San Simón de la Laguana, Donato Guerra, Edo. Méx. a 04 de noviembre de 2017.
LEYENDA DEL SANTO PATRÓN DE SAN SIMÓN DE LA LAGUNA
Cuentan los abuelos de de la comunidad de san simón de la laguna que a
mediados del siglo XX los gringos llegaron a la comunidad con la intención de
conquistar las tierras por su laguna; los gringos venían en caravanas y traían
consigo a sus animales para habitar a las orillas de la laguna.
Con la llegada de los gringos, el patrón del pueblo, el santo simón se molestó con
ellos por su falta de respeto hacia su cultura y por no ser originarios del lugar. En
esa época la gente no sabía otro idioma además del Mazahua, así que no podían
comunicarse con los gringos que únicamente hablaban inglés. Cuando los gringos
se situaron alrededor de la laguna; dicen los abuelos que el patrón del pueblo
comenzó a espantarlos para que se fueran de San Simón, dicen que a media
noche se escuchaba el cabalgar de los caballos detrás de sus campamentos, así
como el aullido de los coyotes asechándolos pero esto no fue suficiente pues los
gringos no querían irse.
Durante el tiempo que habitaron las tierras ocurrieron cosas muy extrañas, como
los gringos encerraban a sus animales en la cárcel de la comunidad ubicada
anteriormente detrás de la iglesia, estos amanecían ciegos y tanto chivos como
borregas y caballos tropezaban por doquier. Para que los animales pastaran
tenían que ser cuidados por una persona mazahua, ya que solo así los animales
veían para poder pastar; para que una persona pudiera salir o entrar al pueblo, en
caso de los hombres tenían que descubrirse la cabeza y persignarse, y las
mujeres tenían que cubrirse la cabeza con su reboso, y, al igual que los hombres
persignarse, si no era así, el Patrón Simón no los dejaba entrar o salir del pueblo
pues en su camino se encontraban con serpientes que no les permitían el paso.
Además de esto los gringos tenían que invitar a una persona del pueblo para que
comiera con ellos y les resultaba difícil pues no se podían comunicar más que por
medio de señas ya que no se entendían, esto lo hacían para que disfrutaran de
sus alimentos tranquilamente sin tener que ver víboras y otros animales que el
patrón Simón ponía en su comida.