Introducción a la termodinamica en los gases ideales

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gases ideales


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Introducción
Las leyes de los gases ideales son un conjunto de principios fundamentales que describen el
comportamiento de los gases en condiciones ideales. Estas leyes proporcionan una base
teórica para comprender y predecir cómo los gases se comportan en diversas situaciones, lo
que es crucial en campos como la física, la química y la ingeniería.
La teoría de los gases ideales se basa en varias suposiciones simplificadas sobre la naturaleza
de los gases. Se considera que los gases consisten en partículas puntuales (sin volumen) que
se mueven aleatoriamente y que no interactúan entre sí, excepto en colisiones elásticas.
Aunque esta descripción es una simplificación, es útil para modelar muchos sistemas gaseosos
en la práctica.
Las leyes de los gases ideales se derivan de la observación experimental y se expresan
matemáticamente a través de ecuaciones simples. Las tres leyes principales son:
1. Ley de Boyle: Esta ley establece que, a temperatura constante, el volumen de un gas es
inversamente proporcional a su presión. Matemáticamente, se expresa como PV = k, donde P
es la presión, V es el volumen y k es una constante. Esto significa que si se reduce el volumen
de un gas, su presión aumentará y viceversa.
2. Ley de Charles: Esta ley establece que, a presión constante, el volumen de un gas es
directamente proporcional a su temperatura en grados Kelvin. Matemáticamente, se expresa
como V/T = k, donde V es el volumen, T es la temperatura y k es una constante. Esto implica
que si la temperatura de un gas aumenta, su volumen también aumentará y viceversa.
3. Ley de Avogadro: Esta ley establece que volúmenes iguales de gases diferentes, medidos
en las mismas condiciones de temperatura y presión, contienen el mismo número de
moléculas. Esta ley es esencial para relacionar las cantidades de sustancias en reacciones
químicas que involucran gases.
Estas leyes pueden combinarse para formar la ecuación de estado de un gas ideal, que
relaciona la presión, el volumen y la temperatura de un gas. La ecuación generalmente se
expresa como PV = nRT, donde P es la presión, V es el volumen, n es la cantidad de sustancia
en moles, R es la constante de los gases ideales y T es la temperatura en Kelvin. Esta ecuación
es fundamental en la descripción de gases y se utiliza ampliamente en la práctica científica y
técnica.

Marco teórico
El estudio de los gases ideales es fundamental en la física y la química, ya que nos permite
comprender y predecir el comportamiento de los gases en diversas situaciones. Las leyes de
los gases ideales se basan en la idea de un gas ideal, un modelo teórico que describe el
comportamiento de los gases en condiciones ideales, es decir, a bajas presiones y altas
temperaturas, donde las fuerzas intermoleculares son despreciables.
La teoría cinética de los gases es el marco teórico que subyace a las leyes de los gases
ideales. Según esta teoría, un gas está compuesto por partículas (átomos o moléculas) que se
mueven libremente en todas las direcciones y chocan entre sí y contra las paredes del
recipiente que los contiene. Estas colisiones son el resultado de interacciones elásticas, es
decir, no hay pérdida de energía cinética en las colisiones.
La primera ley de los gases ideales es la ley de Boyle, enunciada por Robert Boyle en el siglo
XVII. El experimento de Robert Boyle, realizado en el siglo XVII, fue crucial para establecer la
relación entre la presión y el volumen de un gas, dando origen a lo que hoy conocemos como
la ley de Boyle, una de las leyes fundamentales de los gases ideales.
El experimento consistió en encerrar una cantidad fija de aire en un tubo en forma de J, cerrado
en un extremo y abierto en el otro. Boyle introdujo mercurio en el tubo hasta que el nivel del
mercurio quedó a una altura específica, lo que creó una presión sobre el aire encerrado. Luego,
observó cómo variaba el volumen del aire al aumentar o disminuir la presión.
Boyle descubrió que, manteniendo la temperatura constante, el producto de la presión y el
volumen del gas era constante. Es decir, si se duplicaba la presión, el volumen se reducía a la
mitad, y viceversa, siempre y cuando la temperatura se mantuviera constante. Este
descubrimiento se formuló como la ley de Boyle, que establece que el producto de la presión
y el volumen de un gas es constante, matemáticamente expresado como PV = k, donde P es
la presión, V es el volumen y k es una constante.
El experimento de Boyle fue fundamental porque proporcionó evidencia experimental de que
la relación entre la presión y el volumen de un gas es inversamente proporcional, lo que sentó
las bases para el estudio de los gases y condujo al desarrollo de la teoría cinética de los gases
y las leyes de los gases ideales.

Esta ley establece que, a temperatura constante, el volumen de un gas es inversamente
proporcional a su presión. Matemáticamente, se expresa como PV = k, donde P es la presión,
V es el volumen y k es una constante. Esta ley nos dice que, si aumentamos la presión sobre
un gas, su volumen disminuirá, y viceversa.
La segunda ley de los gases ideales es la ley de Charles, enunciada por Jacques Charles en
el siglo XVIII. El experimento de Jacques Charles, también conocido como ley de Charles, fue
realizado a finales del siglo XVIII y fue fundamental para establecer la relación entre el volumen
y la temperatura de un gas a presión constante.
En su experimento, Charles utilizó un globo inflado con aire y lo sumergió en un recipiente con
agua a una temperatura constante. Luego, calentó el agua, lo que provocó que la temperatura
del aire dentro del globo aumentara. Al hacerlo, observó que el volumen del globo también
aumentaba de manera proporcional a la temperatura.
Charles descubrió que, a presión constante, el volumen de un gas es directamente
proporcional a su temperatura en grados Kelvin. Matemáticamente, esta relación se expresa
como V/T = k, donde V es el volumen, T es la temperatura en Kelvin y k es una constante. Esto
significa que si se duplica la temperatura de un gas, su volumen también se duplicará, siempre
y cuando la presión se mantenga constante.
El experimento de Jacques Charles fue importante porque demostró que la temperatura es un
factor determinante en el volumen de un gas, lo que llevó al desarrollo de la ley de Charles y
estableció las bases para la teoría cinética de los gases y las leyes de los gases ideales. Esta
ley establece que, a presión constante, el volumen de un gas es directamente proporcional a
su temperatura en grados Kelvin. Matemáticamente, se expresa como V/T = k, donde V es el
volumen, T es la temperatura y k es una constante. Esta ley nos dice que, si aumentamos la
temperatura de un gas, su volumen también aumentará, y viceversa.
La tercera ley de los gases ideales es la ley de Avogadro, enunciada por Amedeo Avogadro en
el siglo XIX. Amedeo Avogadro no realizó un experimento específico para establecer su ley,
sino que propuso su hipótesis en 1811 como una manera de explicar ciertas observaciones
experimentales sobre las proporciones en las que los gases reaccionan químicamente.

La hipótesis de Avogadro establece que "volúmenes iguales de gases, bajo las mismas
condiciones de temperatura y presión, contienen el mismo número de moléculas". Esto
significa que, en un gas ideal, el número de partículas (átomos o moléculas) es independiente
de la naturaleza del gas y depende únicamente del volumen, la temperatura y la presión.
La hipótesis de Avogadro fue crucial para el desarrollo de la estequiometría en la química, ya
que permitió a los científicos entender cómo los gases se combinan en proporciones fijas y
predecir el volumen de gases que se forman o se consumen en una reacción química.
La ley de Avogadro se convirtió en una ley fundamental de la física y la química, y sentó las
bases para el desarrollo de la teoría cinética de los gases y la ley de los gases ideales.
Esta ley establece que volúmenes iguales de gases diferentes, medidos en las mismas
condiciones de temperatura y presión, contienen el mismo número de moléculas. Esta ley es
fundamental para relacionar las cantidades de sustancias en reacciones químicas que
involucran gases.
La ecuación de estado de un gas ideal relaciona la presión, el volumen y la temperatura de un
gas. Esta ecuación se expresa como PV = nRT, donde P es la presión, V es el volumen, n es
la cantidad de sustancia en moles, R es la constante de los gases ideales y T es la temperatura
en Kelvin. Esta ecuación es una combinación de las leyes de Boyle, Charles y Avogadro, y nos
permite predecir el comportamiento de los gases en una amplia gama de condiciones.
1. *Identificar las variables conocidas y desconocidas*: Determine qué variables se
conocen en el problema (por ejemplo, presión inicial, volumen inicial, temperatura inicial,
cantidad de gas inicial) y qué variable o variables desea encontrar.
2. *Seleccionar la ley de los gases ideales adecuada*: Dependiendo de la información dada
en el problema, determine qué ley de los gases ideales será útil para resolver el problema. Por
ejemplo, si se trata de un problema de cambio de volumen a presión constante, la ley de
Charles puede ser aplicable.
3. *Aplicar la ecuación de los gases ideales*: Utilice la ecuación PV = nRT para relacionar
las variables conocidas y desconocidas. Asegúrese de utilizar las unidades correctas para la
presión (generalmente en atmósferas, atm; o en pascales, Pa), el volumen (metros cúbicos,
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), la temperatura (kelvin, K) y la cantidad de sustancia (moles, mol).

4. *Resolver la ecuación para la variable desconocida*: Una vez que haya formulado la
ecuación con las variables conocidas y desconocidas, resuélvala para encontrar el valor de la
variable desconocida.
5. *Verificar y convertir unidades*: Asegúrese de verificar que las unidades en todas las
variables sean coherentes y consistentes entre sí. Si es necesario, convierta las unidades para
que sean compatibles.
6. *Comprobar la solución*: Una vez que haya encontrado la solución, verifique que sea
razonable y coherente con las condiciones dadas en el problema.
Este enfoque general puede aplicarse a una variedad de problemas termodinámicos que
involucren gases ideales. Es importante comprender las leyes de los gases ideales y cómo
aplicarlas para resolver diferentes tipos de problemas en este campo.

Conclusión
La fórmula de los gases ideales, PV = nRT, es una expresión fundamental en la termodinámica
que describe el comportamiento de un gas ideal en un sistema cerrado. En esta ecuación, P
representa la presión del gas, V el volumen que ocupa, n la cantidad de sustancia en moles,
R la constante de los gases ideales y T la temperatura absoluta en Kelvin.
Esta fórmula es una aproximación válida en situaciones donde las interacciones entre las
moléculas de gas son despreciables, es decir, en condiciones de baja presión y alta
temperatura. Bajo estas condiciones, los gases se comportan de manera ideal y la relación
entre la presión, el volumen, la temperatura y la cantidad de sustancia se describe de manera
precisa por la fórmula PV = nRT.
Sin embargo, en situaciones donde las interacciones entre moléculas son significativas, como
a altas presiones o bajas temperaturas, la fórmula de los gases ideales puede no ser precisa.
En estos casos, es necesario utilizar ecuaciones de estado más complejas, como la ecuación
de Van der Waals, que tienen en cuenta estas interacciones.
En resumen, la fórmula de los gases ideales es una herramienta útil y precisa para describir el
comportamiento de los gases en condiciones ideales, pero puede no ser adecuada en

situaciones donde las interacciones entre moléculas son importantes. Es importante tener en
cuenta estas limitaciones al aplicar la fórmula en el análisis de sistemas termodinámicos.
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