12 años eran robadas o cedidas como esposas y esto no entendía sabine ya
que ella también oscilaba en esa edad.
Habían observado muchas guerras en las cuales vieron muchos heridos y
muertos. Cuando había un muerto construían un choza, dormían, comían y se
embadurnaba el cuerpo con los líquidos corporales ya cuando solo quedaban
los huesos recogían especialmente el cráneo y se los llevaban para su casa.
Sabine tuvo que asistir al colegio por lo que se ausentaba durante el año
lectivo, vivía en Jayapura, pero regresaba en vacaciones a Foida. A los 17
años, los padres consiguen una beca en un colegio internado a la que tuvo que
asistir sabine, esto fue un choque cultural severo, no sabía cómo vestirse, no le
gustaba andar con zapatos, no le gustaba la comida por su inexperiencia
quedo embarazada, luego se caso con el padre de su hijo, pero ella siempre
sentía la necesidad de regresar al paraíso perdido.
Estudio la universidad, fue economista, pero siempre añoraba regresar a su
tierra natal. A los 31 años junto con la ayuda de su hermana Judith escribe su
autobiografía, la que es muy reconocida actualmente.
Doris la madre de Sabine, al no tener la responsabilidad de criar a sus hijos,
reunía a todos los niños y construyo una escuela en la que de acuerdo de su
edad iban aprendiendo el abecedario en la lengua indonesia, a contar, pintar,
los niños y los padres poco a poco comenzaron a construir sus chozas en esta
zona neutral y por primera vez se reunían los niños Fayu de todas las tribu sin
ningún enfrentamiento ni guerra.
En la actualidad han disminuido notablemente las guerras y su esperanza de
vida se había incrementado de 35 a45 años, la mortalidad infantil también
disminuyo. Los niños ya no andaban atrás de sus madres en busca de
protección, sino que se comportaban de forma más libre, sonreían, jugaban y
aprendían a ser más civilizados.
Kauss tuvo gran apoyo del indígena Iyarike, denominado Nakire. Se
establecieron en una zona neutral a la que denomino Foida, hizo contacto el
cacique Teaur de la tribu Iyarike, el mismo que deseaba la paz y que no quería
matar más gente, que había observado que el hombre blanco era bueno y que
si regresaba en 3 lunas, es decir 3 meses, le autorizaba para que habitara con
su familia en esta zona neutral, al cabo de 3 meses, Klauss regreso
nuevamente al interior de la selva y los indígenas ataviados con plumas,
huesos, flechas y arcos en la mano lo estaban esperando y viendo que él había
cumplido su promesa le permitieron quedarse.
Klauss construyo una casa rustica de madera, comenzó a contactarse con los
indígenas, trataba de aprender su dialecto y hacia trueques, el les entregaba
ollas, machete, implementos de caza y ellos a su vez le proporcionaba carne
de culebra, jabalí, cocodrilos, huevos.