Universidad de Santiago de Chile
Facultad de Ingeniería
Departamento de Obras Civiles
Maquinaria Pesada y sus Funcionalidades en
la Construcción de Pavimentos de Hormigón
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Procedimiento de Ejecución
PREPARACIÓN DEL TERRENO
Previo al inicio de la pavimentación es necesario adecuar el terreno, es decir, nivelar, estabilizar
y/o rigidizar. Para esto se ejecuta la remoción de excedente o relleno, efectuando el movimiento
de suelo necesario según los planos topográficos. Para esta etapa se utiliza maquinaria calificada
como motoniveladoras, cargadores frontales o mini-cargadores, dependiendo de la magnitud de la
obra. Posterior a esto, se dispone a compactar el suelo mediante rodillos con características
especificadas por los especialistas. Para cerrar este proceso de preparación del suelo se emplea un
Camión de Riego que humedece el terreno, logrando así obtener una subrasante óptima y
competente.
Finalmente, existe una etapa opcional que puede ser de distintos materiales, llamada sub-base, la
cual tiene como función rigidizar el terreno, dándole una superficie de soporte al hormigón.
Consiste en una capa de grava, asfalto o grava ligada con cemento. El material dependerá del uso,
condiciones medioambientales y estudio previo del suelo, pero de todas formas es necesario
rociar una capa de agua para humedecer el terreno previo a la colocación del hormigón, ya que si
este material se vierte en una superficie seca puede perder agua, provocando un agrietamiento
temprano de la estructura.
PROCESO DE PAVIMENTACIÓN
HORMIGONADO
Con el terreno en las condiciones necesarias, indicadas por el especialista, se procede a verter el
hormigón, el cual depende de lo especificado en el diseño, según las condiciones de uso y del
suelo, pero se considera un mínimo de
de resistencia a la flexotracción, con un 20% de
fracción defectuosa. Previo a esta colocación, y si el método lo amerita, se deben situar barras
pasajuntas y moldajes pertinentes, instalando además, el cable o hilo guía para la maquinaria
pesada. Los pasadores se tienen que lubricar con aceite o un antiadherente de baja viscosidad,
procurando colocarlos a una altura igual a la mitad del espesor del pavimento, esto para garantizar
el traspaso de cargas entre losas. Por otro lado, los moldajes deben ser engrasados para facilitar su
extracción al acabar el proceso.
A medida que se vierte el hormigón, se debe compactar mediante vibradores de inmersión,
evitando la formación de nidos de piedras debidos a la presencia excesiva de aire en la estructura.
Una mala ejecución de este procedimiento puede provocar grandes fallas en la obra, como
disminución de la resistencia de la losa, agrietamiento temprano o incluso significar la futura
demolición del pavimento. En la Imagen 13 es posible apreciar las fallas visuales del hormigón en