Pegaso es una preciosa y enorme constelación
boreal de más de 900º cuadrados situada entre los
paralelos 30º y 10º de latitud norte visible durante más
de siete meses en el hemisferio norte desde los meses
de Julio hasta Enero; en cambio, en el hemisferio sur
culmina a baja altura durante los meses de febrero,
marzo y abril. Una de las características más evidentes
al observar la constelación es que tiene forma de
cuadrilátero, formado curiosamente por cuatro
estrellas de la segunda magnitud pero con la
particularidad de que la que se halla en el extremo
occidental y superior pertenece a la vecina constelación
de Andromeda, el resto, lógicamente forma parte de la
constelación de Pegaso.
La constelación de Pegaso está bastante libre de las nubes y polvo estelares que se proyectan
en la Vía Láctea de ahí que podamos observar cúmulos globulares y galaxias con cierta facilidad.
Mitología e historia
El caballo alado, hijo de Posidón, que surgió del cuerpo de Medusa, junto al guerrero Crisaor, cuando
Perseo la decapitó.
Posidón le había concebido yaciendo
con Medusa en el templo de Atenea,
por lo que la diosa castigó a la bella
joven transformándola en un
monstruo alado con ojos relucientes,
dientes afilados, lengua saliente y
cabellos de serpientes.
Pegaso vivía en el monte Helicón,
amado por las Musas para las que
había creado la fuente Hipocrene
golpeando el suelo con sus cascos.
Este mismo proceso lo repitió en
diferentes lugares por lo cual se le
relaciona con las fuentes y pozos.
Mientras tanto, en Corinto, el guerrero Belerofonte se disponía a expiar su fratricida crimen; para ello
recurrió al rey Preto de Tirinto, cuya esposa se enamoró de él a primera vista. Al no acceder
Belerofonte a sus requerimientos amorosos fue acusado de un intento de violación, por lo que Preto,
no queriendo matarle, le envió a su suegro, el rey Yóbates de Licia, con una carta sellada en la que se
ordenaba la muerte de su portador. El rey, temiendo la ira de los dioses, encargó a Belerofonte un
trabajo peligroso: dar muerte a la Quimera, animal de cabeza de león, cuerpo de cabra, cola de
serpiente y aliento de fuego.
Antes de acometer tan peligrosa empresa consultó con el adivino Poliido que le aconsejó que
capturase y domase al caballo Pegaso. Para ello se dirigió al monte Helicón, pero en el camino se lo