de Schumpeter.
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Ambos pensadores consideran que la crisis es, en el mediano y largo plazo,
una parte intrínseca del sistema capitalista (y que eventualmente lo destruiran). Ambos
pensadores permiten entonces a Keynes sugerir que el sistema delineado porAdam
Smith solo puede referirse a una etapa y momento específico en el cual el capitalismo se
estaba desarrollando pero que en general, ese desarrollo no puede existir sin la crisis y no
puede dar prosperidad a unos si es que no se está explotando a otros.
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Irónicamente, el
keynesianismo podría retornar la acusación que los partidarios de la Escuela Austriaca le
hacen: "podríamos resumir la tesis de Hazlitt en que las falacias y los errores económicos
provienen de fijar nuestra atención en los efectos que una medida económica tiene a corto
plazo y sobre un reducido sector."
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Pero tal respuesta, a pesar de ser correcta, podría quizás llevar a un equívoco: si aceptamos
que las crisis son parte inherente del capitalismo, la eliminación de ellas demanda medidas
que vayan más allá que ese sistema. En sus palabras "solo el Estado puede restaurar los
equilibrios fundamentales", y la participación del Estado implica movimiento hacia
el socialismo. El problema —por lo menos para algunos— es que por un lado él desea que
esa transformación sea democrática
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y por el otro, cree que para eso se necesita un nivel de
comprensión y control sobre la economía que, en su tiempo por lo menos, no existía. El
cambio del sistema de propiedad de los medios de producción no basta para resolver los
problemas de la economía. Keynes dijo en 1926, como respuesta a la proposición de que lo
que se necesitaba era la "insurreción proletaria": "Nos hace falta, más que nunca, un esquema
coherente... Todos los partidos políticos tienen sus orígenes en ideas del pasado, no en
nuevas y ninguno más notoriamente como los de los marxistas. No es necesario debatir las
sutilezas de lo que justificaría a un hombre promover su evangelio por la fuerza, porque nadie
tiene ese evangelio. El próximo movimiento es con la cabeza, pero primero debemos
esperar
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Keynes no puede pensar de otra manera. Si la percepción de que la descripción de
Smith y las formalizaciones posteriores corresponden a un momento y lugar particular es
correcta, sigue que las leyes generales de la economía, especialmente la "ingeniería
económica" (esa rama que se refiere a las decisiones prácticas, del día a día, empresa por
empresa, etc.) están por descubrirse; careciéndose de formalizaciones que, en su tiempo por
lo menos, no existían (ver debate sobre el cálculo económico en el socialismo). Por ejemplo,
los trabajos de de Jan Tinbergen, Wassily Leontief, Simon Kuznets, etc, todos fundamentales
para laeconometría todavía no habían sido publicados en esa fecha. (Las mismas
percepciones de Keynes no fueron formalizadas (matematizadas) hasta los aportes de,
primero, John Hicks y, posteriormente, en EEUU,Paul Samuelson.
La propuesta que Keynes eventualmente produjo -llamada socialista y siniestra por los
partidarios de la Escuela Austriaca
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es la eliminación del poder de la escasez del dinero,
situación usada y exacerbada, en su opinión, por la acción de los "rentiers" (especuladores,