I t a l i a

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About This Presentation

Breve síntesis de las características


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La Llanura Padana, Valle del Po o Pianura padana en italiano, es una de las más grandes
extensiones abiertas y planas de la Europa Mediterránea. Ocupa una parte extensa de la Italia
septentrional con los Alpes al norte y al oeste, los Apeninos al sur y el mar Adriático al este. Las
regiones que cubre son Piamonte, Lombardía, Véneto, Friuli-Venecia Julia y Emilia-Romaña.

Se divide entre la alta y la baja pianura, que se diferencian no sólo por la altura, sino por la
naturaleza del terreno, la hidrografía y la vegetación. La alta pianura, llamada seca va desde los
Prealpes a los pies de los Apeninos, y su terreno es permeable, arenoso y no retiene el agua
provocando aguas y ríos subterráneos. La Baja Padania por contra tiene tierras impermeables,
que conservan la humedad, generando terrenos paludosos y de marisma. El Po de la
Lombardía sería su zona central, donde la irrigación permite el cultivo de grandes superficies.
El valle del Po está surcado por el rio más largo de Italia, el Po, además de estar regada por el
Adigio y el Reno mueren en el Mar Adriático.
Se concentran en el valle del po varias zonas agrícolas e industriales, de las más importantes
dentro de la economía italiana. Los cultivos típicos son de trigo y maíz.
En la llanura hay también espacio destinado a los cultivos de procesamiento, como la
remolacha azucarera. Es generalizada la cría intensiva de ganado y cerdos.
Podemos distinguir cuatro grandes unidades de relieve en Italia: los Alpes, la llanura Padana,
los Apeninos y las islas volcánicas. En realidad la península itálica se organiza en torno al
sistema de los Apeninos, que queda al sur de la gran cordillera de los Alpes.
Entre ambas unidades se encuentra una amplia llanura de sedimentación sobre la que discurre
el río Po. La isla de Cerdeña es un enclave de los Alpes que surge en el Mediterráneo, junto con

Córcega, y las islas del Mediterráneo, desde Sicilia a otras menores, son estructuras volcánicas
de reciente surgimiento.

Los Alpes abarcan más de 233.000 km², con casi 1.300 km de largo y entre 120 y 225 km de
ancho. Se trata de una cadena, paradigma del relieve alpino, en la que encontramos mantos de
corrimiento sucesivos, organizados en escamas, y cumbres de crestas vivas. En el sector axial,
donde aparecen los materiales más duros, se encuentran las montañas más altas. A medida
que nos desplazamos hacia el exterior aparecen los materiales calizos y los pliegues directos de
tipo jurásico. Podemos distinguir tres unidades dentro de los Alpes: los Alpes Piamonteses, los
Alpes Lombardos y los Alpes Vénetos.
Los Alpes Piamonteses u Occidentales, comienzan en el golfo de Génova, y van desde el paso
de Cadibona hasta el Simplón. Dominan las regiones de Liguria, Valle de Aosta y el Piamonte.
Se muestran como un gran murallón que ascienden rápidamente desde la llanura Padana
hasta los 3.000 metros, donde hacen frontera con Francia. Aquí se encuentran el monte Rosa
con 4.634 m, el más alto de Italia, y el monte Cervino con 4.478 m. Los Alpes Lombardos van
desde el Simplón hasta el paso de Resia. Son los Alpes centrales. Hacen frontera con Suiza en
su mayor parte. Se caracterizan por que sus estructuras de relieve se disponen en bandas
longitudinales, donde las condiciones climáticas se diferencian mucho de su entorno.
Los Alpes Vénetos van desde el paso de Resia hasta la frontera con Austria. Es el sector oriental
de los Alpes. Mantienen las características estructurales de los Alpes Lombardos, pero son
mucho más anchos y las alturas menores. Aquí se encuentra la cordillera de las Dolomitas, que
ascienden a más de 3.000 metros, con la Marmolada de 3.342 m, y los Alpes Cárnicos, de hasta
2.700 metros de altitud. La gran característica diferenciadora de este sector es el gran
desarrollo del relieve kárstico.
Al pie de los Alpes se desarrolla la llanura del Po, o Padana. Es una llanura de casi 400 km de
largo y una anchura de 275 km llegando hasta el mar Adriático. Se trata de una gran fosa
tectónica que albergó un golfo del Adriático, pero que se ha ido rellenando con los sedimentos
procedentes de los ríos alpinos y de los Apeninos, sobre la que se desarrolló, una vez
colmatada, el río Po. La mayor parte de la sedimentación se produjo durante el cuaternario, y
especialmente tras el deshielo de la última glaciación.
Es una llanura arcillosa ligeramente ondulada en la parte más próxima a las montañas y más
llana cuanto más nos acercamos al mar. Los sectores más próximos a las montañas presentan
materiales más gruesos, cimentados por el “ferreto” una matriz arcillosa. A este tipo de
depósito en español se lo llama raña. Tras la zona de rañas aparece un sector de terrazas altas,
y tras ellas la llanura de inundación, extraordinariamente plana. La fachada litoral es baja y
pantanosa. Está formada por una serie de cordones litorales llamados lidos.
Los Apeninos son la espina dorsal de la península itálica. Tiene unos 1.500 km de largo y una
anchura variable de entre 30 y 150 km. Se trata de una cordillera alpina, pero con una menor
incidencia de los mantos de corrimiento. Predominan los pliegues calizos.La zona sur se
encuentra muy cerca de un límite de placa, por lo que son frecuentes los terremotos y los

fenómenos volcánicos. Podemos distinguir tres sectores: los Apeninos septentrionales, los
centrales y los meridionales. Son más bajos que los Alpes. La mayor altitud se alcanza en el
monte Cimone con 2.163 m.
Los Apeninos septentrionales van desde el paso de Cadibona hasta la Bocca Serriola.
Predominan las rocas arenosas y arcillosas, y los pliegues directos de tipo jurásico. Los
Apeninos centrales o Abruzos, van desde la Bocca Serriola hasta el paso de Tionero. Aquí
predominan las calizas, y los pliegues suelen estar fracturados, por lo que aparecen estructuras
de horst y graven. Los Apeninos meridionales van desde el paso de Tionero hasta su encuentro
con el mar Jónico. Se dividen en tres cadenas, los Apeninos Napolitanos, Lucano y Calabrés. El
conjunto, y la península se cierran con los macizos de Sila y Aspromonte, de origen herciniano.
En torno a esta parte axial de los Apeninos aparecen los Antiapeninos, cadenas montañosas
que dan paso al sector axial, y rodeándolas a todas las llanuras litorales, más o menos
desarrolladas, que ponen en contacto estas estructuras con los mares del Mediterráneo.Muy
cerca de las costas del sur de Italia pasa el límite de placa entre las placas Euroasiática y
Africana. Se trata de una zona de subducción en la que la placa Africana empuja sobre la
euroasiática, origen de las estructuras alpinas.Se dan frecuentes terremotos y sobre ella se
desarrollan grandes volcanes como el Etna, que forma la isla de Sicilia, el Pantelleria, el Lipari,
el Stromboli o el Vulcano. Casi todas las pequeñas islas del sur de Italia son volcanes más o
menos desarrollados.
Italia no tiene grandes cuencas hidrográficas, debido a la disposición de su relieve. La mayor es
la del Po en el norte, ya que recorre la mayor llanura del país. Los ríos italianos son de tipo
mediterráneo, es decir, tienen un estiaje en agosto muy pronunciado. En general son de
alimentación pluvionival, salvo los ríos que tienen su cabecera en los Alpes, que son de
alimentación nivopluvial. En general son cortos, rápidos y de gran poder erosivo. La mayor
cuenca hidrográfica italiana es la del Po, con 74.970 km², que recoge las aguas de los Alpes y el
norte de los Apeninos. El Po nace en el monte Monviso, cerca del Mediterráneo, corre hacia el
este y desemboca en el mar Adriático tras 652 kilómetros. Es un río caudaloso y navegable
hasta Turín.
Su curso es tranquilo y meandriforme en la mayor parte del recorrido. Es un río obreexplotado,
sobre todo para usos agrícolas, lo que ha mermado su caudal de manera significativa.
Atraviesa ciudades importantes como Turín y Cremona. En Ferrara comienza su amplio delta,
de más de 380 km². Aquí Po se divide en cinco ramales: Po di Maestra, Po della Pila, Po delle
Tolle, Po di Gnocca y Po di Goro. La rama principal desemboca en el mar Adriático cerca de
Porto Tolle. No obstante, el río se divide en diversos ramales a lo largo de buena parte de su
curso, por lo que son abundantes las islas más o menos grandes, como la Isola Serafini. El Po
tiene cientos de afluentes.
En su último tramo el Po discurre paralelo a los ríos Adigio, al norte, y Reno, al sur, que
desembocan, como el Po, en su gran delta. El río Adigio es el segundo en longitud de Italia (410
km). Entra en Italia tras recorrer el Tirol. Nace cerca del lago Resia, cerca de las fronteras de
Suiza y Austria, y desemboca en el Adriático cerca de Chioggia. Sus principales afluentes son:
Passirio, Isarco, Noce, Avisio, Fersina. Las principales ciudades por las que pasa son: Trento,
Verona y Legnano.

El Tíber es el tercer río en importancia de Italia. Tiene 405 km de longitud y una cuenca de
17.169 km². Nace en el monte Fumaiolo en la Toscana. Pasa por Perugia y Roma, y desemboca
en el mar Tirreno dividido en dos brazos a partir de Ostia, el Isola Sacra al sur y Fiumicino al
norte. Es, pues, el río de Roma, y en tiempos del Imperio un río navegable que le proporcionó a
la ciudad su ventaja en el comercio de la época.
El cuarto río en importancia es el Arno, con 241 km de longitud y 8.247 km² de cuenca. Nace
en monte Falterona y desemboca cerca de Pisa, en el mar de Liguria. Atraviesa las ciudades de
Florencia y Pisa. Es un río típicamente mediterráneo, con profundas sequías y grandes
avenidas. Otros ríos importantes son el Piave (220 km), el Reno (212 Km) el Volturno (175 Km)
y el Liri-Garigliano (158 Km).
En Italia hay, también, varios lagos de importancia. La mayoría tienen un origen glaciar y se
encuentran en el interior de la península y, sobre todo, en los Alpes, pero también hay
numerosos lagos litorales de tipo marisma. El mayor lago de Italia es la laguna de Venecia, un
área pantanosa separada del mar Adriático por un estrecho cordón litoral, o lido. Tiene unos
550 km², 118 pequeñas islas separadas por 160 canales y unidas por más de 400 puentes.
Entre esas islas se levanta la ciudad de Venecia. La mayor parte de la laguna está ocupada por
un gran pantano de llanuras fangosas y cubiertas por una fina capa de agua.
No obstante, muchas zonas han sido dragadas para hacerlas cultivables, por lo que la
superficie del lago ha mermado considerablemente. Se trata de una marisma prácticamente
colmatada, pero la constante subida del nivel del mar está ganando terreno e inundando la
laguna. Ha sido necesario construir un complejo sistema de compuertas para que el mar no
invada Venecia, que en la actualidad queda bajo el nivel medio del mar.
El lago Garda, o lago de Benaco, es el mayor lago italiano de origen glaciar. Tiene una
superficie de cerca de 370 km² y se encuentra al pie de los Alpes, a unos 25 km al oeste de
Verona. Su principal afluente es el río Sarca.
El lago Mayor es tercer lago de Italia, gracias a sus 212 km². Es un lago glaciar que se encuentra
en plenos Alpes. Parte del lago se interna en Suiza. Tiene una forma alargada de 54 km y una
anchura máxima de 10 km. Está rodeado de montañas que superan los 1.500 metros de
altitud. El lago de Como es el cuarto gran lago. Se encuentra en la región de Lombardía, en
plenos Alpes. Tiene una superficie de 146 km², y 416 metros de profundidad, lo que le
convierte en uno de los lagos más profundos de Europa. Tiene tres brazos, al oeste el de
Como, al este el de Lecco y al norte el brazo de Colico. talia es un país mediterráneo. Sólo en
las montañas alpinas encontramos condiciones climáticas diferentes, gracias a su altitud y a la
orientación de los valle italianos a sotavento de los vientos dominantes del oeste. Se
caracteriza por unos inviernos medianamente húmedos y veranos secos, con entre tres y cinco
meses de aridez. La aridez es mayor en la Italia del sur que en la del norte.

Los centros de acción que dominan el clima son el anticiclón de las Azores, que actúa en
verano, y el frente polar que trae las lluvias de primavera y otoño. Las masas de aire que
encontramos son de tipo tropical marítimo y polar marítimo. En invierno se ve afectada

ocasionalmente por el anticiclón siberiano, que trae masas de aire polar continental muy frías,
y que provocan fuertes nevadas. En otoño es muy frecuente el fenómeno de la gota fría,
especialmente en el entorno del mar de Liguria, donde se instala una baja presión que afecta a
toda la región. En verano, ocasionalmente, llega la acción de la baja presión sahariana, que
induce masas de aire tropical continental, cálidas y secas con tiempo de calima.
La llanura Padana tiene un clima mediterráneo con tendencias a la continentalización. Esto es
debido a que se encuentra relativamente lejos del Mediterráneo, y, sobre todo, a sotavento de
los Alpes y los Apeninos, lo que quiere decir que las masas de aire marítimo llega con dificultad
a la región, por culpa del efecto barrera que ejercen las montañas.
En la llanura Padana se observa con frecuencia el viento foehn: rápido, cálido y seco, que baja
de las montañas resecando el clima. Por el contrario la llanura está abierta a las llegadas de
masas de aire frío polar continental, que en invierno llegan desde las regiones occidentales del
anticiclón siberiano. Así, en el valle del río Po los inviernos llegan a ser muy fríos, y los veranos
muy cálidos. Las lluvias tienen un significativo cariz orográfico. Son muy similares en toda la
península, con mayor incidencia en el norte que en el sur, pero las alturas de los Apeninos son
bastante más húmedas que su entorno, y con una clara disimetría entre la vertiente de
barlovento, mucho más húmeda, y la de sotavento, más seca.
La costa de Liguria es la más lluviosa, ya que recoge en torno a los 1.000 mm anuales, y las
costas del sur: Catania, Sicilia, etc..., recoge sobre los 600 mm anuales. Es un clima
mediterráneo ligeramente más húmedo que la media. Las lluvias aumentan
espectacularmente con la altitud de los Alpes. En las cumbres más altas son siempre de nieve,
y se pueden ver algunos glaciares locales en los valles del interior. En las cumbres de los Alpes
se llegan a recoger más de 3.000 mm anuales.
El efecto foehn, y el efecto barrera, son característicos de esta región. Provoca enormes
diferencias climáticas entre las alturas y el fondo de un mismo valle. En los valles transversales
del centro y el este alpino, las masas de aire se canalizan a lo largo de ellos, generando
importantes diferencias y peculiaridades climáticas que varían mucho de un valle al contiguo.
Los Apeninos también ejercen una importante labor de barrera de las masas de aire húmedas
que se generan en el Mediterráneo. Así, la costa mediterránea es notablemente más húmeda
que la del Adriático. Estamos hablando de diferencias entre una y otra de 200 y 300 mm
anuales. La sequía es en Italia un mal endémico, no sólo por la escasez de precipitaciones, que
provocan sequías ecológicas recurrentes, sino por el alto grado de desarrollo del país y las
limitaciones almacenamiento, lo que provoca sequías socioeconómicas casi constantes,
especialmente en las regiones del sur.
Italia tiene algo menos de 59.879.234 habitantes, lo que da una densidad demográfica de unos
195 h/km², una densidad muy alta para un país mediterráneo de tales dimensiones. Se trata de
una nación rica y moderna, que terminó la transición demográfica hacia el año 1975. Desde
1985 el crecimiento es prácticamente cero, con algunos años de decrecimiento. Es, por
consiguiente, una población que ha envejecido rápidamente. Tan sólo el 14% de la población
tiene menos de 15 años, el 66% entre 15 y 65 y sobre el 20% más de 65 años. La tasa de

natalidad es muy baja, en torno al 8‰, lo que da poco más de un hijo por mujer, muy lejos de
la tasa de reemplazo.
La mortalidad es muy baja, sobre el 10‰, y la mortalidad infantil mucho menor, sobre el 6‰.
La esperanza de vida al nacimiento es muy alta, sobre los 80 años. El saldo migratorio, a pesar
de la nueva inmigración, es bajo, sobe el 2‰. La alta densidad de población del país hace que
esta se reparta más o menos uniformemente por toda Italia. Las regiones más pobladas son:
Campania, Lombardía, Liguria, Lacio, Véneto y Apulia, todas ellas con más de 200 h/km²; y las
menos pobladas las de Umbría, Molise, Cerdeña, Tretino-Alto Adigio, Basilicata y Valle de
Aosta, con entre 30 y 100 h/km², más densidad que muchas regiones de Europa.
Esta homogeneidad se debe a la larga historia urbana del país. Italia no se caracteriza por las
grandes metrópolis, pero sí que tiene una vasta red de ciudades medias, aunque en torno a las
principales ciudades se pueden encontrar conurbaciones bastante importantes.
En el norte predominan las ciudades industriales, y los centros económicos del país. Bolonia,
Génova, Turín y Milán crean una red de ciudades industriales, que son el motor económico de
Italia, y están entre las regiones más desarrolladas de Europa.
El paisaje rural italiano se diferencia notablemente entre el norte y el sur. En el norte
predomina la pequeña propiedad, de gestión directa, carácter familiar y explotación intensiva,
en torno a los cuales aparecen pueblos de pequeñas dimensiones.
La producción es un policultivo mediterráneo muy diversificado. Está muy extendida la
agricultura a tiempo parcial. En el sur, por el contrario, predomina el latifundio, de explotación
extensiva o semiextensiva y gestión directa pero con contratación de jornaleros durante las
temporadas más activas. Los pueblos son mucho más grandes.
El trigo es el cultivo más importante, le siguen el maíz y el arroz, junto con otras frutas y
hortalizas. La vid es otro de los cultivos mediterráneos clásicos. Se destina, sobre todo, a la
obtención de vino. Por último, el olivo es el tercer gran cultivo mediterráneo. La actividad
ganadera siempre ha sido de menor importancia. Es claramente deficitaria en carne y leche.
También es deficitaria en pesca y aprovechamiento silvícola. Fuente: Pueblos y Países del
Mundo LaTribuna. es
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