Latín historia de la lengua latina 01

eminuesa 5,025 views 49 slides Jan 28, 2015
Slide 1
Slide 1 of 49
Slide 1
1
Slide 2
2
Slide 3
3
Slide 4
4
Slide 5
5
Slide 6
6
Slide 7
7
Slide 8
8
Slide 9
9
Slide 10
10
Slide 11
11
Slide 12
12
Slide 13
13
Slide 14
14
Slide 15
15
Slide 16
16
Slide 17
17
Slide 18
18
Slide 19
19
Slide 20
20
Slide 21
21
Slide 22
22
Slide 23
23
Slide 24
24
Slide 25
25
Slide 26
26
Slide 27
27
Slide 28
28
Slide 29
29
Slide 30
30
Slide 31
31
Slide 32
32
Slide 33
33
Slide 34
34
Slide 35
35
Slide 36
36
Slide 37
37
Slide 38
38
Slide 39
39
Slide 40
40
Slide 41
41
Slide 42
42
Slide 43
43
Slide 44
44
Slide 45
45
Slide 46
46
Slide 47
47
Slide 48
48
Slide 49
49

About This Presentation

La historia del latín


Slide Content

Historia de la lengua latina

El latín y sus fases En la evolución histórica del latín antiguo distinguimos: Un período de formación, el LATÍN ARCAICO, que abarcaría desde los primeros testimonios escritos en el siglo V a.C. hasta el siglo I a.C. Un período de auge o plenitud, el LATÍN CLÁSICO, que abarcaría desde el siglo I a.C. hasta finales del siglo II d.C. Un período de declive o disolución de la norma clásica, el LATÍN TARDÍO, que abarcaría desde el siglo III d.C. hasta fines de la Antigüedad, en el siglo VI d.C.

Más fases del latín Después de la Antigüedad, el latín sigue siendo cultivado de forma culta y literaria, de manera que podemos distinguir: Un LATÍN MEDIEVAL (siglos VI al XV) Un LATÍN RENACENTISTA (siglos XV y XVI) Un NEOLATÍN (desde el siglo XVII hasta nuestros días)

Eje cronológico V IV III II I I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX XI LATÍN ARCAICO LATÍN CLÁSICO LATÍN TARDÍO LATÍN MEDIEVAL LATÍN RENAC. NEOLATÍN

EL LATÍN ARCAICO El latín arcaico coincide con el período histórico en el que Roma, como potencia guerrera, se expande por toda Italia, primero, y por el Mediterráneo, después. Había pasado ya por una fase de gobierno monárquico, que duró hasta fines del siglo VI a. C., y de la proclamación de la República.

EL LATÍN ARCAICO El latín es una lengua poco homogénea, con gran diversidad de dialectos. En cada ciudad del Lacio se hablaba una variedad de latín: así el latín prenestino, de la ciudad de Preneste , o el falisco, de la ciudad de Falerios . Pero a todos se impone el latín de Roma, capital de aquella población latina e imperio que estaba surgiendo.

EL LATÍN ARCAICO Este es el periodo en el que se forma y fija la lengua latina. Es una lengua que evoluciona rápidamente. Por ejemplo: el antiguo diptongo - ai evoluciona a - ae , que es el que ya encontramos en época clásica; la -d a final de palabra se pierde; la -s en interior de palabra evoluciona a -r, etc. Todos estos cambios se producen en este período.

inscripción funeraria dedicada a una mujer llamada Claudia (siglo ll a. C], donde se muestran algunas de las particularidades del latín arcaico. Hospes , quod deico paullum est : asta ac pellege . Heic est sepulcrum hau pulcrum pulcrai feminae Nomen parentes nominarunt Claudiam . Suom mareitum corde deilexit souo . Gnatos duos creauit . Horunc alterum In terra linquit , alium sub terra locat . Sermone lepido , tum autem incessu commodo. Domum seruauit , lanam fecit . Dixi . Abei . Cuidó de su casa, trabajó la lana. He dicho. Márchate. Forastero, lo que tengo que decir es poca cosa. Detente y léelo. Aquí está el sepulcro no hermoso de una hermosa mujer. De nombre sus padres la llamaron Claudia. Amó a su marido con todo su corazón. Dos hijos engendró. A uno de ellos Sobre la tierra lo deja, al otro bajo la tierra lo tiene. Era de amable conversación, y se movía con elegancia.

EL LATÍN ARCAICO Hay en este latín una abundante asimilación de elementos lingüísticos de los pueblos sometidos. Así, del etrusco toma palabras como histrio , “actor” (lo que da en castellano “histrión”) o adapta a través del etrusco palabras griegas, como persona , que originariamente era la máscara de los actores.

Los préstamos son especialmente abundantes del griego, pues la cultura griega resultó modélica para Roma desde el principio. Palabras como oleum , “aceite”, malum , “manzana”, amphora , “vasija”, machina , “máquina”, y muchas otras, son ejemplos de esta apropiación de vocabulario griego.

Testimonios del latín arcaico Comenzamos a tener testimonios escritos del latín a partir del siglo V a. C. Se trata, en primer lugar, de inscripciones , no de latín literario. La primera es la que se lee en la llamada “piedra negra” del foro romano, donde aparecen algunas palabras conocidas (los sustantivos rex , “rey”, y iumentum , “animal de carga”, y los adjetivos sacer , “sagrado” y iustus , “justo”) pero en forma todavía muy antigua. http:// www.imperioromano.com/99/lapis-niger.html http://archeoroma.beniculturali.it/carcer-tullianum /

Tenemos también testimonios de cantos litúrgicos relacionados con el ritual religioso: el Canto de los salios , sacerdotes de Marte, que cantaban danzando y el Canto de los hermanos arvales , cofradía sacerdotal cuyos ritos buscaban la fecundidad de los campos (en latín aruum ). Muchos de sus cantos antiguos estaban compuestos en un verso propiamente latino, el saturnio, en el que tenía mucha importancia la aliteración. Texto conservado del himno de los sacerdotes Salios , recogido por Varrón y Terencio Escauro . El texto está en latín arcaico y no puede ser traducido en su totalidad. Texto conservado del himno de los Fratres Arvales , recogido en las actas del año 218 d. C. El texto está en latín arcaico y no puede ser traducido en su totalidad.

A partir del siglo III a. C. tenemos testimonios literarios, primero fragmentarios, y luego obras completas. El primer poeta es Livio Andronico , que tradujo del griego al latín la Odisea en versos saturnios, escribió tragedias de tema griego y un himno a la diosa Juno. El poeta Nevio cultivó igualmente el teatro y la epopeya, escribiendo en este último género y en versos saturnios su Guerra Púnica , que trataba sobre la guerra contra Cartago. Fue Ennio (ya del siglo II a. C.) el introductor del hexámetro griego en latín; escribió una epopeya sobre la historia de Roma hasta su tiempo, los Anales ; también compuso comedias y tragedias de inspiración griega. De los comediógrafos Plauto y Terencio (siglo II a. C.) conservamos comedias completas, imitadas de los griegos: de Plauto podemos citar la Aulularia o “Comedia de la olla”, donde el personaje del avaro cobra una gran relevancia, y el Miles gloriosus o “Soldado fanfarrón”; de Terencio son famosas sus comedias Hecyra o “La suegra”.

EL LATÍN CLÁSICO: PERÍODO MODÉLICO El Latín llamado clásico es la etapa que se considera como modélica y canónica en la historia de esa lengua: cuando el latín ha llegado a su plenitud expresiva y a su definitiva depuración y consolidación. Algunos historiadores distinguen: un período propiamente clásico (desde mediados del siglo I a. C., fines de la época republicana, hasta el año 14 d. C, fecha de la muerte de Augusto) o "Edad de oro“ otro postclásico (desde el 14 d. C. hasta finales del siglo II) o "Edad de plata " .

EL LATÍN CLÁSICO: Características Se trata de una lengua con gran capacidad de síntesis y concisión. Los nombres dotados de las categorías de género, número y caso se flexionan según las cinco declinaciones. Los verbos, con una gran riqueza de modos y tiempos, se conjugan según las cinco conjugaciones, una de ellas mixta. La voz pasiva tiene un gran rendimiento. Ya con Cicerón se desarrolla una compleja sintaxis de la subordinación, que puede organizarse en varios niveles de dependencia . Las características del latín de este período son las que aparecen transmitidas en las obras de escritores de ese tiempo, tales como Cicerón y Virgilio, cumbres respectivamente de la prosa y la poesía.

EL LATÍN CLÁSICO: La aportación de la lengua griega fue de gran ayuda para la elaboración de un léxico útil a la expresión del pensamiento abstracto y filosófico. Esta lengua clásica tiende a identificarse con la de la literatura, marginándose mucho de la lengua hablada por el pueblo. La retórica, la búsqueda de la eficacia expresiva promueve cada vez más, tanto en poesía como en prosa, los artificios y virtuosismos formales. En la prosa, el modelo ciceroniano de frases largas y períodos equilibrados da paso en el s. I d. C. a una prosa concisa y recortada, que tiene en Séneca y Tácito sus mejores ejemplos.

La literatura, fuente del latín clásico Sobresalen prosistas como Cicerón , que cultivó la oratoria, la retórica y la filosofía; y los historiadores César , Salustio y Nepote . De esta época son también los poetas Lucrecio y Catulo , el primero de los cuales destaca por su poema didáctico-filosófico De la naturaleza de las cosas , y el segundo, por su lírica personal y amatoria, sus epigramas satíricos y sus poemas mitológicos . A fines del periodo republicano

Cicerón Condescendamos un poco con la edad; tengan los jóvenes una mayor libertad; no cerremos todas las puertas al placer. No lleve siempre las de ganar la severa y rígida razón. Triunfen alguna vez la pasión y el placer sobre la razón; con tal de que en esto se guarde aquella justa medida: velen los jóvenes por su propia honestidad, no priven de ella a los demás, no derrochen su patrimonio, no se dejen arruinar por la usura, no atenten contra la casa y la fama de otro, no deshonren a os virtuoso, no mancillen a los honrados, no difamen a las gentes honorables, a nadie aterren con su violencia, no participen en las intrigas, absténganse del crimen; mas cuando, al fin, hayan cedido a los placeres, dando algún tiempo a las diversiones propias de la edad y a esas frívolas pasiones de la adolescencia, vuélvanse algún día al cuidado de los negocios domésticos, de los forenses y de los públicos de modo que parezca que esas diversiones que antes no habían llegado a comprender bien, las han dejado ya por pura saciedad y las han despreciado a fuerza de vivirlas. En defensa de M. Celio , 41-42. ¡La risa no debe sembrar calamidad, porque sería inhumano! ¡La risa no puede ser criminal, porque se trocará en odio! M. T. Cicero . De orat . I. http:// literaturapalmeral.blogspot.com.es/2009/05/pro-caelio.html

"El presupuesto debe equilibrarse, el Tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada, y la ayuda a otros países debe eliminarse para que Roma no vaya a la bancarrota. La gente debe aprender nuevamente a trabajar, en lugar de vivir a costa del Estado".

César I. La Galia está dividida en tres partes: una que habitan los belgas, otra los aquitanos, la tercera los que en su lengua se llaman celtas y en la nuestra galos. Todos estos se diferencian entre sí en lenguaje, costumbres y leyes. A los galos separa de los aquitanos el río Garona , de los belgas el Marne y Sena. Los más valientes de todos son los belgas, porque viven muy remotos del fausto y delicadeza de nuestra provincia; y rarísima vez llegan allá los mercaderes con cosas a propósito para enflaquecer los bríos; y por estar vecinos a los germanos, que moran a la otra parte del Rin, con quienes traen continua guerra.

I. Las costumbres de los germanos son muy diferentes. Pues ni tienen druidas que hagan oficio de sacerdotes, ni se curan de sacrificios. Sus dioses son solos aquellos -que ven con los ojos y cuya beneficencia experimentan sensiblemente, como el sol, el fuego y la luna; de los demás ni aun noticia tienen. Toda la vida gastan en caza y en ejercicios de la milicia. Desde niños se acostumbran al trabajo y al sufrimiento. Los que por más tiempo permanecen castos se llevan la palma entre los suyos. Creen que así se medra en estatura, fuerzas y bríos. El conocer mujer antes de los veinte años es para ellos de grandísima infamia, y es cosa que no se puede ocultar, porque se bañan sin distinción de sexo en los ríos y se visten de pellicos y zamarras, dejando desnuda gran parte del cuerpo. XXII. No se dedican a la agricultura, y la mayor parte de su vianda se reduce a leche, queso y carne. Ninguno tiene posesión ni heredad fija; sino que los jefes cada año señalan a cada familia y parentela que hacen un cuerpo tantas yugadas en tal término, según les parece, y el año siguiente los obligan a mudarse a otro sitio. Para esto alegan muchas razones: no sea que encariñados al territorio, dejen la milicia por la labranza; que traten de ampliar sus linderos, y los más poderosos echen a los más débiles de su pertenencia; que fabriquen casas demasiado cómodas para repararse contra los fríos y calores; que se introduzca el apego al dinero, semillero de rencillas y discordias; en fin, para que la gente humilde esté contenta con su suerte, viéndose igualada en bienes con la más rica.

Lucrecio Nada es, pues, la muerte y en nada nos afecta, ya que entendemos ser mortal la substancia del alma. […] Cuando ya no existamos, consumado el divorcio del cuerpo y del alma, cuya trabazón forma nuestra individualidad, nada podrá sin duda acaecernos, ya que no existiremos, ni mover nuestros sentidos, nada, aunque la tierra se confunda con el mar y el mar con el cielo. Y aunque algo sientan espíritu y alma una vez arrancados de nuestro cuerpo, nada nos importa; pues nosotros, como individuos, existimos por el enlace y unión de cuerpo y e alma. No es por acción divina o por las flechas de Venus por lo que a veces es amada una mujeruca de escasa belleza. Pues a menudo lo consigue la propia mujer por su conducta, su buen carácter, el aseo y cuidado de su persona, e induce así fácilmente a compartir su existencia. Además, el hábito engendra el amor, pues lo que es golpeado sin tregua, aunque los choques sean leves, cede a la larga y se derrumba. ¿No ves cómo hasta las gotas que caen en la roca acaban con el tiempo perforándola? (La naturaleza de las cosas, libro 4, versos 1278-1287)

Catulo Lesbia continuamente me maldice, pero no deja de hablar de mi jamás, que me muera si Lesbia no me quiere. ¿Como lo se? Porque yo hago exactamente lo mismo y que me muera si no la quiero. Vivamos, Lesbia mía, y amemos: los rumores severos de los viejos que no valgan ni un duro todos juntos. Se pone y sale el sol, mas a nosotros, apenas se nos pone la luz breve, sola noche sin fin dormir nos toca. Pero dame mil besos, luego ciento, después mil otra vez, de nuevo ciento, luego otros mil aún, y luego ciento… Después, cuando sumemos muchos miles, confundamos la cuenta hasta perderla, que hechizarnos no pueda el envidioso al saber el total de nuestros besos. Odio y amo Quizá te preguntes cómo puedo hacer eso. No lo se. Pero es lo que siento, y me torturo.

La literatura, fuente del latín clásico Destaca como prosista el historiador Tito Livio , autor de una larguísima Historia de Roma . Virgilio es el máximo poeta romano, autor de una obra pastoril, las Bucólicas , de un poema didáctico de tema rústico, las Geórgicas , y de una epopeya sobre la historia legendaria de Roma, la Eneida . Horacio es poeta lírico, en sus Odas , autor de Sátiras y de una preceptiva poética, la Epístola a los Pisones . Tibulo y Propercio compusieron cancioneros elegiacos dedicados a sus amadas respectivas. Y Ovidio , aparte de su obra elegiaca sobre el amor y sobre el destierro, es autor de una epopeya de tema mitológico, las Metamorfosis . En época augústea (31 a. C.-14 d. C.)

Tito Livio Existe una ventaja excepcionalmente benéfica y fructífera derivada del estudio del pasado: el poner a la clara luz de la verdad histórica ejemplos de cada posible forma de ser. A partir de estos, se podrá seleccionar lo que se debe imitar y también lo que [...] se debe evitar. A menos que me engañe [...], no ha existido ningún Estado con mayor potencia, con una moral más pura, o más fértil en buenos ejemplos; o cualquier otro en el que la avaricia y el lujo hayan tardado más en triunfar, o en el que la pobreza y la frugalidad hayan sido tan profunda y continuamente honradas, mostrando así claramente que cuanta menor riqueza poseen los hombres , menos codician. En estos últimos años la riqueza ha llevado a la avaricia, y el deseo ilimitado de placer ha creado en los hombres una pasión por arruinarse a sí mismos y a todo lo demás, a través de la autoindulgencia y del libertinaje. Pero las críticas, que serán mal acogidas aun cuando tal vez fuesen necesarias, no deben aparecer al principio de todos los sucesos de esta extensa obra. Preferiremos empezar con presagios favorables, y si pudiésemos adoptar la costumbre de los poetas, sería mucho más grato comenzar con los ruegos y las súplicas a los dioses y diosas que garantizarán un resultado favorable y éxito a la gran tarea que tenemos ante nosotros. Tito Livio, Ab urbe condita , Prefacio.

El descontento, que crecía día tras día, se acrecentaba aún más por los signos de infortunio de un sólo individuo. Un anciano, mostrando pruebas visibles de todos los males que había sufrido, apareció de repente en el Foro . Su ropa estaba cubierta de suciedad, su apariencia personal era aún más repugnante por su hedor corporal y su palidez, la barba y pelo descuidados le hacían parecer un salvaje. A pesar de este desfiguramiento fue reconocido por los conmovidos testigos; dijeron que había sido centurión y mencionaron varias de sus condecoraciones militares. Se descubrió el pecho y mostró las cicatrices que atestiguaban las muchas luchas en que combatió honorablemente. La multitud había crecido hasta casi convertirse en una Asamblea del pueblo. Le preguntaron: "¿ De dónde vienen esos vestidos y esa degradación?" Dijo que mientras servía en la Guerra Sabina, no sólo perdió el producto de sus tierras por las depredaciones del enemigo , sino que su granja había sido incendiada, toda su propiedad confiscada , sus ganados expoliados y los impuestos de guerra se llevaron cuanto fue capaz de pagar , quedando al fin como deudor. Esta deuda había aumentado considerablemente por la usura y le habían despojado, en primer lugar, de la granja de su padre y abuelo y después de sus otras propiedades, para por fin le atacara la peste . No sólo había sido esclavizado por su acreedor, sino puesto en un trabajo bajo tierra: una muerte en vida. Luego mostró su espalda escariada con las marcas recientes de los azotes . Al ver y oír esto , se levantó un gran clamor; la emoción no se limitaba al Foro y se extendió por toda la ciudad.

Virgilio Orfeo, buscando el consuelo de su amor desgraciado en la cóncava lira, te cantaba a ti, dulce esposa, a solas en la playa solitaria, a ti te cantaba, cuando llegaba el día, a ti, cuando el día se marchaba.

Entonces otro espectáculo más imponente y mucho más terrible se ofrece a los míseros troyanos y turba sus corazones desprevenidos. Laocoonte , designado por sorteo sacerdote de Neptuno, se encontraba sacrificando ante los altares en los que se celebran solemnes sacrificios un toro de gran tamaño. He aquí que desde Ténedos , a través de la tranquila superficie del mar, (me horrorizo al narrarlo) dos serpientes se tienden con inmensos anillos sobre el piélago y a un tiempo se dirigen a la orilla. Sus pechos erguidos en medio del oleaje y sus crestas sanguíneas sobresalen por encima de las olas, el resto de su cuerpo por detrás recorre el mar y enroscándose arquea sus inmensos lomos. En las aguas espumeantes se produce un chapoteo. Y ya habían alcanzado la ribera y con sus ojos ardientes inyectados de sangre y fuego lamían con sus lenguas vibrantes sus silbantes bocas. Ante aquella visión huimos exangües. Ellas, siguiendo una trayectoria fija, se dirigen a Laocoonte ; y primero ambas serpientes rodeando los pequeños cuerpos de sus dos hijos se enroscan y devoran con su mordisco sus míseros miembros; a continuación se apoderan del propio Laocoonte , que acude precipitadamente en ayuda de aquéllos con las flechas en la mano, y le sujetan describiendo enormes roscas; después de rodear dos veces su cuerpo por la mitad y de enroscar por dos veces en torno a su cuello sus espaldas cubiertas de escamas, sus cabezas y sus enhiestas cervices sobresalen por encima. El intenta desgarrar con las manos sus nudos; sus cintas sagradas están impregnadas de baba y negro veneno; al mismo tiempo alza hasta los cielos unos gritos horribles semejantes a los mugidos que lanza un toro cuando herido huye del altar y sacude con su cuello el hacha que no ha sido certera. Las dos serpientes deslizándose huyen hacia el templo situado en lo alto, tratan de llegar a la ciudadela de la cruel Tritonia y se refugian bajo los pies de la diosa y bajo el orbe de su escudo.

Horacio Terminé un monumento más perenne que el bronce y más alto que las regias Pirámides al que ni la voraz lluvia ni el impotente Aquilón podrán destruir, ni la innumerable sucesión de los años, ni la huida de los tiempos. No moriré del todo: una gran parte de mí se salvará de Libitina . Creceré en los que vengan tras de mí con gloria siempre nueva, mientras suba el pontífice al Capitolio junto a la virgen silenciosa.

No pretendas saber, pues no está permitido, el fin que a mí y a ti, Leucónoe , nos tienen asignados los dioses, ni consultes los números Babilónicos. Mejor será aceptar lo que venga, ya sean muchos los inviernos que Júpiter te conceda, o sea éste el último, el que ahora hace que el mar Tirreno rompa contra los opuestos cantiles. No seas loca, filtra tus vinos y adapta al breve espacio de tu vida una esperanza larga. Mientras hablamos, huye el tiempo envidioso. Vive el día de hoy . Captúralo. No fíes del incierto mañana. “ Feliz aquel que, ajeno a los negocios, como los primitivos, labra tierra paterna con sus bueyes libre de toda usura; que no oye el agrio son de la corneta, ni teme el mar airado, y evita el Foro y las soberbias puertas de los más poderosos;

Tibulo y Propercio Cintia fue la primera que me cautivó con sus ojos , pobre de mí, no tocado antes por pasión alguna. Entonces Amor humilló la continua arrogancia de mi mirada y sometió mi cabeza bajo sus plantas, hasta que, cruel, me indujo a odiar a las castas doncellas y a llevar una vida sin ningún sentido. Y ya hace un año entero que no me deja esta loca pasión, mientras se me obliga a tener a los dioses contra mí. Mientras el destino lo permita101 , saciemos los ojos de amor: se te acerca una larga noche y el día que no volverá. ¡Y ojalá quisieras que estuviéramos íntimamente encadenados, hasta el punto de que ningún día nos separe jamás! Añade vino y alivia las recientes desgracias con la bebida , de modo que el sueño ocupe los ojos vencidos del cansado y nadie despierte al que inunda sus ojos con mucho Baco en tanto descansa su desdichado amor. Le ha sido colocada a nuestra muchacha una cruel custodia y la firme puerta se cierra con dura aldaba. ¡Puerta de un amo inaccesible, que la lluvia te azote, que te alcancen los rayos enviados por mandato de Júpiter! Puerta , ojalá te abras ya para mí solo, vencida por mis lamentos , y no resuenes al abrirte girando furtivamente el quicio. Y si mi locura lanzó contra ti insultos, perdónalos : pido que caigan sobre mi cabeza. Debes acordarte de todo lo que he perseguido con voz suplicante, cuando dejaba floridas guirnaldas a tu puerta.

Ovidio Mucho amor germina en la casualidad; tened siempre dispuesto el anzuelo, y en el sitio que menos lo esperáis encontraréis pesca. Ofrecer amistad al que pide amor es como dar pan al que muere de sed. Así corrompe el ocio al cuerpo humano, como se corrompen las aguas si están quedas. No os entreguéis por demasiado a la ira; una ira prolongada engendra odio . Si alguien en la ciudad de Roma ignora el arte de amar, lea mis páginas, y ame instruido por sus versos. El arte impulsa con las velas y el remo las ligeras naves, el arte guía los veloces carros, y el amor se debe regir por el arte.

Cerca del país de los Cimerios hay una caverna muy profunda, un monte hueco, la morada y santuario del perezoso Sueño; allí jamás puede Febo, ni al amanecer, ni al medio día, ni en su ocaso, penetrar con sus rayos; la tierra exhala neblinas y tinieblas, y hay siempre una débil luz crepuscular. Allí el ave madrugadora, coronada de cresta, no llama a la aurora con su quiquiriquí, ni con sus ladridos rompen el silencio los perros guardianes ni el ganso, más sagaz que los perros; ni fieras ni reses ni ramas movidas por la brisa ni el griterío de lenguas humanas producen ruido. Reina una muda quietud. Sin embargo, de las entrañas de una roca brota un arroyo del río del Olvido; sus aguas se deslizan rumorosas por un lecho de fragorosos guijarros, invitando al sueño. A la entrada de la caverna florecen fecundas adormideras y numerosas plantas; de sus jugos liba la Noche el narcótico que luego esparce con el rocío por las tenebrosas tierras. Tampoco rechina la puerta al girar el quicio; ninguna hay en toda la mansión, ningún guardián en el umbral; sí se alza en el centro de la gruta un lecho de ébano y plumas, monocolor y cubierto de negras colchas. Allí descansa el dios en persona, entregado a la holganza. Esparcidos a su alrededor e imitando diferentes figuras están tendidos tantos vanos sueños como espigas tiene una mies, hojas un bosque, y granos de arena una playa…

La literatura, fuente del latín clásico Hay que citar como autores destacados de la prosa a Séneca , filósofo autor de tratados y cartas; al historiador Tácito , de prosa concisa, que expone en sus Anales e Historias una amarga visión del Imperio; al africano Apuleyo , autor de El asno de oro , y entre los poetas, al hispano Marcial , autor de epigramas, y al satírico Juvenal , crítico de la sociedad de su tiempo. De fines del siglo l y principios del ll d. C.

Séneca Con satisfacción me he enterado por aquellos que vienen de donde estás tú que vives familiarmente con tus esclavos. Tal comportamiento está en consonancia con tu prudencia, con tus conocimientos. “Son esclavos.” Pero también son hombres . “Son esclavos.” Pero también comparten tu casa… Así pues me río de esos personajes que consideran una bajeza cenar en compañía de su esclavo . Y ¿cuál es el motivo sino la muy insolente costumbre que obliga a que permanezca de pie, en torno al señor, mientras cena, un tropel de esclavos? Anímate a pensar que éste a quien llamas tu esclavo ha nacido de la misma semilla que tú, goza del mismo cielo, respira de la misma forma, vive y muere como tú. “Es un esclavo”, pero quizá con un alma libre . “Es un esclavo”. ¿Esto le va a perjudicar? Muéstrame uno que no lo sea: uno es esclavo de la lujuria, otro de la avaricia, otro de los honores ; todos esclavos de la esperanza, todos del temor. Puedo citarte un excónsul esclavo de una viejecita, un rico esclavo de una joven sirvienta ; te mostraré jóvenes muy nobles esclavizados por bailarines de pantomima . No existe esclavitud más deshonrosa que la voluntaria. Séneca, Epístolas morales a Lucilio 47.

LA FELICIDAD La vida feliz es, por tanto, la que está conforme con su naturaleza; lo cual no puede suceder más que si, primero, el alma está sana y en constante posesión de su salud; en segundo lugar, si es enérgica y ardiente, magnánima y paciente, adaptable a las circunstancias, cuidadosa sin angustia de su cuerpo y de lo que le pertenece, atenta a las demás cosas que sirven para la vida, sin admirarse de ninguna; si usa de los dones de la fortuna, sin ser esclava de ellos. Comprendes, aunque no lo añadiera, que de ello nace una constante tranquilidad y libertad, una vez alejadas las cosas que nos irritan o nos aterran; pues en lugar de los placeres y de esos goces mezquinos y frágiles, dañosos aun en el mismo desorden, nos viene una gran alegría inquebrantable y constante, y al mismo tiempo la paz y la armonía del alma, y la magnanimidad con la dulzura; pues toda ferocidad procede de debilidad. Sobre la felicidad , 3, 3-4

Tácito Pero ahora Britania queda completamente al descubierto : ni un pueblo más allá, nada salvo olas sobre los acantilados y una amenaza peor, los Romanos , de cuya prepotencia no vamos a librarnos con una rendición digna. Depredadores que son de la tierra , cuando ya lo han devastado todo y les falta tierra, miran al mar: avaros, si el enemigo es rico, y rastreros, si pobre, no se han saciado con Oriente ni Occidente: sólo ellos ansían con igual tesón riquezas y miseria . Al expolio, la matanza y el saqueo los llaman por mal nombre hegemonía, y allá donde crean un desierto, dicen que hay paz . nunc terminus Britanniae patet ; sed nulla iam ultra gens, nihil nisi fluctus ac saxa , et infestiores Romani , quorum superbiam frustra per obsequium ac modestiam effugias . Raptores orbis , postquam cuncta uastantibus defuere terrae , mare scrutantur : si locuples hostis est , auari , si pauper , ambitiosi , quos non Oriens , non Occidens satiauerit : soli omnium opes atque inopiam pari adfectu concupiscunt . Auferre , trucidare, rapere falsis nominibus imperium , atque ubi solitudinem faciunt , pacem appellant . Tac . Agr . 29-32. Discurso de Calgaco http:// historiasdelahistoria.com/2012/01/20/calgaco-el-primer-braveheart

Marcial Novio interesado Gemelo pide en matrimonio a Maronila , y la desea y la acosa y le suplica y le ofrece regalos. —¿ Tan guapa es ? — Ca, no hay cosa más fea . —¿ Qué busca, pues, y le agrada en ella ? —Tose. Los invitados de Cota Tú, Cota, no invitas sino a quien se baña contigo y únicamente los baños te proporcionan convidados. Me extrañaba por qué no me habías invitado nunca, Cota . Ahora veo que yo no te he gustado desnudo. Caprichos de nuevo rico Exoneras el vientre, y no te da vergüenza, en un desgraciado bacín de oro , Baso , y bebes en copa de vidrio: cagas, por tanto, más caro. ¿ Lo de atrás para quién ? Si te depilas el pecho, las piernas y los brazos, y si tu minga rapada está rodeada de unos cortos pelos, esto lo haces, Labieno , —¿quién no lo sabe?— en atención a tu amiga. Si te depilas el culo, Labieno , para quién lo haces?

Juvenal “El pueblo, del que en otro tiempo dependían el gobierno, la justicia, las fuerzas armadas, todo, ahora se desentiende y sólo desea con ansia dos cosas: pan y circo”. Nam qui dabat olim imperium , fasces, legiones, omnia , nunc se continet atque duas tantum res anxius optat , panem et circenses. orandum est ut sit mens sana in corpore sano. fortem posce animum mortis terrore carentem , qui spatium vitae extremum inter munera ponat naturae , qui ferre queat quoscumque labores, nesciat irasci , cupiat nihil et potiores Herculis aerumnas credat saevosque labores et venere et cenis et pluma Sardanapalli . monstro quod ipse tibi possis dare ; semita certe tranquillae per virtutem patet unica vitae. Se debe orar que se nos conceda una mente sana en un cuerpo sano . Pedid un alma fuerte que carezca de miedo a la muerte, que considere el espacio de vida restante entre los regalos de la naturaleza, que pueda soportar cualquier clase de esfuerzos , que no sepa de ira, y esté libre de deseos y crea que las adversidades y los terribles trabajos de Hércules son mejores que las satisfacciones, la fastuosa cena y la placentera cama de plumas de Sardanápalo. Te muestro lo que tú mismo puedes darte, con certeza que la virtud es la única senda para una vida tranquila.

En esta época el latín se ha extendido a todas las regiones del Imperio. Es un período de crisis internas en el gobierno de Roma, al tiempo que se agravan también las amenazas exteriores procedentes de pueblos fronterizos como los germanos y los persas . EL LATÍN TARDÍO

Durante este período la lengua de la literatura se caracteriza por alejarse cada vez más de la norma clásica y mostrar una mayor cercanía al latín del pueblo . La literatura de este período está escrita por autores paganos y cristianos. Entre los paganos que escriben en prosa podemos destacar a Simaco (s. IV), autor de una colección de cartas, Amiano Marcelino (s. IV), que escribe una historia de Roma en la que se analiza, siguiendo el modelo de Tácito, el último período imperial, y Macrobio (s. V), erudito comentarista de Cicerón y Virgilio, y autor de unas Saturnales, obra en la que se discute de literatura. Entre los poetas paganos de esta época destacan, Ausonio (s. IV), poeta lírico procedente de la Galia, y el africano Claudiano (s. IV], poeta épico, mitológico y cortesano . EL LATÍN TARDÍO Y EL LATÍN CRISTIANO

Florece además en estos siglos una lengua especial, de grupo, que es el latín cristiano, cuyas características son las siguientes : Una lengua muy próxima al latín del pueblo, puesto que el mensaje cristiano iba dirigido a todos. Un léxico particular, con notables influencias del griego y del hebreo bíblico . Una simplificación en general de la lengua y el estilo, puesto que la preocupación mayor radicaba en el mensaje transmitido, y no en la forma de transmitirlo. Como usos concretos, citamos los siguientes: preferencia por el adjetivo en lugar del genitivo complemento del nombre; uso de frases nominales por influencia bíblica; empleo del giro preposicional con ad en vez del simple dativo. EL LATÍN CRISTIANO

LITERATURA LATINA CRISTIANA La literatura cristiana aparece a fines del siglo II con el propósito de defender al cristianismo de los ataques de los paganos. Entre l os apologistas destacan en primer lugar Tertuliano (que vivió a fines del s. ll y principios del lll ), Arnobio y Lactancio ( que vivieron a fines del lll y principios del IV). San Cipriano (s. lll ), obispo de Cartago, es autor de tratados doctrinales y cartas. Los primeros poetas fueron Juvenco (del s. IV), autor de un poema épico sobre los Evangelios, y Prudencio (también del s. IV), que compuso no sólo himnos líricos en honor de los mártires, sino también una epopeya alegórica en la que luchan las virtudes contra los vicios (la Psicomachia , o 'lucha del alma ').

LITERATURA LATINA CRISTIANA Los grandes padres de la Iglesia perfilaron en sus escritos la doctrina cristiana . San Hilario de Poitiers (s. IV) escribió tratados doctrinales e himnos litúrgicos. San Ambrosio (s. IV) compuso también himnos litúrgicos, discursos y obras teológicas y exegéticas de la Biblia. San Jerónimo (s. IV) hizo la traducción de la Biblia al latín (la Vulgata), aparte de escribir cartas y obras historiográficas. En el siglo V destaca la figura de San Agustín , autor de obras tan importantes como Las Confesiones , que es una autobiografía espiritual, y La ciudad de Dios , una obra histórica a su manera. De este mismo siglo es el historiador Orosio , autor de una Historia contra los paganos de inspiración cristiana. Boecio (s. VI), filósofo conocido por su obra La consolación por la filosofía , y San Isidoro (s. VI), autor de las Etimologías , son los últimos autores latinos cristianos de la Antigüedad.

PATER NOSTER Pater Noster , qui es in caelis , sanctificétur nomen Tuum , adveniat Regnum Tuum , fiat volúntas tua , sicut in caelo et in terra . Panem nostrum cotidiánum da nobis hódie , et dimitte nobis débita nostra , sicut et nos dimittímus debitóribus nostris ; et ne nos indúcas in tentationem , sed libera nos a malo.

San Agustín Pero ¿qué es lo que yo amo cuando os amo? No es hermosura corpórea ni bondad transitoria, ni luz material agradable a estos ojos; no suaves melodías de cualesquiera canciones; no la gustosa fragancia de los flores, ungüentos o aromas; no la dulzura del maná, o la miel, ni finalmente, deleite alguno, que pertenezca al tacto o a otros sentidos del cuerpo . Nada de eso es lo que amo, cuando amo a mi Dios; y no obstante eso, amo una fragancia, un cierto manjar y un cierto deleite cuando amo a mi Dios, que es la luz, melodía, fragancia, alimento y deleite de mi alma. Resplandece entonces en mi alma una luz que no ocupa lugar; se percibe un sonido que no lo arrebata el tiempo; se siente una fragancia que no la esparce el aire; se recibe gusto de un manjar que no se consume Comiéndose; se posee estrechamente un bien tan delicioso, que por más que se goce y se sacie el deseo, nunca puede dejarse por fastidio. Pues todo esto es lo que amo, cuando amo a mi Dios.
Tags