INTRODUCCIÓN: Justine Ward, centra su metodología principalmente en la formación vocal, y está enfocada al canto. Considera tres elementos a tener en cuenta: Control de la voz. Afinación perfecta. Ritmo preciso. El desencadenante para crear este método fue el escuchar en una Iglesia Católica a un coro de niños cantando gregoriano.
CLASIFICACIÓN DE LAS VOCES: En este método se lleva a cabo una clasificación de las voces, en función del grado de perfección adquirido. Ward clasifica las voces en tres tipos: Óptimos; buena voz y buen sentido del ritmo. Regulares; buena voz y regular sentido del ritmo o viceversa. Los que poseen una mala voz y mal sentido de ritmo.
TRES ETAPAS EN DESARROLLO DEL NIÑO: Distingue tres períodos en el desarrollo del niño: La imitación pura. La reflexión. La ampliación.
EL MÉTODO CONSTA DE TRES PARTES: LA FORMACIÓN DEL OÍDO Y LA VOZ LA VOCALIZACIÓN EL CANTO GREGORIANO
CARACTERÍSTICAS: Notación numérica para representar los sonidos. La voz es el elemento más importante. Fononimia en ejercicios de entonación. Ejercicios de respiración y vocalización previos al canto. (*) Con respecto al ritmo, Ward lo consideraba como el alma de la composición musical.
La aparición de las lenguas vernáculas hicieron que el latín pasara a un segundo plano, lo que influyó negativamente en este método. En España fue introducido por Tomás de Manzárraga .