pueblo panameño en eterna apatía social y sin militancia cívica o sea, aquella
en que mientras tenga lo mío, lo demás me importa un bledo.
Mientras tanto en lo social, la familia base nuclear de la sociedad panameña,
su proceso fabril está en franco deterioro, sin lograr rectificar ni elaborar un
producto de óptima calidad social donde padres, madres, educadores, líderes,
políticos, gobernantes, religiosos, sociólogos, sicólogos y siquíatras han
fracasado sin visos de corregir rumbos ni metodología.
En fin, si no corregimos a tiempo, no habrá baranda ni pasamanos que nos
salve de caer al vacío, mientras continuemos con la construcción de la escalera
preñados por la apatía social. Por tanto, tengamos presente siempre, antes de
criticar la generación “millennial” o a la generación “Neet” o “ninis”; reflexionar si
lo hacemos frente a un espejo o vidrio; porque fuimos su artífice al igual que de
la escalera social.
Por lo pronto, escribí a Santa Claus una carta pidiendo que en nuestro país no
se repliquen modelos de otros, como el de la criminalidad en México en cuyo
territorio existen Estados bajo el control absoluto de los narcotraficantes, o bien
el político de Honduras que acaban de celebrar elecciones y el gobierno, a
pesar de un reconocimiento, su legitimidad está entredicho.
Por último, pedí para la generación presente y futura una educación superior y
más efectiva que la de Singapur, Japón, Estonia, Taiwán y Finlandia; porque
tras el recibo de una educación excelente, jamás veras sacrificada o soslayada
tu dignidad como ser humano.
Asimismo, por la transparencia del servicio público de manera tal, que los
servidores públicos no se vean salvo por el ejercicio de su función pública y la
rendición de cuenta por esta, regida por el mayor bienestar social,
exclusivamente.
De igual forma, porque la empresa privada como motor de la economía
nacional, siga invirtiendo en la generación de riquezas y mayores fuentes de
empleos, sin ofrecer nada indebido a cambio de licencias, permisos o
contrataciones; contribuyendo también por un mejor país y sociedad, honrando
sus tributos y cumpliendo su responsabilidad social empresarial. Y cuando de
la mano con el sector público, incursionen en la explotación de las riquezas
nacionales, su derrotero sea procurar un estado de bienestar, para la
satisfacción del interés y beneficio común de todos los panameños; porque es
misión nuestra servir a las generaciones futuras con la construcción de la
escalera social.
Pueblo panameño, Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo 2018, colmado de
mucha salud, dicha y prosperidad.
Panamá, domingo 24 de diciembre de 2017.