con Él, que no hay mayor bien
que podamos tener. Implica una actitud de insistencia, inoportunidad,
perseverancia.
Esto fue justamente lo que resaltó el Señor como una admirable virtud en
aquella mujer viuda del relato del evangelio de Lucas, quien estaba tan
decidida a ser escuchada en su necesidad, que a pesar de tener que llevar su
caso ante un juez injusto que no respetaba a Dios ni a ser humano alguno, no
por ello se desanimó, sino que, al contrario, insistió tanto, que el juez decidió
escucharla y concederle su deseo. Pero en el caso nuestro es diferente, pues
no clamamos a un ser humano, sino a un Padre justo, misericordioso, que
nos ama y quiere lo mejor para nosotros.
Ahora bien, la verdadera vida devocional es aquella en la que disfrutamos
plenamente la compañía del Señor, no por lo que Él pueda darnos o hacer
por nosotros, sino para disfrutar de su amor y compartir su precioso Espíritu,
el cual nos capacita para vivir todo lo que a Él le agrada. Para esto, es
necesario un corazón lleno de gratitud y regocijo, dispuesto a la adoración y
exaltación, que experimente libertad para expresarle genuinamente como el
salmista: “¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo
en la tierra” (Salmo 73:25).
Se preguntará: ¿Qué va a pasar con mis necesidades materiales? Pues estas
le pertenecen a Dios, y tendrán respuesta como consecuencia de buscar
primero el alimento espiritual. Sin duda alguna se cumplirá lo que dice el
evangelio: “pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas.
Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas” (Lucas
12:30 b y 31).
Le animo para que a partir de este día se convierta en un hombre o mujer de
oración y espere ver la gloria de Dios en su vida.
HABLEMOS CON DIOS
“Amado Señor; con todo mi corazón mi corazón me acerco a tu Presencia,
tengo necesidad de oír tu voz y sentirte cerca de mí. Reconozco que solo Tú
llenas mi vida de todo lo que necesito, gracias mi Señor, Amén”.
GUIA DE LECTURA Y ESTUDIO BIBLICO DIARIO PARA HOY 19 DE OCTUBRE DE
2025, “AÑO DE LA INSTRUCCIÓN Y LA BENDICIÓN”
• Apocalipsis 19:1-21
• Isaías 5:1-6:13
• Salmo 109:20-31