La mayoría de los libros
del AT son aceptados por
los judíos , mientras que
el NT es aceptado
solamente por los
cristianos.
El AT constituye la mayor
parte de la Biblia. Está
formado por 46 libros
que fueron
escritos, aproximadamente
, entre los años 980 a.C. y
50 a.C.
Antes de que la Biblia se
escribiera fue narrada.
Esto es lo que se conoce
como tradición oral de la
Biblia. Durante siglos,
la fe de Israel fue
comunicada de padres a
hijos, contada y vuelta a
contar de generación en
generación.
(Cf. Sal 78)
Durante el reinado de Salomón, los escribas de la corte
comenzaron a reunir los relatos que hasta entonces habían
sido comunicados oralmente. La preocupación y la
iniciativa de poner por escrito en libros la tradición
religiosa de Israel, se atribuyó a Salomón.
El orden en que los libros se encuentran en la Biblia no
siempre sigue la cronología histórica. El primer libro que se
escribió no fue el Génesis, sino algunos textos del Éxodo. Y
esto es así, porque el episodio del Éxodo es fundamental en
la historia de Israel. La experiencia de Dios que hizo el
pueblo, llegó a su punto culminante durante el proceso de
liberación de la esclavitud de Egipto y de la peregrinación
hacia la libertad, rumbo a la Tierra prometida, “una
tierra que mana leche y miel”.
Durante ese proceso, el pueblo
descubrió y acogió la revelación
del misterio de Yahvé, el Dios que
ve la situación del
pueblo, escucha su clamor y viene
a su encuentro para liberarlo de
la opresión egipcia y conducirlo a
una nueva realidad de vida y
liberación. El Éxodo es la
experiencia del Dios liberador.
Este es el momento que
podríamos llamar de la fundación
del pueblo de Israel. El último
libro escrito fue el de la Sabiduría.
El NT está formado por 27 libros, todos ellos escritos después
del nacimiento de Jesucristo. Éstos hablan de Jesús y de las
primeras comunidades cristianas. Primero fueron escritas las
cartas de San Pablo, unos 20 años después de la muerte y
resurrección de Jesús, y el último libro el Apocalipsis, que
posiblemente terminaría de escribirse por el 115 d.C.
La Biblia fue escrita en
tres lenguas diferentes:
hebreo, arameo y
griego.
Cuando los griegos invadieron Palestina, hacia el año 333
a.C. , se difundió por el país el idioma griego. Todo el NT
fue escrito en griego, porque la mayoría de los libros se
dirigían a personas que no conocían ni el hebreo ni el
arameo.
La mayor parte del AT en hebreo y arameo,
que eran las lenguas de la región donde
habitaba el pueblo.
Dichos libros fueron
escritos en griego (o tal
vez los originales
hebreos se habían
perdido) por judíos que
vivían fuera de
Israel, los llamados
judíos de la diáspora –
palabra griega que
significa “dispersión”-.
Por eso el pueblo
hebreo nunca los aceptó
como auténticos, es
decir, como
verdaderamente
inspirados por Dios.
La gran mayoría de los libros de la Biblia fue escrita
por la colaboración de muchas personas. No siempre
que un libro de la Biblia trae el nombre de un autor
fue escrito por esa persona, porque era costumbre
poner el nombre de personas influyentes para que el
libro fuese aceptado y leído. Esta práctica literaria
se llama pseudonimia, palabra de origen griego que
significa “nombre falso” o “adoptado”.
Tomemos por ejemplo el Evangelio de Marcos: probablemente
escrito por varias personas, que formaban parte de una
comunidad cristiana fundada o liderada por él, por los
discípulos que fueron catequizados u oyeron de su boca las
historias acerca de la Buena Noticia de Jesús. Con el paso de
los años, la comunidad se preocupó de escribir todas aquellas
enseñanzas. Después, utilizando la costumbre de la
pseudonimia y también como homenaje a su fundador, el
escrito fue atribuido a Marcos.
Gran parte de los libros del AT fueron escritos en la tierra de
Israel, en la cual se formó y vivió el pueblo de la Biblia; lugar
donde Jesús nació, vivió, anunció el Reino, murió y resucitó.