Enfermedades
Los koalas tienen un sistema inmunitario muy
débil, que les hace propensos a todo tipo de
problemas, como enfermedades respiratorias,
digestivas y urogenitales, úlcera de estómago,
cáncer, deshidratación y atrofia muscular.
Asimismo, tienen una gran tendencia a padecer de
estrés que, sumado a su gran actividad en la época
de apareamiento, provoca que sean más
vulnerables a enfermedades en ese período.
Además, suelen sufrir infecciones de clamidia.
Cuando llueve, a los koalas enfermos se les queda
el pelaje húmedo. También las garrapatas se les
pegan con gran facilidad. Por si fuera poco, los
koalas más viejos pueden llegar a morir de
hambre por el desgaste de sus dientes, ya que no
son capaces de seguir masticando las hojas.
Época de reproducción
Los koalas alcanzan la madurez sexual a los dos
años. Sin embargo, los apareamientos se
empiezan a dar normalmente entre uno o dos años
después. Por lo general, las hembras están
preparadas antes que los machos, ya que los
machos dominantes mayores mantienen alejados a
los más jóvenes. No está claro si son los machos
los que van en busca de las hembras o si ocurre al
contrario. Posiblemente esto depende del estatus
del animal en la jerarquía social. Los machos
dominantes deben mantener su posición frente a
otros machos y controlar a sus hembras. No
obstante, también se da el caso de hembras en
celo que van en busca de un macho dominante.
Gestación, nacimiento y cría
La gestación dura solo 35 días. Al nacer, la cría se
arrastra por sí misma desde la cloaca hasta la bolsa.
Nace ciega y sin pelo, pesa menos de un gramo y
mide unos 2 centímetros. En la bolsa hay un
músculo que evita que la cría se caiga. Normalmente
solo nace una cría al año, en verano. Esta pasa entre
seis y siete semanas dentro de la bolsa, donde beberá
leche y se hará más grande.
Alrededor de las 22 semanas de vida, abre los ojos y
empieza a mirar todo lo que ocurre fuera de la bolsa.
Entre las 22 y las 30 semanas empieza a tomar,
además de la leche, una especie de papilla que
produce su madre. La papilla es un tipo de
excremento que facilita a las crías el decisivo
cambio de la leche a las hojas y se irá convirtiendo
en la alimentación principal de la cría hasta que,
cuando sea mayor, abandone la bolsa y empiece a
tomar su comida tumbado en la barriga de la madre.
En todo este tiempo aprende a agarrar las hojas con
las manos y a olisquearlas con cuidado antes de
comérselas. Sin embargo, seguirá alimentándose con
leche materna hasta que tenga un año. Debido a su
gran tamaño, la cría tiene que sacar la mama por la
apertura de la bolsa. Cuando empieza a alimentarse
con hojas, la cría se desarrolla a mayor velocidad y
su cuerpo se hace más regordete. A partir de
entonces, la madre empieza a llevar a la cría a la
espalda, aunque esta sigue buscando protección en
la bolsa. Cuando se hace mayor, realiza sus primeras
excursiones alrededor de su madre. En torno a los 12
meses, la cría ya se vale por sí misma.