Aunque la Hispania romana fue fundada tras la Segunda Guerra Púnica, cabe añadir que los
romanos no llegaron a este lugar con el fin de conquistarlo, sino con el único objetivo de
expulsar a los cartagineses. Primeramente se había hecho una tregua entre Roma y Cartago,
en la que ambos imperios se repartían equitativamente el territorio; a Roma le tocó al norte
del Ebro, mientras que a Cartago, al sur. Sin embargo, al poco tiempo de que se firmó este
tratado, las hostilidades regresaron. Convirtiendo a la Hispania romana en uno de los
principales escenarios bélicos en el enfrentamiento entre las dos potencias. La lucha por el
control total de la Península Ibérica duró aproximadamente doscientos años hasta que, el 19
a. los romanos lograron aniquilar a los últimos «residentes» del territorio: los cántabros y
astures. La época Julio-Claudia en la Hispania romana se caracterizó por un florecimiento
cultural importante, pues fue en esta época donde la literatura latina tuvo su mayor auge; y
donde destacaron increíbles escritores hispanos. La Hispania, con el mandato Flavio,
comienza con la subida al poder de Vespasiano en 69. Durante el mandato de Vespasiano
hay indicios de la creación de un gran número de municipios y colonias; tras la profunda
transformación hecha por Vespasiano, en 79 sube al poder su hijo, Tito. Durante el gobierno
de éste, siguió los mismos pasos de su padre al apoyar la concesión del derecho a los
hispanos, y con Domiciano ascendiendo al poder en 81, y al parecer, durante su mandato,
recibió los mismo honores en Hispania como su hermano y su padre. No se tienen datos
sobre Hispania durante el gobierno de Nerva; sino de Trajano, el primer emperador que
provino de Hispania. En 161 subió al poder Adriano, quien inició reformas en todo el Imperio
romano y en particular en su tierra natal, Hispania.No se tienen datos sobre Antonio Pío y
algún trabajo realizado en la Hispania. En cambio Marco Aurelio y Cómodo son reconocidos
por el hundimiento del sistema económico y político en Hispania y en Roma. Ante esta
situación, la única solución fue militarizar el gobierno y acentuar el carácter monárquico del
Estado. La nueva mentalidad, impuesta por la fuerza durante el siglo III, traería la fe en el
progreso a un mundo que no había creído masivamente en él. Las principales causas de la
Crisis del siglo III en Hispania fueron, quizá, las invasiones germanas en la Península, así
como también, el ataque de los francos. Algunas ciudades como Barcelona y Gerona fueron
afectadas de manera muy profunda, sin embargo, Hispania continuó exportando productos
alimenticios y materia prima. Los historiadores de la Tardo Antigüedad se han referido al Bajo
Imperio de la Hispania como un período de decadencia y, asimismo, como uno de los
momentos finales de la Hispania antes de la conquista visigoda y la caída del Imperio romano.
Esta etapa estuvo marcada por el gobierno de Diocleciano quien inició la persecución más
grande con0tra los cristianos y como el punto final de la historia de Roma sobre Hispania.