DEFINICIÓN
Las úlceras cutáneas son soluciones de conti-
nuidad por necrosis como mínimo de la epidermis
y dermis, originadas por insuficiencias arteriales,
venosas o factores neuropáticos.
ETIOLOGÍA
La causa más frecuente de úlceras cutáneas,
especialmente en las piernas, son las enfermeda-
des venosas en un 70%, arteriales en un 15% y
mixtas en un 10%. La mayoría de las úlceras cróni-
cas en miembros inferiores son secundarias a esta-
sis venoso crónico, bien en el contexto de un sín-
drome postflebítico o más raramente, por shunts
arterio-venosos, lo que provocaría un aumento de
la presión venosa y sus efectos secundarios sobre
la microvasculatura.
Las úlceras arteriales son las segundas en fre-
cuencia tras las venosas, se producen como con-
secuencia de la pérdida de aporte sanguíneo arte-
rial, generalmente debido a procesos oclusivos de
arterias de gran tamaño, secundarios a: a) proce-
sos extramurales, como cicatrices tisulares, radio-
dermitis, esclerodermia, progeria, etc; b) altera-
ciones murales, generalmente muy intensas o de
instauración brusca, como la arterioesclerosis,
vasculitis, úlcera hipertensiva, algunas formas de
calcinosis cutis, fenómeno de Raynaud o trastor-
nos vasoespásticos causados por medicamentos
como ergotamina o butanolamina de ácido metil-
lisérgico, inyección intraarterial accidental de
medios de contraste, tiopental, amobarbital sódi-
co, etc.; y c) de causa intramural por trombosis o
embolización (trastornos de la coagulación,
émbolos de colesterol...), arteriosclerosis, o más
raramente tromboangeitis obliterante. Por último,
las úlceras de carácter neurotrópico secundarias a
neuropatía diabética.
CLÍNICA
Las úlceras venosas aparecen en mujeres de
edad avanzada, sobre una base de edema, indura-
ción y lipodermatoesclerosis, secundarias a insufi-
ciencia y estasis venoso crónico, sobre las que apa-
recen zonas eritematosas o azuladas. De forma
espontanea o más frecuentemente tras un trauma-
tismo mínimo, se originan úlceras no dolorosas,
típicamente en el tobillo o tercio distal de piernas
(Fig. 1), redondeadas u ovaladas en su inicio, de
bordes eritemato violaceos, no sobreelevados, y
fondo necrótico en fases de progresión y con teji-
do de granulación sano en fases de curación (Fig.
2). Si el proceso se cronifica, se originan grandes
úlceras, con riesgo de sobreinfección o incluso de
transformación maligna. No es raro que los distin-
tos tratamientos utilizados a lo largo de años, aca-
ben produciendo eczema de contacto.
Las úlceras de origen arterial suelen aparecer
en varones mayores de 35 años, frecuentemente en
los pulpejos de los dedos de los pies, y ocasional-
mente en la cara lateral del tercio distal de las pier-
nas. Son úlceras muy dolorosas, profundas, redon-
deadas o irregulares, de base gris o negra, con
apenas tejido de granulación (Fig. 3) y donde pue-
den incluso quedar expuestos tendones y otras
estructuras subyacentes. Los pulsos arteriales de la
zona suelen estar disminuidos o ausentes y el pie
frío y cianótico, y en fases muy avanzadas, pueden
presentar gangrena digital. Los pacientes suelen
presentar arterioesclerosis, factores de riesgo car-
diovascular (hipertensión arterial, hipercolesterole-
mia…), historia de claudicación intermitente e
incluso dolor de miembros inferiores en decúbito.
Las úlceras arteriales en la tromboangeitis obliteran-
te o enfermedad de Buerger aparecen en adultos
fumadores más jóvenes (20-40 años) y hasta en un
tercio de los casos se localizan en extremidades
superiores.
Las úlceras de carácter neuropático son in-
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Tema150
ÚLCERAS VENOSAS Y ARTERIALES
Dres. J.L. Rodríguez Peralto, A. Saiz y P. Ortiz