José, un joven de 17 años,
recorre los campos buscando
a sus hermanos.
Ellos pastorean el ganado y
José se alegra cuando los
distingue a lo lejos.
Sin embargo, cuando
sus hermanos lo ven
llegar con su hermoso
vestido de colores,
sus pensamientos son
distintos a los de José.
“He aquí viene el soñador.
Ahora pues, venid, y matémosle
y echémosle en una cisterna, y
diremos: Alguna mala bestia lo
devoró; y veremos qué será de
sus sueños” (Génesis, 37: 19-20)
Cuando José se encuentra con sus hermanos, les comenta alegremente la
razón de su visita. Pero ellos no lo escuchan; se abalanzan sobre él, le
despojan de su túnica de colores y lo arrojan a una cisterna vacía.
Al pasar una caravana de madianitas, José es vendido como esclavo.
Sus hermanos manchan con
sangre la túnica de colores.
Se la muestran a su
padre para que éste
crea que José ha sido
despedazado por
alguna bestia.
¿Cómo pudieron estos hombres realizar un
acto tan vil con su joven hermano? ¿Qué
pensamientos, acciones y circunstancias,
aparentemente inconexas entre sí, les
llevaron a ejecutar su mala acción?
1.Engañó a su padre para obtener su bendición. Por ello tuvo que
huir de su casa.
2.Practicó la poligamia. Ello provocó celos y contiendas, tanto
entre sus mujeres como entre sus hijos.
3.Amó a José más que a sus hermanos, y solo a él le regaló una
espléndida túnica de colores.
4.Envió a José para saber cómo estaban sus hermanos.
A pesar de sus
errores, Jacob
inculcó en José
la creencia y
confianza en
Dios.
LAS ACCIONES DE JACOB
1.En su inocencia, informaba a su padre de la mala fama de sus hermanos.
2.Aumentó la antipatía de sus hermanos hacia él al contarles dos sueños
que le colocaban en una posición superior a la de ellos.
3.Su carácter puro, su alegría y su obediencia contrastaban con la forma de
ser de sus hermanos.
Por su vida y su
carácter, José fue un
tipo de Cristo
LAS ACCIONES DE JOSÉ
1.Rubén se acostó con la concubina de su
padre y perdió el derecho a la primogenitura
(Génesis, 49: 3-4)
2.Simeón y Leví engañaron y mataron a los
hombres de Siquem (Génesis, 34)
3.Al oír los sueños de José y ver el regalo que
su padre le hizo sintieron odio, envidia y
celos de él.
4.Al verlo llegar solo y con la túnica de colores
decidieron acabar con su vida. Tan solo
Rubén lo defendió para que no le mataran.
Aunque José les perdonó,
los remordimientos les
acompañaron toda su vida.
LAS ACCIONES DE LOS HERMANOS
Un cúmulo de circunstancias, algunas de ellas totalmente ajenas a ellos mismos,
llevaron a los hermanos de José a venderlo como esclavo.
Pero esas circunstancias no justifican de modo alguno sus acciones. Si se hubiesen
mantenido fieles a Dios, no hubiesen realizado este acto.
¿Me dominan las circunstancias de
modo que comprometen mis
principios o permito que mis
principios me guíen en medio de mis
circunstancias?
Mis decisiones impactan en los
demás ¿pienso en esto antes de
tomarlas?
¿Permito que mis emociones me
dominen hasta el punto de realizar
actos indebidos?
Me comprometo a dejar que mis
emociones se guarden bajo el poder
de Dios.
MEDITA
“Por fuerte y tierno que hubiera
sido el cariño de su padre, le había
hecho daño por su parcialidad y
complacencia. Aquella preferencia
poco juiciosa había enfurecido a
sus hermanos, y los había
inducido a llevar a cabo el cruel
acto que lo alejaba ahora de su
hogar. Sus efectos se
manifestaban también en su
propio carácter. En él se habían
fomentado defectos que ahora
debía corregir. Estaba
comenzando a confiar en sí mismo
y a ser exigente. Acostumbrado al
tierno cuidado de su padre, no se
sintió preparado para afrontar las
dificultades que surgían ante él en
la amarga y desamparada vida de
extranjero y esclavo. …
E.G.W. (Patriarcas y Profetas, cp. 20, pg. 214-215)
Entonces sus pensamientos se dirigieron
al Dios de su padre. En su niñez se le
había enseñado a amarle y temerle… allí
mismo, se entregó por completo al Señor,
y oró para pedir que el Guardián de Israel
estuviese con él en el país a donde iba
desterrado.
Su alma se conmovió y tomó la alta
resolución de mostrarse fiel a Dios y de
obrar en cualquier circunstancia cómo
convenía a un súbdito del Rey de los
cielos. Serviría al Señor con corazón
íntegro; afrontaría con toda fortaleza las
pruebas que le deparara su suerte, y
cumpliría todo deber con fidelidad. La
experiencia de ese día fue el punto decisivo
en la vida de José. Su terrible calamidad le
transformó de un niño mimado que era en
un hombre reflexivo, valiente, y sereno”
E.G.W. (Patriarcas y Profetas, cp. 20, pg. 214-215)
Al perder su túnica de colores, José perdió la
gloria que el mundo le ofrecía.
Pero durante su
camino hacia Egipto,
decidió vestirse con
el manto glorioso
de Cristo.