La sonrisa etrusca: José Luis Sampedro
La temura escondida, el caro perdido ola sensisidad enterrada con el paso de los anos
pueden volver en el momento más inesporado para recordare que ni estaba escondida, ni se
habia perdido, ni su entero fue tan profundo como para no volvera verla luz Esta esla
cereza que nos pone delante José Luis Sampedro cuando nos regala La sons asc,
Si no lo cretis, no tends más que obsanar con detenimiento a Salvatore Roncone, un
campesino calabrés, que vie su Úlima edad y al que nada lo resutaria más penoso que
separarse de su tra y morir los. Cuando su hijo Renato lo asada a a gran ciudad de
‘Mian, o único que le viene a la cabeza al vigo Salvatore es su deseo de que todo acabe de
una vez. Pero con lo que no cuenta es con el extraño e indesrciblo vinculo emociona que
nacerá en su interior cuando conozca de verdad a Brun, su nieto de race meses,
Fs bien sabido y pregonado por aqueños que legan a expermentrol inexplicable sensación
de unión y caro etes que una persona llega a tener por sus nieto. Es tambien una
sensación común aqueña que explican la mayoría de los que viven su terera edad, según la
cual no suten ante la certeza del poco tempo que les queda de vida. Lo asumen y o viven de
¿ra forma. Esto es exactamente lo que le ocure a Saratore Roncone.
{Un cancer se lo come por dentro; se mueve y suena denso de si, hasta tal punto que
‘Salvatore, incluso, lega a enablr una extraña amistad y a hablar con la icha ~ Ruse, como.
la lama - que va deshaiones au interior in pause. Pro noe impots Todo mal o cubero
or alegrias tan grandes como la que le produce el hecho de que su nieto de sus pmercs
pasos siendo Al quien lo recoge entre sus brazos cuando pierdo el equino, Nunca pensó que
un rudo campesino caibrés fuera capaz de lbrar por ago que solo comprendería una
abuela
La visa e ha ado a Salvatore su Úlima alegra = quizas la mas grande - su lima oportunidad
para valora el amor, la fami, ia vid... cen que los extremos se tocan, pro sio levamos.
Al ámbito de lo humano, eso es una verdad como un templo Un hombre hecho y derecho, tan
mayor que ya vo sus dimos meses, semanas, dia... vo cómo un ser minúsculo de tan slo
trece meses le abre los ojos y le da todo lo que nadie le ha dado nunca, l leva a volver a
“encontrar el amor el limo desu vid, mientras Rusca continua su insaciable esti.
Dicen que el cil de la isa es un culo y que según nos hacemos más vis. vamos
dejando sal de nuevo el niño que fumo. Es por eso, quzás, a temura escondida, el caro
perdido 0 a sensibiidad enterrada con el paso delos años puedon volver en el momento más
inesperado par recrsate que ni estaba escondida, ni ge habla perio, ni su entro fue tan
prolundo como para no voWer verla luz Es por eso, quizás, que un niño que aún ni na
empezado a viv sea capaz de ar los ojos de su abuelo de tal forma que éste tenga la
placida sensación de haber dado la weta completa de su ciclo de vida y en lugar de
reconforarse con elo, quiera aferarse y lucho cuando asilo ol todo perdido en su batata
contra a Rusca