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Hay dos tipos de fruto espiritual. Existe un fruto espiritual de reproducción:
“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros
y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto
permanezca; pa ra que todo lo que pidáis al Padre en mi
nombre, él os lo dé” (Juan 15:16).
Existe también un fruto interno de características de Cristo. Estas cualidades son
completamente opuestas a las de la naturaleza carnal del hombre:
“Manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio,
fornicación, inmundicia, lujuria, idolatría, hechicerías,
enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, divisiones,
herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas
semejantes a estas. En cuanto a esto, os adviert o, como ya os
he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán
el reino de Dios. Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza;
contra tales cosas no hay ley” (Gálatas 5:19 -23).
Aunque el poder de la carne fue derrotado en la cruz, como creyente experimentas
esto sólo en la medida que practicas la fe en la obra terminada de Jesús. Por lo tanto,
para ser efectivo en negar el poder de la naturaleza pecaminosa de la carne, es
necesario que desarrolles o te “vistas” del fruto del Espíritu Santo.
¿DÓNDE ESTÁ EL ESPÍRITU SANTO?:
Jesús prometió a Sus seguidores que después de Su regreso al Cielo Él enviaría el
Espíritu Santo a la tierra para consolarlos:
“Y yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté
con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el
mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce; pero
vosotros lo conocéis, porque vive con vosotros y estará en
vosotros” (Juan 14:16 -17).
Una de las funciones principales del Espíritu Santo es dirigir la atención a Jesucristo:
“Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del
Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará
testimonio acerca de mí’ (Juan 15:26).
Dios el Espíritu Santo, en forma espiritual e invisible para los ojos naturales del
hombre, está en el mundo hoy. Está activo redarguyendo a los hombres de pecado,
atrayendo a los hombres a Jesucristo, equipando a los creyentes con poder para la
guerra espiritual, guiándolos, y testificando de Jesús.
El Espíritu Santo ministra en muchas otras formas en el mundo. Estas son tratadas en
detalle en el curso de Instituto Internacional Tiempo de Cosecha llamado “Ministerio
del Espíritu Santo”.