Joseph Lister

RicardoL 2,082 views 12 slides Dec 02, 2013
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Irving R. Lozano Astorga Salud Publica Dra. Emma Olivia Burgos Fuentes Joseph Lister (1827-1912)

Joseph Lister nació en Upton (Essex) el 5 de abril de 1827. Procedía de una familia de cuáqueros. Su padre era comerciante de vinos y poseía buenos conocimientos de física y matemáticas. Estudió en Londres y en 1854 se formó como cirujano en Edimburgo, junto a Jarnes Syme . En esta ciudad se dedicó a varios trabajos de tipo anatómico, fisiológico y patológico.

En 1860 marchó a Glasgow, donde reemplazó a Syme y desarrolló su labor más fecunda. Más tarde, en 1877, en Londres, fue nombrado profesor del  King´s College . Cuando se hizo cargo de la clínica quirúrgica de Glasgow, Lister debía enfrentarse a lo que era uno de los principales problemas: de un 30 a un 50% de los enfermos ingresados sucumbían víctimas de la gangrena hospitalaria, la erisipela, la piemia o el edema purulento.

Lister había leído los trabajos de Pasteur sobre la pebrina de los gusanos de seda, la presencia de microorganismos en el aire, la fermentación y la putrefacción por el crecimiento anaeróbico de los microorganismos. En ellos se describían tres formas de eliminar a los microbios: la filtración, el calor, o los productos químicos.

Lister pensó que la gangrena era una forma de putrefacción y que podría ser provocada por los microorganismos presentes en el ambiente o en los instrumentos quirúrgicos. Así que meditó en la forma de eliminarlos para el caso de tener que intervenir quirúrgicamente a los pacientes. La filtración estaba descartada. El calor podría ser utilizado con algunos materiales e instrumentos médicos, pero no podía usarse con los pacientes. Sólo quedaban los compuestos químicos.

  C reosota: un líquido obtenido al destilar la hulla, que se utilizaba para evitar que se pudrieran las traviesas de las vías del tren.  En 1834 el químico Friedlieb Ferdinand Runge había destilado de la creosota una fracción líquida a temperatura ambiente que denominó ácido carbólico .

Uno de los usos del carbólico era eliminar el hedor causado al tratar los campos a los que se había añadido estiércol como abono. Lister pensó que el efecto del carbólico era debido a que inhibía la putrefacción del estiércol, así que se le ocurrió que quizás el carbólico podría ser utilizado para evitar la putrefacción en las heridas.

Lister insistió en la importancia de la higiene de las manos del cirujano y en el tratamiento antiséptico de los instrumentos . Trataba con soluciones de fenol al 5% el instrumental quirúrgico, los vendajes e incluso la piel de la zona que debía ser intervenida. Para eliminar los microorganismos que pudiera haber en el aire, inventó un aparato que aerosolizaba la solución de fenol.

En agosto de 1865, Lister realizó una intervención en una fractura compuesta de un niño de 11 años cuya pierna había sido aplastada por un carro. Tras la operación aplicó sobre la herida un paño de lino impregnado previamente en una solución de fenol. A los cuatro días comprobó que no se había producido ninguna infección . Después de seis semanas los huesos se habían soldado y la herida no había mostrado ninguna supuración. Sus resultados fueron publicados en una serie de cinco artículos publicados en  The Lancet  a lo largo de 1867

La herencia de Lister todavía sigue muy presente. Como el fenol fue el primer producto biocida usado de manera científica, se utiliza como compuesto de referencia con el que se comparan todos aquellos compuestos que presentan propiedades antimicrobianas. Es lo que se conoce como  coeficiente fenol .

Al final de una intervención todo el mundo acababa mareado y con dermatitis provocada por el fenol. Incluso se daban casos de nefritis. Con el tiempo se demostró que el nivel de microorganismos aéreos era muy bajo si el quirófano era limpiado previamente, por lo que el aerosolizador de Lister cayó en desuso.