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el ordenador con el ratón. También los alumnos pueden manejarla y añadir información
desde sus pupitres, sin salir a la pizarra, aunque esta última característica exige tener
un buen software (Smart acaba de incorporar, por ejemplo, la posibilidad de que varios
estudiantes interactúen a la vez sobre la misma actividad).
La PDI tiene un funcionamiento muy sencillo, sorprendentemente sencillo para las
prestaciones y posibilidades que presta y, además, lo que trabajas, es de gran produc-
tividad y suscita desde el inicio curiosidad por verlo, leerlo, experimentarlo.
Cuando hablamos de facilidad y, a su vez, de una producción muy vistosa y moti-
vadora, es porque lo que podemos hacer con la PDI, antes solo lo podíamos hacer con
programas de uso complejo, nos referimos a un nivel avanzado de Flash o de alto nivel
en programación de HTML. Sin embargo, con la PDI podemos conseguir resultados
similares con un manejo básico de la misma y sin dedicación de tanto tiempo, un factor
que el docente siempre valora como negativo en cuanto al uso de las TIC en general.
Su uso básicamente lo podríamos explicar y resumir en que todo lo que hacemos
en la PDI queda en capas transparentes que, por defecto, salvo que las bloqueemos, se
mueven. Esto da muchas posibilidades didácticas. O sea, todo lo que escribimos e in-
sertamos queda en una capa transparente móvil y puede haber tantas capas como desee-
mos, incluso superpuestas visible u ocultamente, de tal modo que una de las interacti-
vidades más básicas que podemos plantear es la de conseguir producciones a base de
mover los objetos previamente insertados, sea a base de palabras o frases, textos, imá-
genes, sonido, vídeo, etc.
Por ejemplo y centrándonos en una actividad concreta de religión con presencia en
los libros de texto: la cruz de navidad. Primero capturo con la PDI la imagen desde el
libro, después con la misma PDI la troceo en escenas o partes, luego puedo insertar en
diferentes capas las escenas de la infancia de Jesús, las desordeno, todas ellas compo-
nen la cruz de navidad. Es una actividad con un sentido concreto para que los alumnos
la construyan.
A su vez, puedo dejar en otras capas las citas bíblicas en texto, para que lo asocien
y sitúen junto a las imágenes. Es una maniobra que sin PDI llevaba mucho tiempo y
tenía que usar varios programas, y alguno de estos pasos con cierta dificultad técnica
para dejar las capas liberadas. Con la PDI, si tengo la idea clara de lo que quiero, en
un momento puedo plantear la actividad. No queda ahí la cosa. Una vez que tengo las
capas para la actividad manipulativa y constructiva anterior, aprovecho ese escenario
para plantear otras, por ejemplo, que las ordenen cronológicamente, etc. Sin duda, la
PDI nos da mucho juego en el aula
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En cuanto al uso propiamente dicho de la PDI, habría que insistir en que es funda-
mentalmente para hacer algo y no tanto para la explicación magistral. Es para que el
alumno construya y haga algo interactivo en el aula.
Entre las infinitas posibilidades, la PDI nos brinda la posibilidad de incorporar o
insertar todo tipo de archivos y extensiones (doc, pdf, imágenes, música, vídeo, com-
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Esta actividad se encuentra en www.telefonica.net/web2/eseducativa/pdi_religion.html