varios hombres, entre ellos el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés iniciando el
reconocimiento y encontrando varios bohíos con hamacas y flechas, pero sin habitantes ya que
los aborígenes huyeron a las montañas. Un día después volvieron a sus naves y siguieron su
viaje, dejando a este territorio sin fundación alguna.
En 1521, Rodrigo de Bastidas, presenta una solicitud ante el Rey, para fundar en Santa Marta
una colonia, pero como tenia prelación la solicitud de Oviedo, se aplazó la decisión hasta que
este desistió oficialmente.
Ante este hecho, el Rey aceptó la oferta de Bastidas, por el interés que tenia la Corona en
poblar sus posesiones en tierra firme, temiendo una invasión de Inglaterra, que se había
declarado como enemiga. El 22 de diciembre de 1521, el Rey otorgó a Bastidas la Gobernación
de la provincia de Santa Marta, que comprendía desde el Cabo de la Vela hasta la
desembocadura del Río Magdalena. Lo autorizaba a traer por lo menos 50 vecinos, algunos de
ellos deberían estar casados, los cuales podían sacar de la Isla la Española (hoy Republica
Dominicana), Jamaica y de San Juan de Puerto Rico y le dió un plazo de 2 años para fundar una
ciudad.
Bastidas no pudo cumplir y el Rey le envió una nueva bula (Decreto) el 6 de noviembre de
1524, para que viniera a poblar la provincia y puerto de Santa Marta.
Primero envió una embarcación al mando del Capitán Samaniego con 80 hombres, los cuales
llegaron a Gaira y armaron varios bohíos con el apoyo de los aborígenes, esperando la llegada
de don Rodrigo, el cual armó en Santo Domingo otro navío grande, con 200 hombres, arribó a
Gaira, de donde se trasladó al sitio donde estaba el puerto que había identificado como Santa
Marta.
Allí, después de desembarcar todas las provisiones y tripulación, hundió el navío grande, para
que la gente perdiese la esperanza de volver al mar, y el navío donde había viajado el capitán
Samaniego, lo envió con cierta gente a hacer esclavos, a la costa de Nombre de Dios, buscando
poder enviar a Santo Domingo algún oro para pagar sus deudas.
Luego hizo el inventario de la gente que le quedaba, los repartió en compañías y escuadras de
50 en 50, encargando a las personas principales como capitanes, reuniéndolos realizó la
ceremonia de la fundación de la primera ciudad en tierra firme. Era el martes 29 de julio de