LENGUAS ROMANTICAS
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Véase así:
Latín appicula > Occidental: abeja (es), abelha (pt), abeille (fr) <> Oriental: ape (it);
Latín capra > cabra (es, pt) chevre (fr) <> capra (it), capră (ro);
Latín cepúlla > cebolla (es) cebolha (pt) ceba (ca) <> cipolla (it), ceapă (ro);
Latín focus > fuego y hoguera (es) fogo y fogueira (pt) feu (fr) <> fuoco (it) foc (ro);
Latín lépore > liebre (es), lebre (pt), lièvre (fr) <> lepre (it), iepure (ro).
En menor medida, este fenómeno es observable en las fricativas: profectu > proveito (pt),
provecho (es); trifolio > trébol (es), trevo (pt), trifoi (ro), trifoglio (it), trèfle (fr). También se puede
reconocer esta tendencia en la pérdida de las consonantes oclusivas sordas agrupadas en la
Romania occidental con diferentes soluciones fonéticas, así en los grupos -ct, -ps, p': captivus >
cautivo (es, pt); raptare > roubar (gl), robar (es); rápidus > raudo (es); absentem > ausente (es);
capsa > caixa, (ca, pt); noctem > noite (gl, pt); lacte > leite (pt); factu > feito (pt), hecho (es), fet
(ca); directum > dereito (gl); iactu > jeito (pt), etc.
Los dobles oclusivas se convirtieron en simples: - pp-, - tt -,- cc -,- bb -,- dd-, -gg -> -p -,- t -,- c-, -b -,-
d-, -g- en la mayoría de los idiomas. En la ortografía francesa las consonantes dobles son
meramente etimológicas, a excepción de -ll - después de "i".
Palatalización
La palatalización fue uno de los procesos más importantes que afectaron a las consonantes el latín
vulgar, fenómeno que las lenguas romances heredarán dando lugar a una gran diversidad de
soluciones en toda la Romania.
Es por tal razón, que la mayoría de lenguas romances presentan palatalización de los fonemas
latinos /k,g/ ante vocal palatal y de las secuencias /diV-,-niV-,-tia,-tio/ (donde V denota cualquier
vocal). Se aprecia, sin embargo, una importante división entre las lenguas romances occidentales,
con /ts/ resultante de la palatalización de /k/, y los idiomas restantes Italo - romances y
balcánicos que llegan a la solución /tʃ/. A menudo se sugiere que los /tʃ/ fue el resultado de una
previa solución precedente, esto explicaría la relativa uniformidad en todos los idiomas en una
primera fase, con /tʃ > /ts/, para dar paso posteriormente a gran variedad de soluciones en todas
las las lenguas romances occidentales atendida la enorme inestabilidad del fónema /ts/.