Henri Matisse. Biografía y obra
Los orígenes del Fauvismo
Henri Matisse (1869-1954) pintor francés máximo representante del fauvismo, primera de las
vanguardias artísticas del siglo XX, caracterizada por el uso de pinceladas y colores desmesurados
así como por una representación de la violencia de las emociones.
El nombre de fauvismo fue otorgado por Louis Vauxcelles, crítico francés, a las obras expuestas en
1905 por un conjunto de jóvenes artistas en el Salón de París, lugar donde pintores noveles
entraban en concurso exponiendo sus obras ante el público. Así, cuando el crítico vio las
creaciones de Matisse, Vlaminck o Derain, exclamó: "Donatello parmi les fauves", es decir,
"Donatello entre las fieras", de donde derivó la expresión fauvista. Lejos de tomarlo como un
insulto, este término fue adoptado para definir esta corriente de muy corta duración e irregular en
sus protagonistas pero que tiene en común la agresividad, las emociones y la furia con la que se
trazan las pinceladas así como el uso intenso del color a través del cual- como veremos
principalmente en la obra de Matisse- expresan emoción. Además, y como ocurrió con el resto de
vanguardias, estos artistas de principios del siglo apostarán por los sentimientos y el mensaje
interno de las obras mucho antes que por el dibujo, las líneas clásicas o los juegos de perspectivas
y es que, muy lejos del orden antiguo, los cuadros tienen un plano único, herencia de Gauguin.
Introducción a la obra de Henrry Matisse
Matisse, autor-bisagra entre las tendencias de finales del siglo XIX y las vanguardias de principios
del siglo XX, comienza su preparación artística junto con Gustave Moreau- representante del
primer simbolismo- en la Escuela de Bellas Artes, donde estudia obras de los más importantes
impresionistas, pintores que, por primera vez, se saltan las reglas clásicas e imponen un nuevo
modo de crear arte donde, como ya hemos dicho, las emociones del artista se sitúan en primer
lugar de la composición. Así cuando se produce la presentación de la obra de Matisse ante el
público en el Salón de 1905, él ya había elaborado una serie de obras que distaban de los gustos
más tradicionalistas: en 1879 creó su obra La mesa del comedor, en 1899 Naturaleza muerta a
contraluz o Ventana abierta, en 1905. En ellas se muestra una clara influencia impresionista tanto
en los colores, las pinceladas y las figuras así como en el tema y el uso de las luces y las sombras,
los claros y los oscuros, aunque suyo es el uso arbitrario de rojos, verdes, azules y violetas que,
lejos de registrar la realidad, reconoce un mundo donde los árboles son morados, los mares
amarillos y los rostros azules.