Si no utilizáis, además de la cabeza, vuestro corazón y vuestra alma, no ayudaréis a nadie.
todo sufrimiento genera crecimiento.
Ser infeliz y sufrir es como forjar el hierro candente, es la ocasión que nos es dada para crecer y la
única razón de nuestra existencia. No se puede crecer psíquicamente estando sentado en un jardín
donde os sirven una suculenta cena en una bandeja de plata, sino que se crece cuando se está
enfermo, o cuando hay que hacer frente a una pérdida dolorosa. Se crece si no se esconde la cabeza
en la arena sino que se acepta el sufrimiento intentando comprenderlo, no como una maldición o un
castigo sino como un regalo hecho con un fin determinado.
Nada tiene un solo aspecto. Aunque alguien esté gravemente enfermo, aunque sufra y no tenga a
nadie a quien confiarse, aunque la muerte venga a buscarlo a la mitad de la vida y no haya
comenzado todavía a vivir de veras, aun así es preciso que mire el lado opuesto de la medalla.
Nadie debería vivir en función de lo que los otros han dicho que hay que hacer.
Si se escucha la voz interior y el propio saber interno, que con relación a uno mismo es el más
importante, entonces uno no se engañará y sabrá lo que debe hacer con su vida.
La muerte no es más que el abandono del cuerpo físico, de la misma manera que la mariposa deja su
capullo de seda. La muerte es el paso a un nuevo estado de conciencia en el que se continúa
experimentando, viendo, oyendo, comprendiendo, riendo, y en el que se tiene la posibilidad de
continuar creciendo. La única cosa que perdemos en esta transformación es nuestro cuerpo físico,
pues ya no lo necesitamos.
Sobre la cuestión de saber a quién se ve en una muerte aparente, dos condiciones se manifiestan con
un denominador común: primera, que la persona percibida debía de haber «partido» antes, aunque
sólo fuera unos minutos antes, y segunda, que debía de haber existido un lazo de amor real entre
ellos.
Es necesario que lo sepáis, pero no que tengáis miedo. Sólo abriéndoos a la espiritualidad y
perdiendo el miedo llegaréis a la comprensión y a revelaciones superiores. A esto podéis llegar
todos.