sociales. Olvido abandonó la Ciudad de México, emigró hacia Mazatlán
donde compartió departamento con una muchacha que conoció en un bar
gay, Lorena era todo lo que la joven citadina quería para su vida, ella le ayudó
a conseguir trabajo en una congeladora de camarón, fue auxiliar contable por
cinco años, pero el fenómeno Covid 19 provocó despidos, a Olvido le tocó
esa mala suerte. Se fue sin finiquito, le prometieron recontratarla, pero ella
no acepto por orgullo. Debía pagar sus tarjetas de crédito a tiempo, a fin de
evitar los recargos, la sección de clasificados del periódico contenía muchas
ofertas de trabajo, pero la mayoría eran empleos como conductores de
camión, repartos, descargas de tráileres y cargadores. No había espacio para
el perfil de una contadora. De la lapicera de Lorena tomó un plumón rojo,
comenzó a tachar con una cruz los lugares donde la rechazaron, fue una tarea
que duró la primera semana de la cuarentena. En el cine se conoce el
fenómeno de “Loop”, es decir lazo, a la continuidad de un suceso de
principio a fin y que retorna al comienzo, así veía Olvido su vida, como una
película muda, a blanco y negro, era la mujer que el director victimiza para
hacer reír al público. Golpeó el respaldo del asiento con fuerza, iba sola en
el camión a causa de la sana distancia, se quejó de su suerte, tenía trabajo,
pero a qué precio, jamás imaginó que sería mamporrera.
Lorena hacía “Home Office” desde su recamara, vestía el uniforme de su
escuela, una camisa blanca con el logo ponchado en el pecho, no quería usar
calzón porque así se sentía cómoda, sólo usaba bóxer si tenía su periodo a
fin de evitar un accidente. Escuchó el abrir y cerrar de la puerta principal,
ahorita salgo, gritó a Olvido, mientras finalizó la sesión en sus clases
virtuales. Apagó la computadora, cogió el short de mezclilla que tenía sobre
la cama y se lo puso apretando los glúteos, era una manía que tenía, decía
que le atraía suerte para tener buen sexo con su pareja. Encontró a su chica
en la sala, se tumbó en el sillón principal donde evitó la mirada de Lorena,