LIDERAZGO.- JOHN F MACARTHUR
26 LECCIONES DE LIDERAZGO DEL APÓSTOL PABLO 3
el derecho de hablar y de dar su opinión acerca de esa jornada. Había mucho en juego para ellos.
Pero fue Pablo, un prisionero, el que tomó la iniciativa y habló. El líder nunca dice “Puede que haya
un problema aquí, alguien debería hacer algo al respecto”. El líder afirma: “Este es el problema y
esta la solución”. {Daniel 9:3}
Principio de liderazgo No. 3.- EL LÍDER UTILIZA EL BUEN JUICIO
Había demasiado en la decisión de navegar. Los costos de la
carga y el barco, pero más importante aún, las vidas de todos
los que estaban a bordo podrían perderse. Eso era lo que Pablo
había dicho en el versículo 10 de Hechos 27, “diciéndoles:
varones, veo que con trabajo y mucho daño, no sólo de la
cargazón y de la nave, más aun de nuestras personas, habrá de
ser la navegación”. Sin embargo nadie le hizo caso.- Hechos
27:11 “Mas el centurión creía más al piloto y al patrón de la
nave, que a lo que Pablo decía”.
Los Buenos líderes son analíticos, comprenden cuándo existe un problema, pero cuidadosamente
evalúan el riesgo y los planes en caso de contingencias. Pablo había analizado la situación, había
hecho el cálculo de los tiempos y las condiciones marítimas (ya había pasado por los naufragios), el
resultado fue un juicio acertado, de haberlo oído el centurión, hubieran invernado en Creta, donde
todavía encontraban un resquicio de seguridad para la nave. {Sal. 119:66.}
Principio de liderazgo No. 4.- EL LÍDER HABLA CON AUTORIDAD
Una vez que zarparon y dejaron el sitio seguro, comenzó el mal
tiempo, de inmediato quedaron a la deriva. El libro de Hechos
manifiesta que estuvieron 14 noches en esta dura condición; en
consecuencia, con tanto trabajo sacando el agua y tirando lastre,
la tripulación y pasajeros con zozobra en el corazón y mareos,
perdieron fuerza y el apetito. Ante esto Pablo interviene: (Hech
27:21-24) “Entonces Pablo, habiendo ya mucho que no comíamos,
puesto en pie en medio de ellos, dijo: Fuera de cierto conveniente,
oh varones, haberme oído, y no partir de Creta, y evitar este inconveniente y daño. Mas ahora os
amonesto que tengáis buen ánimo; porque ninguna pérdida habrá de persona de vosotros, sino
solamente de la nave. Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios del cual yo soy, y al
cual sirvo, Diciendo: Pablo, no temas; es menester que seas presentado delante de César; y he aquí,
Dios te ha dado todos los que navegan contigo”. Pablo habló con convicción y sensibilidad no por sí,
sino de la certeza de que Dios se lo había prometido. Al respecto, hoy nosotros no podemos esperar
una revelación angélica, ya que eso fue algo único en la era apostólica. Ellos no tenían el Nuevo
Testamento. Nosotros sí, y es allí donde Dios nos habla.
Cada líder cristiano tiene mucho más que cualquier dirigente del mundo, porque tenemos la verdad
de Dios y su Espíritu Santo es nuestro maestro. Todo eso significa que el líder debe conocer las
Escrituras. Él debe creer con una convicción inamovible que la Palabra de Dios es cierta. Y debe
comunicar la verdad de la Palabra de Dios con confianza y convicción. Podemos hablar con absoluta
confianza, siempre y cuando nuestra autoridad surja de la verdad, la Palabra de Dios. Las personas