Herejía

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About This Presentation

Guía de lectura de Herejía de David Lozano - elaborada por Carmen Andreu (IES Miguel Catalán - Zaragoza)


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Herejía David Lozano Garbala Guía de lectura Carmen Andreu Gisbert – IES M. Catal án

EL AUTOR David Lozano Garbala (Zaragoza, 1974) es escritor, guionista y profesor. Es licenciado en Derecho y tiene estudios de Filología Hispánica. Durante un tiempo ejerció como abogado, pero lo abandonó por la docencia. En la actualidad se dedica a la escritura. Ha participado como actor en diversos cortometrajes y ha dirigido y presentado algunos programas de televisión (Depredadores, En pocas palabras…) Es el creador de la exitosa trilogía La Puerta Oscura y ganador del XXVIII Premio de Literatura Juvenil Gran Angular por su novela Donde surgen las sombras.

SUS OBRAS

SUS OBRAS La trilogía La puerta oscura

SUS OBRAS

SUS OBRAS

SUS OBRAS

HEREJÍA Herejía es una novela publicada por David Lozano en 2013. Se trata de una novela histórica, ambientada en la Zaragoza de 1493, que narra las aventuras de Luis de Ortuña , un joven noble recién llegado de Italia. Luis se infiltra entre los miembros de la Inquisición para salvar a su padre, don Pedro de Ortuña , barón de Alfajarín , que ha sido acusado injustamente de herejía.

PERO… ¿QUÉ ES UNA HEREJÍA? Seguro que muchos de vosotros habéis empezado a leer el libro (o incluso lo habéis acabado) sin preguntaros qué significa la palabra Herejía que le da título. Como siempre, lo mejor es recurrir a la RAE. Aquí está la entrada: h erejía 1.  f. En relación con una doctrina religiosa, error sostenido con pertinacia. 2.  f. Sentencia errónea contra los principios ciertos de una ciencia o arte. 3.  f. Disparate, acción desacertada. 4.  f. Palabra gravemente injuriosa contra alguien.  Me calumniarás, diciendo de mí  mil herejías . 5.  f. Daño o tormento grandes infligidos injustamente a una persona o animal ¿Cuál de las cinco acepciones crees que corresponde al título del libro?

HEREJÍA, HEREJE, HERÉTICO… A lo largo del libro encontramos muchas veces estas palabras. ¿Hemos entendido lo que significan? Veamos lo que dice la RAE sobre la palabra hereje: hereje 1.  m. y f. Persona que niega alguno de los dogmas establecidos en una religión. 2.  m. y f .  Persona que disiente o se aparta de la doctrina o normas de una institución, una organización, una academia, etc. 3 .  adj . Indisciplinado, díscolo. 4.  adj .  coloq . Ven. Dicho de una cosa: Grande, abundante o intensa.  Tengo  el  hambre hereje .   Tenía el miedo hereje. ¿Cuál de estas acepciones corresponde al uso que se hace de la palabra en la novela que has leído? Pista: la 4, seguro que no.

Los personajes

LOS PERSONAJES LUIS DE ORTUÑA Luis de Ortuña es el hijo de Pedro de Ortuña , barón de Alfajarín . Tiene 16 años y acaba de llegar de Italia donde ha permanecido con su tío Gonzalo. En Italia ha recibido una formación humanística (ha leído a Petrarca y él mismo es poeta) y regresa a su patria justo cuando van a detener a su padre. A lo largo de la novela tendrá que demostrar su inteligencia y su valentía para salvar a su padre. También descubrirá el amor.

“En su dedo anular relucía un grueso anillo de oro con el sello de su linaje: una espada central, a cada uno de cuyos lados se distinguía el relieve de una rama de laurel“ (p. 13) «La última iniciativa del noble fue depositar su propio anillo –tras un breve titubeo: a fin de cuentas, aquella joya no se había separado de su dedo anular durante décadas, desde que su madre se lo entregara como primogénito– sobre la palma de la mano de su hijo. --Será tu salvoconducto. Pero no lo muestres en público –aconsejó--. Si el proceso contra mí prospera, el emblema de nuestra familia te traerá problemas. No lo olvides.” (p.25 EL LINAJE DE LOS ORTUÑA

LOS PERSONAJES PEDRO DE ORTUÑA Y LANAJA, BARÓN DE ALFAJARÍN Pedro de Ortuña es el padre de Luis. Al comienzo de la novela es acusado injustamente de herejía por fray Agustín de Saviñán , primer inquisidor de Aragón. Se trata de una estratagema de fray Agustín para apoderarse de las tierras y los bienes de la familia Ortuña .

LOS PERSONAJES MARTÍN, CRIADO DE D. PEDRO Martín es el criado de don Pedro que acompaña a su hijo Luis en su fuga. Va a ser una pieza fundamental en el desarrollo de la trama.

LOS PERSONAJES FRAY AGUSTÍN DE SAVIÑÁN Fray Agustín de Saviñán es el primer inquisidor de Aragón. Pertenece a la orden religiosa de los dominicos, quienes se encargaban de los procesos inquisitoriales. Es un personaje ambicioso y cruel, que no duda en usar todo su poder y su influencia para conseguir sus deseos.

LOS PERSONAJES FRAY BARTOLOMÉ DE RIBAS Fray Bartolomé de Ribas es el segundo inquisidor de Aragón. Como fray Agustín, pertenece a la orden de los dominicos . Ginés de Alcoy trabaja para él, junto a Juan de Artos y Jaime Alcalá.

LOS PERSONAJES JUAN DE ARTOS Son "familiares“ de la Inquisición: servidores sin sueldo del Santo Oficio, una especie de colaboradores de alto rango. Ginés de Alcoy aspira a ser "familiar” por la inmunidad que le proporciona para su misión. JAIME DE ALCALÁ

LOS PERSONAJES CATALINA DE BOLEA, PRIORA DE SANTA CLARA Priora del convento de Santa Clara en Zuera . Es una mujer muy valiente y poderosa, pese a que su aspecto externo no es demasiado impresionante. Su papel en el desarrollo de la obra es fundamental: aporta no solo su protección, sino sus ideas e incluso su habilidad con la espada.

LOS PERSONAJES NICOLÁS DE SAVIÑÁN Hermano de fray Agustín y padre de Ana, la enamorada de Luis. Es el administrador de la corte en Zaragoza. En su palacio se celebra una fiesta en la que Luis y Ana se conocen.

LOS PERSONAJES ANA DE SAVIÑÁN Es la hija de Nicolás de Saviñán y, por tanto, sobrina del Inquisidor. Luis se enamora perdidamente de Ana y la corteja a la manera del "amor cortés”.

LOS PERSONAJES ANTÓN JIMÉNEZ DE AÍSA, CONDE DE URREA Es uno de los amigos de Pedro de Ortuña que van a colaborar con su hijo Luis en el rescate.

LOS PERSONAJES GIL DE SANTAMARÍA Es un judío converso, comerciante de telas, que va a colaborar con Luis de Ortuña para salvar a su padre. Ha sufrido en alguna ocasión las torturas de la Inquisición y no está dispuesto a volver a sufrirlas. Colaborará estrechamente con Luis y su criado Martín en la creación de su nueva identidad.

La estructura de la novela

LA ESTRUCTURA DE LA NOVELA La novela tiene una estructura compleja, ya que se alternan acciones que ocurren en momentos diferentes. A grandes rasgos la novela se organiza así: Prólogo o escena inicial Primera parte Segunda parte Tercera parte Epílogo Capítulos I al XII Capítulos XIII al XX Capítulos XXI al XXXIII El relato no sigue un orden cronológico lineal. Sobre todo en los primeros capítulos se alternan escenas que no son consecutivas. Además, el autor utiliza la técnica del entrelazamiento: divide los capítulos en pequeños bloques que desarrollan acciones paralelas.

El punto de vista

EL NARRADOR o PUNTO DE VISTA El narrador es un elemento estructural de una narración, que consiste, en esencia, en la “mirada” que contempla los hechos narrados y la “voz” que los cuenta. Piensa qué tipo de narrador aparece en esta novela: ¿El narrador es el protagonista o uno de los personajes? ¿El narrador finge haber encontrado la historia en un documento? ¿El narrador conoce todos los aspectos y detalles del relato? ¿El narrador se implica en la historia y refleja cómo ve los hechos y los personajes? ¿El narrador conoce cómo piensan y sienten los personajes? ¿El narrador mantiene la objetividad y se comporta como una cámara? ¿El narrador utiliza la 3º persona?

EL NARRADOR o PUNTO DE VISTA El narrador es un elemento estructural de una narración, que consiste, en esencia, en la “mirada” que contempla los hechos narrados y la “voz” que los cuenta. Piensa qué tipo de narrador aparece en esta novela: ¿El narrador es el protagonista o uno de los personajes? ¿El narrador finge haber encontrado la historia en un documento? ¿El narrador conoce todos los aspectos y detalles del relato? ¿El narrador se implica en la historia y refleja cómo ve los hechos y los personajes? ¿El narrador conoce cómo piensan y sienten los person ajes? ¿El narrador mantiene la objetividad y se comporta como una cámara? ¿El narrador utiliza la 3º persona? NARRADOR OMNISCIENTE

EL NARRADOR o PUNTO DE VISTA “Habían transcurrido diez jornadas, tiempo que se había clavado como una astilla en el corazón de Luis de Ortuña . En las entrañas del joven latía la sorpresa de que cada minuto lo alejaba de su padre, al modo de un recuerdo que iba desdibujándose en la memoria. Los últimos rumores, que situaban al barón fuera del palacio de la Aljafería , confirmaban los peores presagios. Lo único que se podía afirmar con seguridad era que el proceso contra el barón continuaba. Y aquel dato resultaba insuficiente para tranquilizar a Luis. Mantener la calma en tales circunstancias suponía un verdadero suplicio para él, y por eso mismo agradecía lo ocupada que había tenido la mente a lo largo de esas jornadas de espera.” (Cap. XI, p . 97)

El tiempo en la novela

EL TIEMPO EN LA NOVELA CRONOLOGÍA HISTÓRICA La novela está perfectamente delimitada en el tiempo: sucede en Zaragoza en 1493. Aunque no es rigurosamente histórica, sí hay datos reales: En esa época Fernando II era el rey de la Corona de Aragón. El rey puso especial empeño en introducir la "Inquisición nueva“ tanto en la Corona de Aragón como en Castilla. Fernando II forcejeó con el papa Sixto hasta que en 1483 se nombró a Torquemada inquisidor general. La Inquisición fue establecida por el rey como herramienta de control ideológico y persecución de la herejía y las disidencias.

EL TIEMPO EN LA NOVELA CRONOLOGÍA HISTÓRICA El tribunal de Zaragoza se fundó en 1482, y tenía competencias sobre todo el territorio aragonés y Lérida, aunque Teruel estaba excluida. La oposición fue intensa desde el primer momento, no solo por la abundancia de conversos y el apego de los frailes dominicos a la antigua Inquisición, sino porque los aragoneses lo consideraron un entrometimiento castellano. Su sede se situó en la Aljafería desde el comienzo de su actividad.

EL TIEMPO EN LA NOVELA CRONOLOGÍA HISTÓRICA En 1484 Torquemada delegó sus poderes para Aragón en el dominico Gaspar Juglar y el canónigo Pedro de Arbués . El asesinato de este último en 1485 provocado por una conjura de importantes conversos zaragozanos, solo consiguió afianzar más la institución. Sucesivos autos de fe dieron buena cuenta de los responsables: “Nueve ejecutados, en persona, aparte de dos suicidios, trece quemados en estatua y cuatro castigados por complicidad“, dice Zurita.

EL TIEMPO EN LA NOVELA CRONOLOGÍA HISTÓRICA El rey se mostró siempre vigilante contra los abusos legales de los inquisidores y generoso en otorgar exenciones a recomendados o pobres, sobre todo con las temidas confiscaciones de bienes que las condenas conllevaban. Los procesos de los veinte primeros años vieron desfilar a miembros de prominentes familias aragonesas. Hasta 1502 hubo un total de 65 autos de fe en Zaragoza, pero los relajados fueron solo 169 en total, cifra despreciable comparada con la misma época en tribunales de Toledo o Sevilla.

LA SANTA INQUISICIÓN La Inquisición buscaba acabar con la herejía y las disidencias: falsos conversos, protestantes, miembros de comunidades heréticas, brujas y endemoniados. Cualquier persona podía acusar a otra de herejía; el delator se mantenía en el anonimato y no era castigado si se demostraba que su acusación era falsa. Los inquisidores eran jueces y parte, ya que asumían la función de acusadores. Se mantenía la figura del fiscal, pero era simbólica. El fiscal era un inquisidor como los demás, pero no participaba en la votación de la sentencia.

LA SANTA INQUISICIÓN Tras la denuncia, el caso era examinado por los "calificadores” quienes debían determinar si había herejía. A continuación se detenía al sospechoso. La detención del sospechoso implicaba la confiscación inmediata de todos sus bienes. Las personas detenidas eran llevadas en secreto a las cárceles de la Inquisición. No se daba a conocer el paradero del detenido que no sabía de qué había sido acusado ni quiénes eran los testigos de cargo. Si protestaban se les ponía el "pie de amigo“: una horquilla de hierro que mantenía erguida a la fuerza la cabeza del acudado .

LA SANTA INQUISICIÓN La Inquisición se basaba en la “presunción de culpabilidad“: el acusado no debía demostrar su culpabilidad, sino su inocencia. La única tarea de la Inquisición era obtener del prisionero su reconocimiento de culpabilidad y una sumisión penitente. La instrucción del caso se llevaba en secreto. Se componía de una serie de audiencias donde declaraban tanto los denunciantes como el acusado, sin llegar a verse nunca. Tras tres interrogatorios, se le nombraba un abogado defensor, cuya misión era incitarle a confesar.

LA SANTA INQUISICIÓN El acusado podía defenderse de tres formas: Proceso a tachas: dar una lista con los nombres de personas que quisieran perjudicarle. Proceso de abonos: presentar testigos que dieran fe de su moralidad. Proceso de indirectas: presentar declaraciones o hechos que indirectamente probaran la falsedad de la acusación. Para interrogar a los acusados la Inquisición hacía uso de la tortura. La tortura, desconocida en el Aragón medieval, sólo comenzó a emplearse por mandato de Clemente V en los procesos de templarios; por ello, cuando se estableció la Inquisición, no se hacía ya cuestión alguna de su legalidad y moralidad: era uso común. La Inquisición aragonesa practicó la tortura con mayor comedimiento que las otras: consta por muchos documentos inéditos.

LA SANTA INQUISICIÓN Los procedimientos de tortura más empleados fueron tres: La garrucha Consistía en colgar al reo del techo con una polea por medio de una cuerda atada a las muñecas y con pesos atados a los tobillos, ir izándolo lentamente y soltar de repente, con lo cual brazos y piernas sufrían violentos tirones y en ocasiones se dislocaban

LA SANTA INQUISICIÓN Los procedimientos de tortura más empleados fueron tres: La toca o tortura del agua C onsistía en atar al prisionero a una escalera inclinada con la cabeza más baja que los pies e introducir una toca o un paño en la boca a la víctima, y obligarla a ingerir agua vertida desde un jarro para que tuviera la impresión de que se ahogaba —en una misma sesión se podían administrar hasta ocho cántaros de agua—.

LA SANTA INQUISICIÓN Los procedimientos de tortura más empleados fueron tres: El potro En el  potro  el prisionero tenía las muñecas y los tobillos atados con cuerdas que se iban retorciendo progresivamente por medio de una palanca.

LA SANTA INQUISICIÓN La instrucción no concluía hasta que el acusado confesaba o lo solicitaba. Una vez concluida la instrucción se reunían los inquisidores y el representante del obispo con los consultores. El veredicto se decidía por votación, que debía ser unánime. Los veredictos podían ser los siguientes: Absuelto Suspendido El acusado quedaba libre, pero bajo sospecha. Penitenciado El acusado cumplía un castigo "menor“: el sambenito, el destierro, multas o galeras. Reconciliado El acusado recibía azotes, cárcel o galeras, destierro y confiscación de bienes. Relajados El acusado era ajusticiado: se le aplicaba el garrote vil antes de la hoguera si se arrepentía o era quemado vivo. A veces se quemaban “en efigie“.

LA SANTA INQUISICIÓN Los condenados por la Inquisición debían llevar un sambenito durante la ejecución de la sentencia. El sambenito (o saco bendito) Consistía en una especie de saco bendecido por un sacerdote (de ahí el nombre de “saco bendito“). Variaban según la sentencia Relajados: sambenito negro con llamas y coroza roja Reconciliados: sambenito amarillo con dos cruces rojas y llamas orientadas hacia abajo. Los sentenciados a recibir latigazos llevaban una cuerda a la cintura con nudos que indicaban los latigazos que debían recibir.

LA SANTA INQUISICIÓN Los inquisidores de Zaragoza informaron a la Suprema en 1530 que nunca había sido uso llevarlo excepto en el caso de reconciliación. El sambenito (o saco bendito) También rechazaron colgarlos, a la muerte del reo, del techo o paredes de las iglesias de la ciudad o pueblos, como pronto se hizo con los de los asesinos de Arbués , colgados de La Seo hasta tiempos bien recientes.

LA SANTA INQUISICIÓN Si la sentencia era condenatoria, el condenado debía participar en una ceremonia denominada auto de fe, que solemnizaba su retorno al seno de la Iglesia (en la mayor parte de los casos), o su castigo como hereje impenitente. El auto de fe Los autos solían realizarse en un espacio público de grandes dimensiones, generalmente en días festivos. Los rituales empezaban ya la noche anterior (la llamada “procesión de la Cruz Verde“) y duraban a veces el día entero. Durante el auto de fe se producía la ceremonia de la "relajación“, es decir, la entrega a los tribunales reales de los condenados a muerte por la Inquisición española. La Inquisición era un tribunal eclesiástico y no podía condenar a la pena capital, de ahí que "relajara“ a los reos al brazo secular que era quien pronunciaba la sentencia de muerte y la ejecutaba. Normalmente la ejecución no se producía en el auto de fe, sino inmediatamente después y en otro lugar.

El espacio en la novela

EL ESPACIO EN LA NOVELA La novela transcurre casi íntegramente en la Zaragoza de finales del siglo XV. En ella hay numerosas alusiones a calles, plazas y lugares de la Zaragoza de la época. El plano que ves más arriba es una vista de Zaragoza dibujada por Anton van den Vyngaerde en 1563.

EL ESPACIO EN LA NOVELA LAS DOCE PUERTAS DE ZARAGOZA Luis de Ortuña escapa hacia el monasterio de Santa Clara por la Puerta del Puente… ¿sabías que Zaragoza llegó a tener doce puertas? Actualmente, solo permanece en pie la Puerta del Carmen, el resto se recuerdan por los nombres de las calles y por algunos murales. La ciudad de Zaragoza estaba completamente rodeada por la muralla de construcción romana. En esta muralla se abrieron cuatro accesos en los cuatro ejes: norte, sur, este y oeste: Puerta Cinegia , Puerta del Ángel, Puerta de Valencia y Puerta de Toledo fueron los cuatro únicos puntos de paso que se levantaron en los inicios de Zaragoza. Pasaron los años y esta muralla se quedó pequeña; se creó una segunda muralla tapiada, más grande, que rodeaba la anterior, y en la cual se tuvieron que incluir ocho nuevos accesos.

EL ESPACIO EN LA NOVELA LAS DOCE PUERTAS DE ZARAGOZA

EL ESPACIO EN LA NOVELA LAS DOCE PUERTAS DE ZARAGOZA Puerta del Ángel (de Alcántara o del Puente) Ocupaba el espacio de la puerta norte romana fue destruida durante Los Sitios y derruida definitivamente en 1867. Se llamaba así porque la coronaba una escultura del ángel custodio obra de Gil Morlanes .

EL ESPACIO EN LA NOVELA LAS DOCE PUERTAS DE ZARAGOZA Puerta de Valencia Porta Romana o puerta  Bab al-Quibla en época musulmana. Situada al oeste de la muralla hoy queda un mural en su recuerdo en el barrio de La Magdalena.

EL ESPACIO EN LA NOVELA LAS DOCE PUERTAS DE ZARAGOZA Puerta de Toledo Su origen es de la época romana. En época musulmana se le llamaba puerta Belkala o puerta Bad al- Yanud . Era de un arco de sillería, apoyado en dos en torreones almenados de los que arrancaba la muralla y sus puertas eran de hierro. En 1440 sus torreones se convirtieron en cárcel real y en 1556 en cárcel de Manifestados. En 1842 su estado era de ruina y se derrumbó. Hoy un mural en la calle Manifestación nos la recuerda y una lona frente a la muralla romana en Av. César Augusto.

EL ESPACIO EN LA NOVELA LAS DOCE PUERTAS DE ZARAGOZA Puerta Cinegia Estaba en la actual plaza de España; era la puerta sur de la muralla romana. Allí se sitúa actualmente un centro comercial con su nombre Puerta del Sol Ubicada entre Echegaray y el Coso, frente al puente del Pilar. Conocida también como La Portaza . Constaba de un solo arco de piedra sillería con una figura solar que hoy guarda el Museo de Zaragoza.  Fue derribada en 1868. Hoy en día un mural nos la recuerda en la calle Asalto así como una glorieta con su nombre .

EL ESPACIO EN LA NOVELA LAS DOCE PUERTAS DE ZARAGOZA Puerta del Duque E sta puerta se encontraba en la plaza de San Miguel y fue abierta con la inauguración de la línea de ferrocarril Madrid-Zaragoza en 1856 para conmemorar la visita del general Espartero a la ciudad. Se derribó en 1919.

EL ESPACIO EN LA NOVELA LAS DOCE PUERTAS DE ZARAGOZA Puerta Quemada Construida en el siglo XVII sin mérito artístico reseñable, esta puerta de acceso estaba al final de la calle Heroísmo. Fue reedificada en 1785, con un piso superior en el que se abrían dos balcones, uno hacia el interior y otro hacia el exterior. El nombre viene porque junto a ella se situaban carboneras que desprendían humo, que los días de viento alcanzaba la puerta, ennegreciéndola y haciéndola parecer “chamuscada ”. Otra versión era que estaba ennegrecida por los humos de las hogueras en las que se quemaba a los herejes en los autos de fe.

EL ESPACIO EN LA NOVELA LAS DOCE PUERTAS DE ZARAGOZA Puerta de Sancho No tenía mérito artístico. Era puerta de salida a las huertas de la Almozara . Un mural en la calle Santa Lucía nos la recuerda así como un monumento y una avenida situados en el barrio de la Almozara .

EL ESPACIO EN LA NOVELA LAS DOCE PUERTAS DE ZARAGOZA Puerta de San Ildefonso Cuando Alfonso I en 1118 entró en la ciudad era sólo un postigo llamado de aguadores. Más tarde se conoció  como de la Tripería porque aquí se vendían los despojos del matadero cercano. La construcción del colector del Mercado Central en 1903 obligó a su derribo. Puerta del Portillo Conocida desde 1137, servía como puerta de comunicación con La Aljafería y carecía de ornamentos. Desde aquí Agustina de Aragón disparó el cañón contra el ejército francés en Los Sitios. La artillería recibida en estos ataques obligó a su demolición; aunque se reconstruyó posteriormente junto a la iglesia del Portillo, desapareció en 1896.

EL ESPACIO EN LA NOVELA LAS DOCE PUERTAS DE ZARAGOZA Puerta de Santa Engracia Tuvo 3 ubicaciones distintas. La más antigua estaba situada entre el Monasterio de San Jerónimo y el convento de Carmelitas Descalzas y fue desmontada después por la guerra de la Independencia. La segunda, con aspecto de arco triunfal, fue inaugurada en 1830 por Fernando VII en recuerdo de la resistencia a los ataques franceses; aunque no se llegó a concluir por la ampliación urbanística de la zona y las obras se paralizaron en 1835. La última era de hierro fundido y tenía cinco accesos separados por pilares, tres centrales para peatones y dos laterales para coches y caballerías. Estaba situada en la actual plaza de Aragón y fue destruida en 1902.

EL ESPACIO EN LA NOVELA EL PALACIO DE LA ALJAFERÍA «Se trataba de una fortaleza de arquitectura árabe situada en las proximidades de Zaragoza, donde tenía su sede y cárcel la Inquisición.”

EL ESPACIO EN LA NOVELA EL PALACIO DE LA ALJAFERÍA El Palacio de la Aljafería es uno de los monumentos más emblemáticos de Aragón. Reconocido internacionalmente por sus valores artísticos, este conjunto también destaca por haber sido uno de los escenarios clave en la historia y en la vida política de esta Comunidad Autónoma.

EL ESPACIO EN LA NOVELA EL PALACIO DE LA ALJAFERÍA La Torre del Trovador es la edificación más antigua que se conserva del conjunto. Su función inicial era torre-vigía y bastión defensiva. En 1486 se convirtió en calabozo de la Inquisición. Los Reyes Católicos levantaron su palacio entre 1488 y 1495 sobre el ala norte del conjunto islámico, destruyendo parte del palacio medieval. En la nueva construcción se funden distintos estilos artísticos que van desde el gótico final hasta el renacentista, pasando por el mudéjar, en lo que se ha denominado "estilo Reyes Católicos”.

EL ESPACIO EN LA NOVELA EL MONASTERIO DE SANTA CLARA El monasterio de Santa Clara de Zuera es una invención del autor, quien bien podría haberse inspirado en el de Huesca, erigido en torno a 1265 por doña Constanza de Suabia, mujer de Pedro III, que seria reformado en 1563 y todavía habitado hoy. Las clarisas abrieron casa en Abiego , Barbastro, Borja, en Calatayud (en torno a 1239), Monz6n (Santa Clara, l618), Teruel (franciscanas de Santa Clara, 1367), Valdealgorfa y Zaragoza (Santa Catalina, fundado en 1235 ).

EL ESPACIO EN LA NOVELA LA IGLESIA DE SAN FELIPE En el capítulo XV, Catalina de Bolea, Gil de Santamaría y Luis de Ortuña se citan en la iglesia de San Felipe. La actual iglesia de San Felipe se construyó sobre una anterior de estilo románico dedicada a los santos Felipe y Santiago.

EL ESPACIO EN LA NOVELA PLAZA DEL CARBÓN "-- Martín, ¿has tenido ocasión de visitar el comercio de tu señor? --Lo he visitado, sí –contestó el muchacho con timidez--. No está lejos, junto a la plaza del Carbón.” Capítulo XVI. En antiguos planos de Zaragoza únicamente se reseñan seis plazas dentro del perímetro correspondiente a la vieja muralla de piedra, son las del Pilar, del Asseo -de la Seo-, de Santa Marta, del Carbón -de Sas -, de San Cayetano -del Justicia- y de San Philipe -de San Felipe-. Las plazas de Santa Marta y de San Cayetano conservan, en cierta medida, las trazas de su pasado. La vieja plaza del Carbón quedó reducida a la mitad, al abrirse a través de ella a mediados del siglo XIX, la calle de Alfonso I. El resto, ha sido remodelado en fechas recientes, adquiriendo su actual fisonomía.

EL ESPACIO EN LA NOVELA PLAZA DEL MERCADO "Supongo que asistiréis al auto de fe que tendrá lugar esta tarde en la plaza del mercado –terminó el inquisidor--. A su término se os darán más detalles. Retiraos ahora. Debo acudir a una audiencia.” Capítulo XVIII. Los autos se celebraban casi siempre en La Seo (dentro, o a la puerta, o en la plaza) o en Nuestra Señora del Portillo; pero consta de algunos en «el patio de la casa del Arzobispo» o en el hospital. Eran, en definitiva, como todos, una exteriorización ceremoniosa de la creencia colectiva, una reafirmación pública de la fe y una declaración oficial de culpabilidad. Los condenados a hoguera (vivos los recalcitrantes, siempre pocos; previamente sofocados a garrote los arrepentidos de última hora) eran «quemados fuera de la puerta quemada». El quemadero o brasero, lo mismo que la picota, estaba en la plaza del mercado.

EL ESPACIO EN LA NOVELA CALLE DE SAN JUAN EL VIEJO ”Luis caminaba con aire ausente hacia su casa. Avanzaba por San Juan el Viejo, una calle serpenteante de edificios bajos y suelo de tierra. La atmósfera de la ciudad a esa hora ofrecía multitud de olores y sonidos. Los vendedores ambulantes gritaban maravillas sobre mercancías: frutas, carnes, telas, orfebrería.” Capítulo XXII. En la calle de San Juan el Viejo se localizaba la iglesia de San Juan y San Pedro hoy desaparecida. Estaba entre la calle de Don Jaime y de San Vicente de Paúl. La torre mudéjar de San Juan y San Pedro era una de las cinco que dibujaban la silueta tradicional de la ciudad. De ellas solo nos quedan cuatro: la de San Pablo, San Gil, La Magdalena y San Miguel.
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