que más queremos en esta vida, debemos de hacer respetar nuestros derechos y
no dejar que nadie nos maltrate.
2.2Argumento de obra: Lázaro nació en el río Tormes y de ahí su nombre y
apodo, Lazarillo de Tormes. Era el hijo de Tomé González y de Antona Pérez,
de Tejares, un pueblo de Salamanca. Su padre, molinero, después de cometer
robos y ser perseguido por la justicia, se enroló en el ejército, con el cual fue a
la guerra de las Gelves, dónde murió. Entonces él y su madre se fueron a la
ciudad, donde su madre se dedicaba a guisar y a lavar ropa de los caballeros.
Al poco tiempo tuvo un hijo con un hombre negro, que se llamaba Zaide. Éste
traía comida, madera, etc. Pero fue severamente castigado por robo.
Posteriormente, Antona, sirviendo en el Mesón de la Solana, entregó a Lázaro
a un ciego. Lazarillo ya tenía su primer amo, el ciego, que era muy listo, y
enseñó al Lazarillo a vivir la vida, para "despertarlo" de su infancia, le gastó
una jugarreta, dándole un golpe en la cabeza contra la cabeza de un toro de
hierro. El ciego era muy avaricioso y casi no alimentaba a su sirviente, por lo
cual éste le hacía algunas travesuras como beberse el vino con una pajita o
haciendo un agujero en la vasija tapado con cera, el cual se deshacía con el
calor y caía un chorro o cuando comían el racimo de uvas y Lazarillo las comía
de tres en tres, o finalmente, cuando le cambió al ciego la longaniza por un
nabo en el bocadillo. Ésta última casi le cuesta la vida, ya que el ciego le dió
una gran paliza. De ahí viene el gran desprecio que le tenía. Un día, para
vengarse de todo lo que le había hecho, le guió por un arroyo en el que se tenía
que saltar, entonces el mozo saltó y esquivó la pétrea columna que había
enfrente, pero después saltó el ciego y se golpeó, cayendo inconsciente al
suelo, entonces, mientras la gente atendía al ciego, Lázaro aprovechó la
ocasión y se marchó corriendo.
Después del ciego, se encontró, en Maqueda, con un clérigo, su próximo amo,
que aún era más avaricioso que su anterior amo y le hacía pasar mucha hambre,
pero como Lazarillo fue muy astuto, gracias a la jugarreta del ciego y un día le
pidió a un calderero, que llamó a la puerta de la casa del clérigo, una llave para
abrir el arca dónde de sacerdote guardaba todo el pan y los quesos para cuando
éste se encontrara haciendo la misa, Lázaro le pagó el servicio con parte del
arca. Luego, durante unos días se comió parte del contenido y al ver que el
clérigo estaba dudando que quien era el ladrón Lazarillo lo convencía de que
eran las ratas, por eso le preparó una trampa. Al ver que no se lo acababa de
creer, un vecino le dijo que era posible que fuese una culebra, el religioso paso
días sin dormir intentando cazarla, pero descubrió que era Lázaro quien estaba
"royendo" el pan y lo echó de su casa. Una vez despachado, Lazarillo se fue a
Toledo, y allí encontró a su nuevo amo, un escudero. Con éste amo pasó más
hambre ya que era pobre y no tenía ni para él mismo, aunque éste vestía con
ropas elegantes, llevaba una espada y andaba cómo un noble, es más, el
Lazarillo le tenía que mantener con las limosnas. Un día, una pareja le
arrendaron la casa y le dieron entre los dos doce o trece reales, con los que el
escudero se marchó y abandonó al Lazarillo.
El próximo amo fue un fraile, el cual, lo único que llego a darle fueron unas
zapatillas que se le rompieron y el Lazarillo decidió que lo mejor sería irse. El
siguiente amo que tuvo fue un buldero, que se ganaba la vida predicando las
bulas a la gente del pueblo, pero al final resultó ser todo un montaje entre el
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