por poseer algo, tenemos inmediatamente el miedo a su pérdida, por lo tanto,
según San Agustín, el mundo por sí solo, nunca nos podrá dar la verdadera
felicidad. No nos dice que sea imposible ser feliz, pero sí algo muy
complicado, porque la felicidad consistiría en tener y conservar lo que
deseamos, pero también en no tener miedo de perderlo, lo cual no es posible
o sumamente difícil. Esto mismo, también sirve para el tema parejas. San
Agustín dice que disfrutamos realmente de alguien, cuando le queremos por
sí mismo, el amor de verdad no espera nada a cambio, el amor puro consiste
en amar desinteresadamente. Esto quiere decir, que si queremos a una
persona, no le podemos exigir que nos quiera al mismo tiempo, no podemos
ponerle condiciones, incluso, tenemos que estar dispuestos a perderla.
¿Crees que este libro sirve para ayudarte a ser más feliz? Seguramente sí,
por eso lo has comprado y quieres seguir leyendo. Pero ¿eres tú o es el
libro? Obviamente, eres tú quien está procesando todo en tu mente y tú
mismo, te estás implantando una nueva filosofía o una nueva creencia que te
ayuda a sentirte mejor. Puede que, simplemente, estés recordando o
repasando algo que ya sabías. Por eso, comúnmente, se les llaman, libros de
autoayuda. Muy bien, ¿pero crees que sin el libro en tus manos, hubiera sido
posible? Por supuesto que no, el libro ha sido la chispa, el impulso... ¿Por
qué te explico esto? Porque es muy difícil, por no decir imposible, que nos
podamos ayudar a nosotros mismos, siempre recurrimos a algo nuevo o algo
que ya sabemos, pero de una fuente externa a nosotros. Por ejemplo, un
vídeo que viste por internet, una conferencia a la que asististe, un buen
consejo de un amigo, el libro que sostienes en tus manos, una sesión con un
psicólogo... Por tanto, este tipo de libros (autoayuda, autoconocimiento...)
también se los podría catalogar, simplemente, como libros de ayuda.
Con todo lo que hemos hablado hasta ahora... Imagina un vecino de tu barrio
que te pregunta: "¿Eres feliz?". Arthur Schopenhauer, decía que la felicidad
es una ilusión lamentable (lo que vendría a ser lo contrario a la supuesta
felicidad), y que la filosofía tiene que combatir el concepto de felicidad
como la más ciega de todas las tonterías. Lo que aquí se quiere decir, es que
la felicidad es una palabra muy grande, muy personal, muy difícil de
entender, incluso, para los expertos. No se trata solo de sonreír, reír tras un
chiste, estar emocionado por tu coche nuevo, estar relajado tras el polvazo
que has pegado, bailar súper motivado porque es la canción que te encanta,