I ENCUENTRO JUVENIL ESCOLAR DE LÍDERES MISIONEROS “JOVEN, TÚ ERES INSTRUMENTO DE LUZ”
Equipo: ODEC-PASCO
Lee los textos: Mt. 19, 16-26; Jn. 6, 9
Reflexiona: ¿Qué dice el texto? ¿Qué te quiere decir?
LA IGLESIA MIRA CON ESPERANZA A LA JUVENTUD
El siglo pasado el papa Juan Pablo II en su
discurso a la juventud nos recordaba que “La
Iglesia presta especial atención a los
jóvenes, ya que son la esperanza del
mundo y de la Iglesia en todas las
épocas”.
El santo padre hacía un llamado a la juventud
en general manifestando: “En un mundo lleno de avances y amenazas,
especialmente en el ambiente educativo, los jóvenes deben formarse, tomar
decisiones y dar testimonio de su fe en Jesucristo”. Hay que tomar en cuenta
que el bautismo y la profesión de fe nos convierten en hombres nuevos y si ello
está sostenido en la Eucaristía como alimento del espíritu y el cuerpo, sería ello
la base de las acciones teniendo como centro y eje principal a Cristo Jesús.
LA MISIÓN DEL JOVEN DE HOY
Los jóvenes están invitados permanente-
mente a protagonizar la vida de la Iglesia, y
lo han demostrado que están dispuestos a
hacerlo. El Papa Francisco nos recuerda
que Jesús vivió su misión y entrega siendo
joven, él es nuestro principal modelo, a él
seguimos e imitamos. Así es que, como
jóvenes líderes debemos ser humildes frente a una Iglesia que nos acompaña y
enseña, ser empáticos con un mundo que cambia y nos interpela, y dar un límpido
testimonio a nuestros pares que nos necesitan.
Con la humildad de aquel muchacho desconocido, del que no se dice nombre,
edad o pueblo, que se acerca a Jesús con cinco panes y dos pescados cuando
él llama (Jn. 6, 9), de la misma manera estemos nosotros dispuestos a dar todo
lo que somos y tenemos al Salvador.
Doce Apóstoles, hace dos mil años, han dado la vida para que Cristo fuese
conocido y amado. Desde entonces, el Evangelio sigue difundiéndose a través
de los tiempos gracias a Hombres y mujeres animadas por el mismo fervor
misionero. Por lo tanto, también hoy se necesitan discípulos de Cristo que no
escatimen tiempo ni energía para servir al Evangelio. Se necesitan jóvenes que
dejen arder dentro de sí el amor de Dios y responden generosamente a su
llamamiento apremiante, como lo han hecho tantos jóvenes, beatos y santos del
pasado y también de tiempos cercanos. Siendo testigos de la manifestación del
amor de Dios a la juventud, como el
apóstol Juan, hoy podemos decir, “lo
que hemos oído, lo que hemos visto
con nuestros ojos, lo que hemos
contemplado y lo que hemos tocado
con nuestras manos.” (1 Jn. 1), es lo
que les compartimos para que, como
discípulos misioneros, caminemos con
Jesús para dar vida a nuestros pueblos.
TRES OBJETIVOS EN NUESTRA MISIÓN DE JUVENTUD:
1. Hacerse Humanos, ante el avance tecnológico los jóvenes debemos tener
un crecimiento integral y espiritual, para así recordar que somos imagen y
semejanza de Dios, reconocer nuestra dignidad y la dignidad de los demás.
2. Hacerse cristianos, esforzarnos para experimentar y compartir el amor de
Dios en Jesucristo crucificado y madurar en la fe. Para participar activamente,
en comunidad, en la misión de la Iglesia.
3. Hacerse Santos, comprometernos a caminar para poder lograr nuestra
plenitud como seres humanos y vivir plenamente, vivir como discípulos
misioneros de Jesucristo a través de los diferentes carismas, y descubrir y
responder a nuestra vocación.
CONCLUIMOS EN LO SIGUIENTE
El Papa Benedicto XVI al dirigirse a los jóvenes reunidos en el III Congreso
Latinoamericano, invita a ser “auténticos discípulos de Jesucristo, vivir los valores
del Evangelio, transmitirlos con valentía a los que nos rodean, e inspirados en
estos principios, construir un mundo más justo y reconciliado”
LUZ DE ESPERANZA