E- Se manifiesta el carácter personal de Dios en su trato con su pueblo escogido.
El concepto de Dios no es una idea abstracta en los libros históricos. Dios no es una “energía
impersonal”. En estos libros Dios se revela como un ser personal que obra a favor de los hombres que
confían en El. Su personalidad se pone de relieve en su relación con ellos a través de encuentros
personales y sucesos históricos mostrando su Justicia, su juicio, su gracia, su amor, su misericordia,
etc.
F- Denotan el protagonismo del Dios de la Historia.
En la Biblia se ve a Dios como el principal protagonista de la historia; solo El les da significado a los
acontecimientos. A través de la historia de Israel – sus problemas, sus guerras, sus avivamientos
espirituales –
Dios se manifiesta llevando a cabo sus designios, haciendo justicia sobre los pueblos paganos o
ejerciendo misericordia sobre su pueblo. Un ejemplo impresionante es el caso de la invasión de
Senaquerib el rey de Asiria en contra de Ezequías el rey de Judá en 2Reyes 18 y 19 donde Dios los
libra de este blasfemo rey matando 180 mil asirios (2Re.19:35).
II- Factores a tener en cuenta para un mejor provecho del estudio de los Libros
Históricos.
A- El propósito de los historiadores sagrados NO era narrar todos los hechos de Israel y de las
potencias que estaban alrededor.
El propósito de los autores de estos libros era interpretar y enseñar, no sólo relatar. No sólo narraba lo
que el pueblo de Israel hizo sino también por qué lo hizo. No se enfatizaban los hechos más
importantes desde el punto de vista histórico secular, sino más bien desde el punto de vista espiritual.
Además de historia, estos libros históricos contienen leyes, sermones, y filosofía.
Además, muestran los resultados de obedecer o desobedecer a Dios.
B- El concepto del pacto entre Jehová y el Israel de Dios forma la base del mensaje de los
historiadores.
Israel fue ligado a Jehová mediante el pacto del Sinaí, y como era su pueblo, le debía absoluta lealtad.
Por razón de la elección hecha por Dios, de su gobierno, de su omnipotencia, gracia y celo
consumidor, los israelitas habían de obedecerle con total sumisión. Dios les había dado la tierra de
Canaán, pero no como un regalo incondicional. La profecía de Deuteronomio 28 enseña que si los
israelitas no le servían fielmente, Jehová les quitaría Canaán. Por lo tanto, los profetas y luego los
historiadores inspirados, insistían en un tema principal: “La fidelidad a Jehová es portadora de
bendición, mientras que la infidelidad produce consecuencias funestas.”
Los libros históricos muestran cómo se cumplió el mensaje de los profetas. Los fracasos de Israel
narrados en estos libros demuestran claramente cuán imposible era que la Ley por sí sola efectuara la
verdadera salvación. Se necesitaba un Redentor para salvar a los hombres de sus pecados.