- Identificación de la obra:
La obra propuesta es La Primavera, y su autor es Sandro Botticelli. Se
encuentra en la Galería Uffizi (Florencia). Se elaboró a finales del Siglo XV,
concretamente entre 1480 y 1481, durante el Quattrocento; y pertenece al
estilo renacentista. Se trata de una pintura al temple sobre tabla. En cuanto al
género pictórico, es una pintura figurativa; y, concretamente, es una pintura de
tema mitológico. El tema de la obra es la llegada de la Primavera, con una
concepción mitológica, y encontramos en ella la recreación de una fiesta en
honor a la llegada de la Primavera.
- Análisis formal:
La técnica utilizada es la pintura al temple sobre tabla, en la que el disolvente
del pigmento es el agua y el aglutinante, el huevo.
Respecto a la composición, presenta una composición triangular y se
distinguen tres grupos: el izquierdo, en el que aparecen las Tres Gracias y
Mercurio; el central, en el que aparece Venus; y el derecho, de composición
diagonal, en el que aparecen Flora y la ninfa Cloris huyendo de Céfiro; aunque
en el cuadro en general la composición es horizontal y cerrada (en este caso,
por Mercurio y Céfiro).
Los colores dominantes en el cuadro son los colores de gama caliente (rojos,
amarillos, naranjas, ocres…).
La pincelada es delicada y minuciosa, cuidando de forma precisa todos los
detalles del cuadro.
En cuanto a la luz, cabe destacar que es una luz natural que incide de forma
homogénea y frontal sobre las figuras.
Las líneas son finas y delicadas, aunque marcadas, por lo que la obra muestra
un predominio de la línea sobre el color.
En la presente obra, el volumen se consigue mediante la ondulación de los
paños de los ropajes y los cabellos de las muchachas, especialmente en el de
la ninfa Cloris, dando sensación de movimiento y dinamismo.
- Análisis estilístico e iconográfico:
Esta obra la podemos encuadrar dentro del estilo renacentista del
Quattrocento, que se caracteriza por la utilización de la tabla como soporte
principal, el predominio de la línea sobre el color y también de las
composiciones cerradas, la luz homogénea, y la plasmación de temas
religiosos o, como en este caso, mitológicos. Además cabe destacar las